Sacerdotes usaron la fe para abusar de jóvenes y violarlos
→Vaticano calificó los actos de ‘criminales’ y dijo a las víctimas que el Papa estaba ‘de su parte’ →Según estudio, al menos mil menores sufrieron a manos de curas desde la década de 1940
HARRISBURG, EE. UU. AP- Sacerdotes católicos del estado de Pensilvania emplearon rituales religiosos, símbolos de la fe y la amenaza de una eternidad en el infierno con el fin de tocar a menores, abusar de ellos y violarlos, según el informe de un jurado investigador.
Los “sacerdotes pederastas” emplearon la propia fe de las víctimas y su confianza en ellos como líderes religiosos para abusar de ellos y silenciarlos, según detalló un informe de 884 páginas sobre la investigación estatal.
“Curas violaron a niños y niñas, y los hombres de Iglesia que eran sus responsables no hicieron nada durante décadas”, escribió el jurado en el informe revelado el martes, pero cuyos detalles empezaron a trascender este jueves.
El Vaticano reaccionó con “vergüenza” y “dolor” por las revelaciones e indicó que el papa Francisco estaba del lado de las víctimas.
Testimonios. Según extractos de los hechos recopilados durante la pesquisa, un cura ató a una de sus víctimas con cuerda dentro un confesionario en “una posición de oración”.
Cuando el menor se negó a mantener relaciones sexuales, el enojado sacerdote empleó un crucifijo de 18 centímetros para agredirlo sexualmente.
Otra víctima contó cómo un religioso usó una cruz de metal para golpearlo.
En la rectoría de una parroquia, cuatro curas hicieron que un chico se desnudara y posara como Jesucristo en la cruz mientras le tomaban fotos, detalló el reporte.
“Él afirmó que todos se reían y decían que las imágenes serían utilizadas como referencia para nuevas esculturas religiosas para las parroquias”, añadió. Dos de los curas implicados en esos hechos cumplieron luego penas de prisión por abusar sexualmente de dos monaguillos.
‘Instrumento de Dios’. Otro cura le dijo a un niño al que estaba acariciando que lo que hacía estaba bien, porque él era “un instrumento de Dios”.
De acuerdo con el informe, los sacerdotes también utilizaron el sacramento de la confesión como una oportunidad para atacar a menores.
La investigación hecha en seis de las ocho diócesis del estado de Pensilvania –Allentown, Erie, Greensburg, Harrisburg, Pittsburgh y Scranton– es la más amplia realizada sobre abusos de sacerdotes católicos en Estados Unidos, según los defensores de las víctimas.
Más de 1.000 menores, y posiblemente muchos más, fueron víctimas desde la década de 1940, indicó el informe.
La diócesis representa a alrededor de 1,7 millones de fieles católicos.
La fe como arma. “Depredadores en cada diócesis armamentizaron la fe católica y la usaron como una herramienta de su abuso” , dijo el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, en una conferencia de prensa el martes al revelar el informe del jurado investigador, que documentó las acusaciones contra 301 sacerdotes durante siete décadas.
Solo dos de los curas han sido acusados de delitos como resultado de la investigación del jurado, aunque algunos fueron procesados en años pasados. Más de 100 han muerto y muchos otros se han retirado.
Por su parte, el Vaticano emitió un comunicado en el cual dijo: “Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe”.
En esta primera manifestación pública luego de conocerse la investigación en las diócesis de Pensilvania, la Santa Sede dijo que “las víctimas deben sa- ber que el Papa está de su parte. Aquellos que han sufrido son su prioridad, y la Iglesia quiere escucharlos para erradicar este trágico horror que destruye la vida de los inocentes”.
El Vaticano afirmó tomar “muy en serio” el informe y aseguró: “Dos palabras pueden expresar lo que se siente ante esos crímenes horribles: la vergüenza y el dolor”.
Antes de las reformas. El Vaticano recordó, sin embargo, que la mayor parte de los casos mencionados son anteriores al comienzo de los años 2000, cuando la revelación de varios escándalos llevó a la Iglesia estadounidense a emprender “reformas”.
El papa Francisco no fue citado en el texto, ni se mencionaron las exigencias de algunos católicos en Estados Unidos para que renuncie el cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington.
En su informe, el jurado investigador acusó al cardenal de contribuir a la protección de algunos sacerdotes implicados en abuso y acoso sexual de menores cuando fue obispo de Pittsburgh, en Pensilvania.
Este jurado documentó en su informe cómo los sacerdotes pederastas eran protegidos con frecuencia por la jerarquía eclesiástica o transferidos a otros destinos sin que se informara a los fieles sobre el historial de depredación sexual que esos religiosos tenían. ■
“LOS ABUSOS DESCRITOS EN EL INFORME SON CRIMINALES Y MORALMENTE REPROBABLES. ESTOS HECHOS HAN TRAICIONADO LA CONFIANZA Y HAN ROBADO A LAS VÍCTIMAS SU DIGNIDAD Y SU FE. Comunicado del Vaticano