Vecinos de Guararí piden acciones contra inseguridad
→Problema empeora con la construcción ilegal de ranchos y la falta de iluminación →Comunidad reacciona tras muerte, por balacera, de niño que dormía en su casa
La proliferación ilegal de ranchos en terrenos de alto riesgo, falta de iluminación y los lotes baldíos descuidados, son factores que propician la inseguridad en Guararí de Heredia, denunciaron este viernes vecinos del sobrepoblado caserío.
Según ellos, durante las noches se incrementan los delitos y se escuchan balaceras. Incluso mostraron casas, en urbanización Los Sauces, donde se evidencian agujeros producto de los impactos de bala.
El martes anterior, la situación allí escaló, luego de que un niño de 10 años murió mientras dormía en un sillón, debido a dos proyectiles que atravesaron su humilde vivienda.
Se presume de una venganza contra su familia. Información preliminar indica que dos desconocidos habrían disparado contra la casa como represalia por una agresión, al parecer, cometida por un adulto que vive allí. Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hallaron 13 impactos en las latas de cinc.
Las autoridades no ahondaron en el caso por estar en investigación y figurar un menor como víctima. En tanto, en la comunidad son muy reservados para hablar del suceso.
Origen. Guararí está asentado en un radio de cinco kilómetros que, al inicio, era una finca cafetalera que pasó a manos del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU). Esa entidad empezó, en 1984, a instalar allí a familias con necesidades de vivienda.
El sector pertenece al distrito de San Francisco, del cantón Central de Heredia. Tiene una población estimada de 37.000 habitantes con una densidad poblacional de 15.438 personas por kilómetro cuadrado, de acuerdo con un estudio del 2016 para el Ministerio de Justicia. Hoy se distribuye en 32 sectores; existen dos escuelas primarias, un colegio nocturno, un Ebáis, un Cen-Cinái que opera 24 horas, y hace poco fue inaugurada una moderna sede de la Fuerza Pública. También funciona un centro cívico administrado por Justicia.
Drogas y ranchos. Édgar Arrieta González, quien tiene más de 30 años de vivir en Guararí, comentó que las principales amenazas son la venta de drogas al menudeo y la proliferación de ranchos.
“El problema de la drogadicción es como la mala hierba, que si se le permite crecer, se forma en montaña. Aquí tenemos lotes baldíos que son hoteles para la venta y consumo. De ahí salen los delincuentes a asaltar. Hay mucho joven que no trabaja. Es más fácil andar con un bolsito vendiendo droga”, dijo Arrieta.
Otro vecino, Víctor González Brenes, manifestó que en las calles hay muy poca iluminación. “A un muchacho vecino lo asaltaron. Se esconden en la oscuridad y luego huyen por los callejones”, agregó.
El presidente de la Asociación de Desarrollo Comunal de Guararí, Enrique Contreras Acevedo, afirmó que conocen los problemas de inseguridad.
“Tenemos constantes reuniones con la Fuerza Pública y con el OIJ que nos permitan atenuar estas situaciones (...). No es solo para los que vivimos aquí, sino para la gran cantidad de conductores que ahora usan Guararí como vía alterna en la ruta hacia San José”, resaltó.
Ante las quejas, tanto el alcalde de Heredia, José Manuel Ulate, como el jefe de la Fuerza Pública, Rodrigo Araya, aseguran que Guararí se verá beneficiada con la instalación de un sistema de videovigilancia que se impulsa en este momento.
“Son como 60 cámaras. Todo financiado por la Municipalidad mediante un convenio de cooperación con el Ministerio de Seguridad en el que ellos se encargarán del monitoreo, que estará en la delegación de Guararí”, especificó Ulate.
El alcalde reconoció la proliferación de ranchos y dijo que “se trata de gente que está lucrando con personas necesitadas de vivienda. Usan un bien público y usufructan el terreno. Construyen en áreas de protección (de ríos) y alquilan. Hemos eliminado un montón de ranchos, pero hacen otros”.
■