Empleados del BN pagarán por créditos malos de su solidarista
→Socios de Asebanacio deciden crear provisión por préstamos fallidos →Pasadas directivas habrían subestimado reserva por esas operaciones
Los 5.480 empleados del Banco Nacional de Costa Rica (BN) asumirán el costo de la provisión por ¢11.726 millones que tendrán que crear para cubrir los créditos malos otorgados por su asociación solidarista.
La Asamblea de Trabajadores de la Asociación Solidarista de Empleados del Banco Nacional (Asebanacio) acordó que en un periodo de cinco años –contados a partir de este 2018–, se tomarán parte de los excedentes de la organización para recapitalizarla por la reserva creada ante la “pérdida esperada” por préstamos en mora o cobro judicial.
Mientras se cumple dicho plazo, el 12,2% del ahorro obrero de cada trabajador garantizará la estimación por el deterioro de la cartera de crédito de Asebanacio.
Así se detalla en el documento Informe Resultados de Auditorías y Convocatoria de Asamblea General entregado a los trabajadores, el pasado 1. ° de setiembre, y del cual tiene copia La Nación.
La Junta Directiva de la asociación solidarista propuso el ajuste financiero tras una auditoría externa de la compañía KPMG, que reveló una subestimación de la provisión por créditos deteriorados.
De esta forma, la reducción en el excedente de la solidarista será del 15% en 2018, del 17,5% en el 2019, del 20% en el 2020, del 22,5% en 2021 y el 25% en el 2022.
Según el peritaje de KPMG, las Juntas Directivas que estuvieron en la solidarista –entre 2014 y setiembre del 2017– solo tenían registrada una reserva por créditos malos de ¢892 millones, pero realmente debía ser de ¢12.618 millones, es decir el 12,3% del total de la cartera de préstamos.
“KPMG considera que las causas del incremento en la estimación podrían haberse originado de la inadvertencia o mala interpretación de hechos ocurridos en períodos anteriores, lo cual sugiere que se puede tratar de un error cometido en un periodo anterior”, se detalla en el escrito.
La estimación creada implica una corrección en los estados financieros, pues el patrimonio se reduce de ¢104.390 millones, en setiembre del 2017, a ¢92.500 millones a junio pasado.
En el documento se resalta que el aporte patronal del Banco Nacional de Costa Rica a la solidarista, no sufrirá ningún tipo de afectación por la corrección financiera.
Allan Castro Tassara, presidente de Asebanacio, manifestó que la Junta Directiva decidió no responder las consultas enviadas por este diario.
Sin embargo, enfatizó que la Asociación actuó solidariamente y en beneficio de sus miembros.
El ajuste será retrospectivo, pues no incluye a quienes se asociaron a partir de octubre del 2017.
Asebanacio fue creada hace siete años por acuerdo de la Junta Directiva del Nacional para administrar e invertir los recursos de la cesantía de los empleados, así como los ahorros de los trabajadores.
Origen del problema. Las dificultades de la cartera de crédito de Asebanacio se centran específicamente en las operaciones otorgadas a empresas, antes de octubre del 2017, mediante préstamos corporativos y descuentos de facturas y contratos.
Entre los clientes que generaron los mayores impagos resaltan la compañía de embutidos Toro Bonito que dejó operaciones pendientes de pago por ¢3.882 millones.
También las firmas del importador del cemento chino, Juan Carlos Bolaños, hoy en prisión preventiva, que dejaron un saldo sin cancelar por ¢2.059 millones y la firma Seguridad Delta con ¢1.486 millones, luego de declarase en quiebra en diciembre del 2017.
Las auditorías de KPMG concluyeron que cuando se otorgaron los préstamos hubo ausencia de análisis de capacidad de pago de los clientes, las garantías presentadas fueron suficientes e incluso desembolsos de recursos aprobados sin autorización de la Directiva.
“Algunos créditos están garantizados mediante cesión de contratos en los cuales la Asociación giró al cliente una parte significativa del monto del contrato, y no observamos en los expedientes el seguimiento efectuado por la Asociación al cumplimiento del contrato”, puntualizó KPMG.
Precisamente estos hallazgos generaron que la actual Junta Directiva –nombrada en octubre anterior– denunciara a los anteriores directores ante el Ministerio Público.
La Fiscalía General de la República confirmó que efectúa una investigación por los supuestos delitos de administración fraudulenta y tráfico de influencias, sin perjuicio de que, conforme avance la indagación, se puedan recalificar o agregar tipos penales.
Desde su creación hasta setiembre pasado, Asebanacio estuvo dirigida por Óscar Prado, quien es director de Planeación y Control Financiero del Banco Nacional.
Érick Ramos, abogado de Prado, insistió en que sus defendidos nunca aprobaron los préstamos empresariales, pues había un Comité de Crédito encargado de dicha labor.
“Hay una auditoría en la que se dice quiénes eran los encargados de aprobar los créditos. Ya están los documentos en el Ministerio Público (...), don Óscar (Prado) no aprobó los créditos”, aseguró.
Por otra parte, Ramos declinó referirse al acuerdo de los asociados de Asebanacio de crear la provisión, por estar subestimada, pues adujo desconocer tal decisión.
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