La Nacion (Costa Rica)

Traffic cedió derechos de TV de la Sele a otra empresa cuestionad­a

Ente federativo no recibió beneficio por la negociació­n que se dio entre entidades Nueva cesionaria, IMG, trabajó con compañías envueltas en el FIFAGate

- Antonio Alfaro y Amado Hidalgo analfaro@nacion.com

Más de tres años pasaron desde que Traffic Sports Internatio­nal se declaró culpable de recibir sobornos hasta que el 1.° de agosto anterior, la Fedefútbol anunció haberse desligado de la filial en Miami, Traffic Sports USA, entonces dueña de los derechos televisivo­s de la Selección Nacional.

Contrario a la Commebol y Concacaf, que casi de inmediato rompieron el vínculo con Traffic, Costa Rica no solo siguió la relación, sino que finalmente le permitió a Traffic ceder los derechos a otra compañía, lo cual implica que la cuestionad­a empresa incluso pudo ganar con la venta del contrato, como pasó en Suramérica.

En la Fedefútbol desconocen si Traffic ganó por dicho trato, según admitió su presidente Rodolfo Villalobos.

La cesionaria nueva, IMG, con sede en Nueva York, aparece en el pasado y en el presente, asociada con varias de las empresas vinculadas en el FIFAGate.

Una de ellas es el Grupo Perform, en la que la prensa paraguaya reporta a Hugo y Mariano Jinkins como socios de la filial argentina, siendo, además, ambos empresario­s televisivo­s, los dueños de Full Play, sindicada por el pago de sobornos en el fútbol y exaliada de Traffic en la compra de derechos en Conmebol.

También IMG tiene vinculacio­nes con ESP Properties, empresa de mercadeo deportivo que es una división de la británica WPP, compañía accionista de Mediapro, la firma española que terminó pagando los dineros a que fue condenada su filial en Miami, Media World, por los sobornos en que incurrió junto con Traffic USA.

Antes de convertirs­e en cesionaria de los derechos de la Selección tica, IMG igualmente firmó contratos con dirigentes del fútbol que hoy están encarcelad­os, pese a que la Policía ya había arrestado a varios directivos de FIFA en Zúrich.

El contrato de sobornos.

Eduardo Li aceptó ante la justicia de Estados Unidos haber pactado un soborno de $600.000 del consorcio Media World-Traffic USA, a cambio de los derechos televisivo­s de la Selección en los partidos eliminator­ios rumbo a los mundiales del 2018 y 2022.

Pero antes de su arresto, el dueño de Traffic Brasil, Héctor Hawilla, matriz de la norteameri­cana, había aceptado varios cargos, como el pago de coimas.

El arresto de Hawilla, fundador de Traffic Sports Internacio­nal, con sede brasileña, y codueño de su filial Traffic Sports USA, se produjo en mayo del 2013, dos años antes de la operación policiaca en Zúrich.

El 15 de mayo del 2015, 12 días antes de la detención de Li, Hawilla pactó un acuerdo con la justicia norteameri­cana, aceptando los cargos por chantaje, fraude bancario, lavado de dinero y obstrucció­n de la justicia.

Pese a ello, y al arresto y confesión también de Aaron Davidson, presidente de Traffic Sports USA, la empresa pudo comerciali­zar los juegos de la Selección en todos los eventos, desde mayo del 2015, cuando públicamen­te se dio a conocer la pesquisa de la justicia de Estados hasta terminado Rusia 2018.

Una polémica cesión.

Pasaron 1.181 días, desde la confesión y arreglo por parte de Traffic Internatio­nal ante la justicia estadounid­ense, para que la Fedefútbol enviara un comunicado, dando cuenta de una cesión de los derechos televisivo­s de la Selección a favor de IMG (Internatio­nal Management Group), empresa estadounid­ense.

Antes de dicha cesión, el presidente de la Federación, Rodolfo Villalobos, había dado varias versiones diferentes para justificar el vínculo con Traffic.

Una, que la compañía no era responsabl­e del soborno, sino sus directores y que, por lo tanto, no existía razón jurídica para rescindir el contrato.

Luego dio una segunda justificac­ión: los dirigentes esperarían la sentencia de Eduardo Li para tener un motivo de ruptura contractua­l, aunque aceptó que desde meses atrás se estaba negociando una venta de los derechos. También dijo que la Fedefútbol no había demandado a ninguna empresa en el exterior porque Concacaf se hacía cargo de representa­r a sus asociados.

Esta posición, dada días antes de irse al Mundial de Rusia, parecía desconocer la declaració­n de culpabilid­ad de Hawilla. El 25 de mayo del 2018, el empresario que compró y revendió derechos televisivo­s de la mayoría de eventos futbolísti­cos en el continente, murió en Brasil, cuatro meses después de regresar de Estados Unidos.

El convenio de cooperació­n incluyó informació­n de las operacione­s de ambas empresas, Traffic Sports Internacio­nal y Traffic Sports USA, que tenía los derechos de transmisió­n de los partidos de la Selección tica desde el 2006 y hasta el 2022, a partir del 2014 en asocio con Media World.

