Mandatario llama a pensarlo bien
PUNTARENAS. Luego de conocerse que los sindicatos desistieron de firmar un acuerdo con el Gobierno y que decidieron mantener la huelga contra la reforma fiscal, el presidente de la República, Carlos Alvarado, manifestó que hay quienes “a toda costa” no quieren acuerdos.
No obstante, el mandatario afirmó que se mantiene en pie la oferta que el Ejecutivo plasmó en el acuerdo que los gremios rechazaron firmaron.
“Este acuerdo se construyó con representantes de gobierno y todos los representantes sindicales. Eso no se puede olvidar. Ellos estaban ahí cuando ese documento se redactó y luego lo llevaron a sus organizaciones. Muchos vienen con respuestas afirmativas y otros no, lo cual ratifica que hay personas que tienen voluntad para hacer acuerdos y construir y hay otros que a toda costa no quieren que eso pase”, dijo.
Cuestionamiento. Alvarado cuestionó el liderazgo de los representantes sindicales que, pese a suscribir el acuerdo con el Gobierno, no tuvieron el beneplácito de sus bases. “Llama la atención sobre cuál tipo de liderazgo se tiene, cuando se k “Nuestro ánimo de resolver es el que nos hace pujar esta reforma fiscal. Se nos pregunta si hemos pensando en los impactos de esta reforma sobre la ciudadanía, y lo hemos hecho, lo hemos explicado. Pero se pregunta también la ciudadanía ‘¿cuál es el impacto de que no hubiera proyecto en la pobreza, en el empleo, en la inflación, en las tasas de interés?’ ”, manifestó el presidente Carlos Alvarado, ayer, durante su gira por Puntarenas. “¿Han debatido eso los detractores del proyecto? ¿Se lo han dicho claramente a los costarricenses, como lo dijimos en campaña? Lo que impactará en materia de programas sociales, lo que impactará en materia de la planilla pública, esa que hicimos un esfuerzo para pagar a tiempo”, cuestionó.
El mandatario recordó que no es posible, como se lo han sugerido, que el Gobierno deje de pagar la deuda interna, porque son las mismas instituciones públicas y los fondos de pensiones a los que hay que pagarles.
llega a un acuerdo y luego no se puede respaldar con las propias bases, pero nosotros seguiremos adelante. Seguiremos adelante dialogando, seguiremos adelante con el acuerdo construido, con la mediación de la Iglesia y seguiremos adelante con los que sí tienen voluntad para llegar a acuerdos y para construir”, manifestó.
Añadió que el trámite de la reforma fiscal se reanudará este lunes, con la discusión de mociones de reiteración. Este es el último escalón en el que se pueden hacer cambios, antes de someter el texto a primer debate.
Decidido a seguir. Pese a la negativa de algunos sectores, Alvarado todavía se siente optimista de que la negociación llegue a buen puerto.
“Yo no pierdo la confianza en quienes quieran sumarse a construir. El acuerdo está vigente para quienes quieran sumarse... Y eso el Gobierno no lo retirará”.
El documento establece que, a partir de este lunes, sindicatos y Gobierno iniciarían una nueva mesa de diálogo en busca de modificar el contenido del proyecto de reforma fiscal que conoce la Asamblea Legislativa bajo el expediente legislativo 20.580. Las opciones podrían ser por vía administrativa, es decir mediante decretos ejecutivos, o bien legislativa, con mociones existentes o incluso futuros proyectos. La decisión la tomarían los diputados.
A la mesa de conversaciones para decidir el cambio, según el acuerdo, se podrían integrar otros sectores que las partes planteen invitar.
Además, el Ejecutivo se comprometió a no tomar ninguna represalia contra los participantes que estuvieron en huelga y ellos deben incorporarse a sus trabajos una vez que se ratifique dicho acuerdo.
Alvarado dio estas declaraciones en Puntarenas, donde este domingo se realizó el Consejo de Gobierno en conmemoración del héroe nacional Juan Rafael Mora y del general José María Cañas.
En esta actividad, dio un enérgico discurso en el que alentó a su gabinete y a los diputados presentes a sacar adelante la reforma fiscal que se discute en el Congreso y la cual espera esté aprobada en primer debate en octubre. El mandatario fue crítico de quienes se oponen a la reforma sin considerar las implicaciones de ello.
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