Traffic cedió derechos de TV de la Sele a otra empresa cuestionada
Ente federativo no recibió beneficio por la negociación que se dio entre entidades Nueva cesionaria, IMG, trabajó con compañías envueltas en el FIFAGate
Más de tres años pasaron desde que Traffic Sports International se declaró culpable de recibir sobornos hasta que el 1.° de agosto anterior, la Fedefútbol anunció haberse desligado de la filial en Miami, Traffic Sports USA, entonces dueña de los derechos televisivos de la Selección Nacional.
Contrario a la Commebol y Concacaf, que casi de inmediato rompieron el vínculo con Traffic, Costa Rica no solo siguió la relación, sino que finalmente le permitió a Traffic ceder los derechos a otra compañía, lo cual implica que la cuestionada empresa incluso pudo ganar con la venta del contrato, como pasó en Suramérica.
En la Fedefútbol desconocen si Traffic ganó por dicho trato, según admitió su presidente Rodolfo Villalobos.
La cesionaria nueva, IMG, con sede en Nueva York, aparece en el pasado y en el presente, asociada con varias de las empresas vinculadas en el FIFAGate.
Una de ellas es el Grupo Perform, en la que la prensa paraguaya reporta a Hugo y Mariano Jinkins como socios de la filial argentina, siendo, además, ambos empresarios televisivos, los dueños de Full Play, sindicada por el pago de sobornos en el fútbol y exaliada de Traffic en la compra de derechos en Conmebol.
También IMG tiene vinculaciones con ESP Properties, empresa de mercadeo deportivo que es una división de la británica WPP, compañía accionista de Mediapro, la firma española que terminó pagando los dineros a que fue condenada su filial en Miami, Media World, por los sobornos en que incurrió junto con Traffic USA.
Antes de convertirse en cesionaria de los derechos de la Selección tica, IMG igualmente firmó contratos con dirigentes del fútbol que hoy están encarcelados, pese a que la Policía ya había arrestado a varios directivos de FIFA en Zúrich.
El contrato de sobornos.
Eduardo Li aceptó ante la justicia de Estados Unidos haber pactado un soborno de $600.000 del consorcio Media World-Traffic USA, a cambio de los derechos televisivos de la Selección en los partidos eliminatorios rumbo a los mundiales del 2018 y 2022.
Pero antes de su arresto, el dueño de Traffic Brasil, Héctor Hawilla, matriz de la norteamericana, había aceptado varios cargos, como el pago de coimas.
El arresto de Hawilla, fundador de Traffic Sports Internacional, con sede brasileña, y codueño de su filial Traffic Sports USA, se produjo en mayo del 2013, dos años antes de la operación policiaca en Zúrich.
El 15 de mayo del 2015, 12 días antes de la detención de Li, Hawilla pactó un acuerdo con la justicia norteamericana, aceptando los cargos por chantaje, fraude bancario, lavado de dinero y obstrucción de la justicia.
Pese a ello, y al arresto y confesión también de Aaron Davidson, presidente de Traffic Sports USA, la empresa pudo comercializar los juegos de la Selección en todos los eventos, desde mayo del 2015, cuando públicamente se dio a conocer la pesquisa de la justicia de Estados hasta terminado Rusia 2018.
Una polémica cesión.
Pasaron 1.181 días, desde la confesión y arreglo por parte de Traffic International ante la justicia estadounidense, para que la Fedefútbol enviara un comunicado, dando cuenta de una cesión de los derechos televisivos de la Selección a favor de IMG (International Management Group), empresa estadounidense.
Antes de dicha cesión, el presidente de la Federación, Rodolfo Villalobos, había dado varias versiones diferentes para justificar el vínculo con Traffic.
Una, que la compañía no era responsable del soborno, sino sus directores y que, por lo tanto, no existía razón jurídica para rescindir el contrato.
Luego dio una segunda justificación: los dirigentes esperarían la sentencia de Eduardo Li para tener un motivo de ruptura contractual, aunque aceptó que desde meses atrás se estaba negociando una venta de los derechos. También dijo que la Fedefútbol no había demandado a ninguna empresa en el exterior porque Concacaf se hacía cargo de representar a sus asociados.
Esta posición, dada días antes de irse al Mundial de Rusia, parecía desconocer la declaración de culpabilidad de Hawilla. El 25 de mayo del 2018, el empresario que compró y revendió derechos televisivos de la mayoría de eventos futbolísticos en el continente, murió en Brasil, cuatro meses después de regresar de Estados Unidos.
El convenio de cooperación incluyó información de las operaciones de ambas empresas, Traffic Sports Internacional y Traffic Sports USA, que tenía los derechos de transmisión de los partidos de la Selección tica desde el 2006 y hasta el 2022, a partir del 2014 en asocio con Media World.