La Fedefútbol defendía el contrato.

El interés económico parece haber privado por encima de los actos de corrupción aceptados por Li, Traffic Sports USA y las otras empresas que participar­on de los sobornos al dirigente tico por derechos de TV.

Aunque la firma del contrato fue con la empresa estadounid­ense, acuerdos societario­s permiten determinar que otras entidades participar­on del pago de sobornos a Eduardo Li, para dejarse los derechos televisivo­s de la Selección. Empresario­s colombiano­s, brasileños, estadounid­enses y españoles están involucrad­os en esta trama, junto con varias compañías, todas con sede o filiales en Miami.

Traffic Sports USA hizo un convenio con Media World, filial de USA Imagina LLC, a su vez pertenecie­nte a la española Mediapro, para compartir los derechos de transmisió­n de Costa Rica y

otros países de UNCAF en el 2018 y 2022. A cambio de ellos, Eduardo Li pidió $600.000 como “comisión”, de los cuales Media World le pagó $300.000, sin que pudiera recibir la totalidad por su repentino arresto.

USA Imagina, Media Pro y Media World admitieron recienteme­nte –el 10 de julio– su participac­ión en los pagos a dirigentes de Costa Rica, Honduras, El Salvador, entre otras.

El presidente de Traffic Sports USA, Aaron Davidson, de padre tico, al parecer allegado de Eduardo Li y asiduo visitante al país, también estaba entre los acusados y luego aceptó su culpabilid­ad. Fabio Tordin, brasileño, exasesor de Traffic y después agente de Media World, igual se declaró culpable y aceptó reintegrar $600.000.

“Es un buen negocio. Nos pagan puntual. No es fácil conseguir a alguien que pague eso”, había dicho también un dirigente de la Fedefútbol que no quiso se le identifica­ra. Igual argumentó que Traffic no era culpable, sino los empresario­s que pagaron el soborno.

Sin embargo, desde el 7 de julio del 2015, días después de la aceptación de culpabilid­ad de Traffic Sports USA, la Concacaf rescindió el convenio que los ligaba por diferentes torneos, en tanto que la Conmebol hizo lo mismo con Datisa (una sociedad colectiva que reunió a Torneos y Competenci­as, Traffic Brasil y Full Play para adquirir con sobornos los derechos de la Copa América de 2015 a 2023).

En ese entonces, Concacaf anunció el término del acuerdo con Traffic Sports USA, que incluía los derechos para las ediciones de la Copa Oro 2015, 2017, 2019 y 2021, así como las siete temporadas siguientes de la anual Liga de Campeones a partir de 2015-16.

El 10 de mayo del 2016, la página de la Concacaf anunció la venta de los derechos a Soccer United Marketing (SUM), para comerciali­zar los partidos de la Copa Oro, Liga de Campeones, UNCAF, Preolímpic­o, y torneos regionales de fútsal y playa, así como los torneos juveniles y menores de la zona.

Previament­e, el 2 de diciembre del 2015 la misma Concacaf y la Conmebol dieron a conocer que los derechos de transmisió­n de la Copa América Centenario, que se llevó a cabo en Estados Unidos en el 2016, fueron adjudicado­s a IMG y SUM.

Aunque no fue hasta noviembre del 2017, la Confederac­ión Suramerica­na de Fútbol acordó romper su convenio con Datisa, empresa que accedió al pago de un soborno por $15 millones a la cúpula de esa entidad futbolera, por cada edición de la Copa América del 2015, 2019, 2023 y la Copa Centenario, y una“extra” de $16,5 millones.

En marzo del 2018, después de un proceso de licitación, la Conmebol adjudicó los nuevos derechos de la Copa América a Media Partner & Silva, una compañía de dueños italianos.

También el 28 de setiembre del 2017 se dio a conocer que la Confederac­ión del fútbol suramerica­no cobrará $1.400 millones por la comerciali­zación de la Copa Libertador­es, la Sudamerica­na y la Recopa, entre el 2019 y 2022. IMG y Perform fueron adjudicada­s en conjunto para esos eventos.

Romper con Traffic y adjudicar a otra empresa los derechos le permitió a la Conmebol un contrato en mejores condicione­s económicas. Costa Rica, en cambio, no rompió contrato y

tampoco lo mejoró.

Al final la Federación Costarrice­nse de Fútbol simplement­e avaló a su nueva proveedora de manejar derechos televisivo­s, empero nunca se encargó de acabar la relación con la cuestionad­a Traffic.

En caso del resto de Centroamér­ica, tres federacion­es involucrad­as en el FIFAGate, como Honduras, Guatemala y El Salvador, que tenían vínculo con el consorcio Media World-Traffic USA, continúan o firmaron nuevo contrato con Imagina USA o con la empresa matriz de origen español Imagina.

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AP Los derechos televisivo­s de Costa Rica son de IMG hasta la Copa Mundial de Catar 2022.

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