La Nacion (Costa Rica)

Nobel de la Paz premia el combate a violencia sexual

→Escritora Nadia Murad, de 25 años, sufrió múltiples ataques a manos de miembros del EI

- Nobel para héroes de lucha contra la violencia sexual. Video en nacion.com

OSLO. AFP- El Premio Nobel de la Paz fue atribuido este viernes al médico congoleño Denis Mukwege y a la yazidí exesclava sexual del grupo Estado Islámico (EI) Nadia Murad, dos héroes de la lucha contra la violencia sexual utilizada como “arma de guerra” en los conflictos.

Denis Mukwege, ginecólogo de 63 años, y Nadia Murad, víctima de 25 y convertida en vocera de la causa de las mujeres y de su pueblo, encarnan un movimiento planetario que supera el marco de los conflictos, como lo evidencia la ola mundial #MeToo, desatada hace exactament­e un año por unas revelacion­es de prensa.

Ambos fueron recompensa­dos “por sus esfuerzos para poner fin al uso de la violencia sexual como arma de guerra”, dijo la presidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen.

Ambos dedicaron su premio a los cientos de miles de mujeres víctimas de la violencia sexual.

“Este premio Nobel supone un reconocimi­ento del sufrimient­o y de la falta de una reparación justa para las mujeres víctimas de violacione­s y de violencia sexual en todos los países del mundo y en todos los continente­s”, dijo Denis Mukwege en una breve declaració­n desde su hospital de Panzi, que fundó en 1999 en Bukavu, en el este de República Democrátic­a del Congo (RDC).

“El hombre que repara mujeres” –título de un documental en su honor– estaba en plena operación cuando llegó la informació­n sobre el Nobel. “Estaba en el quirófano (...), de repente entró gente y me informaron sobre la noticia”, contó Mukwege al periódico noruego VG.

Su hospital ha tratado a unas 50.000 víctimas de violacione­s, entre mujeres, niños e incluso bebés, a lo largo de dos decenios. Para el congoleño, los ataques sexuales son “armas de destrucció­n masiva”.

En carne propia. La iraquí Nadia Murad, de la minoría yazidí, ha vivido en carne propia estos horrores. Como miles de niñas y mujeres de su comunidad, la joven fue esclava sexual del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el 2014, antes de lograr huir.

“No me resultó fácil hablar de lo que me ocurrió porque no es fácil, especialme­nte para las mujeres en Oriente Medio, decir que fuimos esclavas sexuales”, destacó este viernes al reaccionar ante el premio.

El Nobel “significa mucho, no solo para mí, sino para todas las mujeres de Irak y de todo el mundo” víctimas de vio- lencia sexual, dijo por teléfono al sitio web del galardón.

Embajadora de la Organizaci­ón de Naciones Unidas (ONU) para la Dignidad de los Sobrevivie­ntes de Trata de Personas desde el 2016, Murad –cuya madre y seis hermanos fueron asesinados por el EI– milita para que las persecucio­nes cometidas contra los yazidíes sean considerad­as un genocidio.

Mundo aplaudió. Los dos galardonad­os con el Nobel recibieron felicitaci­ones de todo el mundo.

“Es difícil imaginar a dos laureados más dignos”, dijo la alta comisionad­a de la ONU para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet.

El presidente de Irak, Barham Saleh, declaró que la atribución del Premio Nobel a Nadia Murad era “un honor para todos los iraquíes que combatiero­n el terrorismo”.

El secretario general de la Organizaci­ón del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenber­g, saludó los “infatigabl­es esfuerzos” para que cesen “los crímenes más oscuros”; en tanto la canciller alemana, Angela Merkel, manifestó que los premiados “lanzan un grito de humanidad en medio de inimaginab­les horrores”.

Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ambos preservan “los valores comunes” de Naciones Unidas.

La violación causa cientos de miles de víctimas en los conflictos o en las campañas de opresión de las minorías en todos los continente­s, pero la toma de conciencia internacio­nal está progresand­o.

La resolución 1820 del Consejo de Seguridad de la ONU, adop- tada en el 2008, estipula que la violencia sexual “puede constituir un crimen de guerra, un crimen contra la humanidad o un elemento constituti­vo de crimen de genocidio”.

“MeToo y los crímenes de guerra no son lo mismo”, puntualizó Reiss-Andersen. “Pero tienen un punto en común: es importante ver el sufrimient­o de las mujeres, ver los abusos y permitir que las mujeres renuncien a la vergüenza y se atrevan a hablar”, agregó.

La onda expansiva ha alcanzado hasta la institució­n del Nobel, pues un escándalo de violación condujo a la Academia Sueca a postergar un año el Nobel de Literatura 2018.

Denis Mukwege y Nadia Murad se repartirán el Nobel. El galardón consiste en un diploma, una medalla de oro y un cheque de 9 millones de coronas suecas (unos $990.000) que se les entregará en Oslo, Noruega, el próximo 10 de diciembre.

 ?? AFP ?? El ginecólogo congoleño Denis Mukwege (izquierda) y Nadia Murad han realizado una contribuci­ón crucial para luchar contra el uso de la violencia sexual como arma de guerra. Ellos recibirán el Premio Nobel de la Paz, el 10 de diciembre, en Oslo, Noruega.
AFP El ginecólogo congoleño Denis Mukwege (izquierda) y Nadia Murad han realizado una contribuci­ón crucial para luchar contra el uso de la violencia sexual como arma de guerra. Ellos recibirán el Premio Nobel de la Paz, el 10 de diciembre, en Oslo, Noruega.

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