De dormir en un vestuario a la Sele
Una explosión de júbilo, abrazos y felicitaciones, se vivió en la casa del jugador Jonathan Martínez en Alajuela.
Junto a su padre, José Antonio Martínez, su madre Yanira Solano, y sus hermanos, Leyner y Royser, el volante de Carmelita observó por la televisión su convocatoria.
Al escuchar su nombre, su mamá no pudo contener la felicidad, se fundió en un abrazo con su hijo de 20 años, quien a su corta edad, ya tiene a cuestas un Mundial Sub-17, en Chile 2015, y uno Sub-20, en Corea del Sur en 2017.
Oriundo de Puerto Viejo de Talamanca de Limón, a los 12 años se trasladó a Alajuela a vivir para forjarse un futuro.
La convocatoria la vi en la casa con mi familia. Fue un gran momento para todos”, confesó Martínez.
La transición de su Limón a la Ciudad de los Mangos no fue sencilla. Le tocó dormir durante un año en una colchoneta en el camerino del Complejo Wílmer López, al igual que Andy Reyes, Suhander Zúñiga y John Lara.
“Los dos primeros años no fueron fáciles. A veces tenía que ir a entrenar sin desayunar porque la plata no alcanzaba”, dijo.
Las cosas cambiaron cuando su familia se trasladó a Alajuela para apoyarlo a él y en busca de un mejor futuro laboral para sus cuatro hermanos.