Constructora de Bolaños dejó obras varadas en Limón
Efecto por escándalo del cemento Empresa del importador paralizó limpieza de 20 kilómetros de cauces de ríos y canales Fenómeno traerá lluvias IMN prevé fuerte impacto de El Niño en lo que resta del año; familias temen por casas
La empresa JCB Constructora y Alquiler S. A., del empresario Juan Carlos Bolaños, dejó varado un proyecto de ¢2.562 millones para combatir las inundaciones en Limón.
Se trata de una obra que desde hace décadas esperan los limonenses y es urgente para temporadas de fuertes lluvias, como las que pronostica el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) para el Caribe en lo que resta de este mes, así como en setiembre y octubre.
Los trabajos quedaron inconclusos con apenas un avance del 25%, luego de que Bolaños se convirtiera en centro del escándalo del cemento chino, a mediados del año pasado. Desde noviembre anterior, el empresario guarda prisión preventiva como sospechoso de cuatro delitos, entre estos tráfico de influencias.
El proyecto de infraestructura pretendía darle una rápida y segura evacuación a las aguas de la ciudad, por la cual ingresan las ondas tropicales y muchos de los fenómenos atmosféricos que ocasionan inundaciones.
Además, paliaría los efectos del terremoto de abril de 1991, pues la plataforma marina se elevó poco más de un metro en algunas zonas y eso afectó el desagüe normal de los ríos hacia el mar e incrementó los anegamientos.
La primera etapa incluía la ampliación y el dragado de unos 20 kilómetros de las cuencas de ríos, canales y quebradas del centro de Limón.
Las obras, iniciadas en el 2016, iban a buen ritmo; se avanzó con el dragado y la ampliación del cauce del popularmente llamado canal de Japdeva, así como una parte del río Limoncito; también se hizo un canal de trasvase y se dragó la quebrada Sin Nombre.
Para setiembre del 2017, el Gobierno anunció en cadena de televisión que ese proyecto constituía uno de los principales logros para Limón. No obstante, fue en ese mismo mes cuando se paralizaron las obras. A la empresa de Bolaños, se le habían pagado, a ese momento, ¢400 millones.
Pendientes. La lista de trabajos pendientes es crítica, pues ahí se incluye el dragado de la quebrada Chocolate y la mayor parte del río Limoncito, que requiere una ampliación de cauces y la colocación de unas láminas metálicas que se clavan en el suelo y sirven como muro de retención, llamadas tablestacas.
Álvaro González, ingeniero del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara), responsable del sistema de control de inundaciones en Limoncito, estimó que las obras a cargo de JCB Constructora y Alquileres S. A. quedaron en un 25%. Esos trabajos representan casi un 65% del monto de inversión.
La situación actual mantiene a sectores del cantón Central de Limón altamente expuestos a emergencias, principalmente ante las proyecciones del IMN que considera inminente el desarrollo del fenómeno El Niño.
Este acarreará lluvias para el Caribe y sequía para el Pacífico, explicó el experto en climatología, Luis Fernando Alvarado.
Patricia Quirós, gerenta del Senara, manifestó que para rescindir el contrato, se estableció un procedimiento administrativo que contempla el cobro de daños y perjuicios contra la empresa de Bolaños, debido al abandono unilateral que el contratista realizó. La constructora deberá pagar al Senara ¢75,7 millones por los daños ocasionados al incumplir el contrato, según una resolución que se le notificó a la empresa el 29 de junio de este año. Quirós afirmó que el Senara cuenta con el respaldo correspondiente para ejecutar la garantía.
De acuerdo con González, ahora están a la espera de que la Contraloría General de la República avale la solicitud planteada para una nueva contratación directa y así sacar a concurso el proyecto y poder retomar las obras cuanto antes.
Avance. Mientras la intervención de cauces se detuvo, la construcción de puentes, que está a cargo de la empresa Meco, continúa; 13 de esas 15 estructuras ya están listas.
Entre esas obras figura la del ferrocarril en barrio Envaco, que quedó ahora un metro y medio más alto para afrontar las inundaciones y cuyos bastiones fueron sacados del cauce porque obstruían el paso del agua en la quebrada Chocolate, añadió González.
En cuanto a puentes, el avance es del 90% y solo una de esas plataformas se mandó a demoler porque no cumplía los requerimientos que exige el control de calidad. Se trata del paso sobre la quebrada Paniagua, en Limoncito, cuya reconstrucción correrá a cargo de Meco, sin costo adicional.
Solo en esas estructuras, se han facturado ¢1.200 millones. El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) facilitó todas las vigas y pilotes para la construcción de los puentes. La obra busca eliminar las inundaciones en el centro y así evitar daños en vías, estructuras y casas, así como quitar algunos vectores que afectan la salud de los pobladores, ya que la mayoría de aguas servidas se vierten al río Limoncito y son un foco de contaminación. R VEA NOTA EN PÁG. 12A
El financiamiento para la segunda fase se gestiona con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y estará a cargo del Senara y del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, ya que incluye la red sanitaria de aguas servidas. Esta fase ronda los $53 millones e incluye estaciones de bombeo.
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