La Fedefútbol defendía el contrato.
El interés económico parece haber privado por encima de los actos de corrupción aceptados por Li, Traffic Sports USA y las otras empresas que participaron de los sobornos al dirigente tico por derechos de TV.
Aunque la firma del contrato fue con la empresa estadounidense, acuerdos societarios permiten determinar que otras entidades participaron del pago de sobornos a Eduardo Li, para dejarse los derechos televisivos de la Selección. Empresarios colombianos, brasileños, estadounidenses y españoles están involucrados en esta trama, junto con varias compañías, todas con sede o filiales en Miami.
Traffic Sports USA hizo un convenio con Media World, filial de USA Imagina LLC, a su vez perteneciente a la española Mediapro, para compartir los derechos de transmisión de Costa Rica y
otros países de UNCAF en el 2018 y 2022. A cambio de ellos, Eduardo Li pidió $600.000 como “comisión”, de los cuales Media World le pagó $300.000, sin que pudiera recibir la totalidad por su repentino arresto.
USA Imagina, Media Pro y Media World admitieron recientemente –el 10 de julio– su participación en los pagos a dirigentes de Costa Rica, Honduras, El Salvador, entre otras.
El presidente de Traffic Sports USA, Aaron Davidson, de padre tico, al parecer allegado de Eduardo Li y asiduo visitante al país, también estaba entre los acusados y luego aceptó su culpabilidad. Fabio Tordin, brasileño, exasesor de Traffic y después agente de Media World, igual se declaró culpable y aceptó reintegrar $600.000.
“Es un buen negocio. Nos pagan puntual. No es fácil conseguir a alguien que pague eso”, había dicho también un dirigente de la Fedefútbol que no quiso se le identificara. Igual argumentó que Traffic no era culpable, sino los empresarios que pagaron el soborno.
Sin embargo, desde el 7 de julio del 2015, días después de la aceptación de culpabilidad de Traffic Sports USA, la Concacaf rescindió el convenio que los ligaba por diferentes torneos, en tanto que la Conmebol hizo lo mismo con Datisa (una sociedad colectiva que reunió a Torneos y Competencias, Traffic Brasil y Full Play para adquirir con sobornos los derechos de la Copa América de 2015 a 2023).
En ese entonces, Concacaf anunció el término del acuerdo con Traffic Sports USA, que incluía los derechos para las ediciones de la Copa Oro 2015, 2017, 2019 y 2021, así como las siete temporadas siguientes de la anual Liga de Campeones a partir de 2015-16.
El 10 de mayo del 2016, la página de la Concacaf anunció la venta de los derechos a Soccer United Marketing (SUM), para comercializar los partidos de la Copa Oro, Liga de Campeones, UNCAF, Preolímpico, y torneos regionales de fútsal y playa, así como los torneos juveniles y menores de la zona.
Previamente, el 2 de diciembre del 2015 la misma Concacaf y la Conmebol dieron a conocer que los derechos de transmisión de la Copa América Centenario, que se llevó a cabo en Estados Unidos en el 2016, fueron adjudicados a IMG y SUM.
Aunque no fue hasta noviembre del 2017, la Confederación Suramericana de Fútbol acordó romper su convenio con Datisa, empresa que accedió al pago de un soborno por $15 millones a la cúpula de esa entidad futbolera, por cada edición de la Copa América del 2015, 2019, 2023 y la Copa Centenario, y una“extra” de $16,5 millones.
En marzo del 2018, después de un proceso de licitación, la Conmebol adjudicó los nuevos derechos de la Copa América a Media Partner & Silva, una compañía de dueños italianos.
También el 28 de setiembre del 2017 se dio a conocer que la Confederación del fútbol suramericano cobrará $1.400 millones por la comercialización de la Copa Libertadores, la Sudamericana y la Recopa, entre el 2019 y 2022. IMG y Perform fueron adjudicadas en conjunto para esos eventos.
Romper con Traffic y adjudicar a otra empresa los derechos le permitió a la Conmebol un contrato en mejores condiciones económicas. Costa Rica, en cambio, no rompió contrato y
tampoco lo mejoró.
Al final la Federación Costarricense de Fútbol simplemente avaló a su nueva proveedora de manejar derechos televisivos, empero nunca se encargó de acabar la relación con la cuestionada Traffic.
En caso del resto de Centroamérica, tres federaciones involucradas en el FIFAGate, como Honduras, Guatemala y El Salvador, que tenían vínculo con el consorcio Media World-Traffic USA, continúan o firmaron nuevo contrato con Imagina USA o con la empresa matriz de origen español Imagina.