Bryan presenció suspensión de juego por violencia
Bryan Ruiz observó cómo petardos cayeron en las cercanías del terreno de juego y en el césped, en el minuto 80 del duelo entre el Santos de Brasil e Independiente de Argentina, por los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
La afición del cuadro del costarricense explotó en enojo al ver que su plantel no conseguía remontar el marcador de 3-0 en contra en la serie ante los rojos, una ventaja que los argentinos ganaron en la mesa luego de reclamar una alineación indebida del volante uruguayo Carlos Sánchez, en el partido de ida.
De hecho, según los comentaristas de la cadena internacional Fox Sports, la molestia de los seguidores no era con el rendimiento de su equipo, sino más bien con la Conmebol.
El máximo ente que rige el fútbol de América del Sur decidió, la mañana del martes, darle los puntos a Independiente, por el reclamo que había hecho.
El primer cohete cayó a la par del banquillo de Independiente. Luego de esa primera detonación, se empezaron a ver encontronazos entre aficionados y la Policía en las graderías, así como pedazos de asientos volando al campo de juego, y se oyeron cinco detonaciones más.
Después de analizar el panorama, el central chileno Julio Bascuñán decidió terminar el compromiso. Ya sin el plantel che en el terreno, varios aficionados invadieron el campo.
El conjunto de Avellaneda clasificó por el 3-0 que se determinó de la ida.
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