Marcelle Taylor, una vida por el rescate de la cultura en Limón
→ Exdiputada aboga por el rescate de las raíces de población negra costarricense
LIMÓN. - Cuando era profesora de Español en el Colegio Diurno de Limón, en los años 70, Marcelle Taylor Brown ya era el alma de todo lo que fuera cultura. Estimulaba a sus alumnos a comer rice and beans con pollo en los días de fiesta; a leer El Quijote para discutirlo semana a semana y, ella misma, les enseñaba a bailar El punto guanacasteco o Caballito nicoyano.
A la vuelta de los años, ya jubilada, esta señora de voz ronca, carácter fuerte y liderazgo nato, dio un vuelco total: se enfocó en rescatar, de la indiferencia, las raíces de la cultura negra costarricense y, lo logró.
La principal muestra de esta transformación es la celebración del Día del Negro, cada 31 de agosto, que se conmemora con un desfile de gala por las calles de la ciudad. Es un parade de lujo porque cada asociación de barrio, o de una empresa, diseña sus coloridos y elegantes trajes de estilo afro para recorrer la ciudad —negros, blancos, chinos e indígenas—, al ritmo de música y de cantos.
Ese rescate cultural se dio a través del Comité Cívico Cultural Étnico de Limón, que Taylor fundó hace dos décadas junto con otras 24 personas que trabajan por pura pasión, pues no reciben pago alguno ya que no tienen presupuesto ni oficina.
En esas precarias condiciones económicas, de ese comité de voluntarios salió el parade, también una cruzada en escuelas y colegios para fortalecer los valores cívicos en sus estudiantes y una maratónica para rescatar la gastronomía caribeña que iba en camino de perder su esencia. Esto y más, en favor de la música, del baile y del lenguaje que caracterizan a este puerto caribeño.
Taylor, que en sus 85 años ha sido educadora, diputada (1986-1990) y hasta presidenta de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) se sentó en el corredor de su casa, en barrio Veracruz, a 50 metros del mar, para hacer un repaso de lo que ha sido ese esfuerzo de poner otra vez, sobre rieles, la cultura de los limonenses.
Todo, precisamente, partió de un diagnóstico no muy positivo. “Tuvo su origen luego de que varias personas me buscaron para consultarme si, eran o no válidas, sus apreciaciones de que estábamos perdiendo tesoros muy valiosos de nuestras raíces y que, al parecer, no se hacía nada para evitarlo.
“La cepa que había dado vida a nuestras más esenciales manifestaciones culturales estaba enferma porque, se había contaminado por distintas razones. El deterioro en este campo era más que evidente y nadie hacía nada para enfrentar el problema. El futuro era preocupante.
“(...) Este diagnóstico no solo atañe a nuestra comunidad, sino que también incumbe a blancos, chinos, indígenas, porque muchos de ellos son personas que, con absoluta convicción y cariño, piensan, hablan, viven y se conducen como negros en este puerto”, dijo esta líder de una familia conformada por cinco hijas: Patricia, Rosemary, Kenya, Odette y Elizabeth. de agosto, es el día en que se realiza el desfile de gala.
‘Los Notables’. El mayor desasosiego de este movimiento, hace 20 años, fue comprobar que parte de las nuevas generaciones ya no practicaban la escala de valores que habían moldeado la vida de sus abuelos y padres.
Al descubrir esta desviación, el grupo comenzó a trabajar con los padres de familia. Puso especial énfasis en el valor al respeto ajeno por considerar que este era “sombrilla” de otros de igual importancia como el de la honradez, responsabilidad, trabajo, justicia, gratitud, cortesía, cooperación, entre otros. En paralelo, les preocupó el menoscabo a los valores cívicos.
Una prueba se daba en que los desfiles conmemorativos a las fechas patrias se habían transformado en encuentros desordenados y con actos de violencia. ¿Qué hacer? Se formó un equipo de trabajo, integrado por educadores pensionados, para que buscara soluciones. Alguien denominó al grupo como “Los Notables”.
El Comité también salió al rescate de la auténtica gastronomía local y caribeña porque, como parte de una investigación preliminar, se descubrió una sustancial baja en la calidad de los platillos y en la oferta del menú porque, o no se usaban los ingredientes adecuados, o se habían dejado de elaborar recetas del menú limonense.
El Comité también salió en defensa de la música propia, por ejemplo con la reactivación de los grupos de calipso, al declararlo de interés cultural, por iniciativa de Leonor Spencer.
■ personas trabajan, sin recibir salario, en Comité Cívico.