Caravana de hondureños replegada en puente fronterizo
→Policía mexicana contuvo a la masa con balas de goma y gases lacrimógenos →Solo unos pocos, entre ellos mujeres y niños, lograron pasar a territorio mexicano
CIUDAD HIDALGO, MÉXICO. AFP.Miles de migrantes hondureños, que salieron en caravana de su país con destino a Estados Unidos, colmaban este viernes el puente fronterizo entre México y Guatemala, luego de irrumpir en estampida y romper cercos del lado guatemalteco, forzando a policías mexicanos a contenerlos con equipos antimotines.
Sacándose del camino vallas metálicas desplegadas sobre el puente, unos pocos lograron cruzar a México, pero la mayoría fue replegada detrás de la reja por agentes mexicanos, quienes usaron balas de goma y gases lacrimógenos.
“Estamos huyendo de la violencia y llegamos aquí solo para que nos golpeen más”, se quejó Marta Ornelas, de 28 años, quien logró cruzar con su bebé en brazos por el puente internacional sobre el río Suchiate, el cual separa a ambos países.
“No sé qué pasó, (...) íbamos a cruzar en paz y, de repente, comenzaron las piedras y los gases”, agregó la mujer, quien perdió a sus dos hijos, de 10 y 15 años, en la marea de migrantes.
Los aproximadamente 4.000 hondureños que intentan escapar de la violencia y pobreza en su país, habían superado al grito de “¡Sí se puede!” una barrera de decenas de policías y militares que se apostaron con vehículos blindados.
Sin embargo, policías mexicanos los contuvieron y, posteriormente, solo permitieron pasar a algunas mujeres y niños.
Al calmarse un poco los ánimos luego de la refriega, el puente parecía un gran campamento improvisado con centenares de personas sentadas en un clima de tensión y espera. Los migrantes salieron el sábado pasado de San Pedro Sula.
Momentos tensos. La llegada del éxodo a México estuvo marcada por momentos de tensión entre las familias hondureñas y las fuerzas de seguridad.
Gases lacrimógenos y disparos de balas de goma fueron también lanzados por los policías contra los caminantes que estaban en la orilla del río, provocando heridos en ambos bandos y entre algunos periodistas.
Más tarde, en entrevista con una televisora de México, Manelich Castilla, comisionado general de la Policía Federal, declaró que “se cumplió el primer objetivo, que era evitar que, a través de la violencia, se vulnere nuestra frontera”.
“Si va a haber un ingreso, será en los términos que se han dicho desde un principio: ordenado, con procedimientos establecidos, jamás por la violencia ni por la fuerza, como se pretendió por un grupo de personas”, agregó y dijo que se atendería a los migrantes en dos bloques.
La marea migratoria desató la furia del presidente Donald Trump, quien amenazó esta semana con cortar la ayuda económica a Guatemala, El Salvador y Honduras si no contenían la caravana. También pidió a México detenerla, so pena de cerrar con militares la frontera sur de Estados Unidos.
“Estamos rápidamente llegando a un punto que parece ser (...) de crisis: cifras récord de migrantes”, expresó el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, al canciller mexicano, Luis Videgaray, durante una conferencia de prensa conjunta en Ciudad de México.
Antes de su regreso a Estados Unidos, Pompeo calificó la caravana como un “esfuerzo organizado para pasar y violar la soberanía de México”.
“La política migratoria de México la define México, así como la política migratoria de Estados Unidos la define Estados Unidos”, replicó Videgaray.
■
“NUNCA NOS IMAGINAMOS QUE ESTO IBA A PASAR. NOSOTROS VENÍAMOS CON LA IDEA DE QUE MÉXICO NOS IBA A RECIBIR EN PAZ Y A DEJARNOS PASAR, PERO HASTA A LOS NIÑOS HIRIERON.
Josué
Herrera
Migrante de 32 años