La Nacion (Costa Rica)

¿Quién tiene el récord tico en la Maratón de Nueva York?

▶ Con 40 años, Luis López hizo 2:20:54 en la Gran Manzana y fue tercero de su categoría

- Fiorella Masís A. fiorella.masis@nacion.com

Luis López Róger es un nombre del atletismo de antaño, pero él todavía conserva un récord entre los corredores nacionales.

Sus 2 horas, 20 minutos y 54 segundos en la Maratón de Nueva York de 1989 sigue vigente como el mejor tiempo de un costarrice­nse en la afamada competenci­a.

El próximo domingo, cuando se dispute una nueva edición, se cumplirán 29 años de que ningún tico consiga bajar ese cronómetro.

En sus espaldas acumuló más de 50 maratones y muchos lugares de honor. La Gran Manzana fue tan solo una muestra de su talento.

López empezó “tarde” en la disciplina, pasados sus 30 años, pero eso ni siquiera le impidió participar en dos Juegos Olímpicos: Seúl 1988 y Barcelona 1992.

Un físico privilegia­do. Lo que dejó claro durante sus años como corredor es que el talento lo traía en su ADN y después lo fue puliendo.

Su hija, Adriana López, recuerda que lo llamaban “máquina o marciano”, una forma muy clara de describir su capacidad sobre el asfalto.

“Era interminab­le, porque un cuerpo común no podía correr una maratón hoy y, en dos meses, volverlo a hacer; mi papá era una carrera tras otra. Me acuerdo de verlo todos los domingos corriendo”, comentó su primogénit­a.

Su amor por el atletismo lo combinaba con sus obligacion­es como papá y técnico en diseño de carreteras del Ministerio de Obras Públicas y Transporte­s (MOPT).

Corrió muchas veces sin patrocinad­ores. Después apareció la ayuda de Zepol y la agencia de viajes Colosal, que le permitió participar en Nueva York y en otras ciudades.

“Siempre fue un ganador; cuando él corría, era para ganar. Amó su carrera y la sigue admirando, pero con mucha humildad, no le gusta hacer alarde de sus logros”, explica su hija.

Los recuerdos los tiene guardados en la mente y en un pequeño rincón de su casa, en Moravia, donde conserva parte de las medallas y trofeos que conquistó. Uno de ellos es el que lo acreditó con el tercer puesto de su división en Nueva York.

“Morirá con el sentimient­o de poder ser mejor siempre; pienso que es un bonito mensaje para la juventud y los corredores. No es fácil, requiere esfuerzos, y el que quiere cosas importante­s tiene que buscar la excelencia”, agregó López.

Ese fue el ejemplo que plasmó en sus cinco hijos, quienes fueron testigos cercanos de muchas etapas de su papá cuando se ponía las tenis.

Por ejemplo, gracias a los premios económicos, llegaron regalos de Navidad, tenis y algunos útiles escolares.

“En algún momento, el atletismo se convirtió en trabajo porque era atleta de alto rendimient­o. Muchos de los proyectos que forjó fueron con lo que ganaba. Nos traía cosas bonitas de Estados Unidos, pues en esa época, para comprarlas en Costa Rica, había que tener mucha plata”, dice Adriana.

Orgullosa, asegura que actualment­e, a sus casi 70 años, su padre todavía sale a correr, pero no compite, probableme­nte por esa misma ambición que lo caracteriz­ó. “No se siente al nivel para hacerlo como a él le gusta”, confiesa.

 ?? MELISSA FERNÁNDEZ ?? Adriana López, hija de don Luis, atesora recuerdos de cuando su padre era corredor. Uno de ellos es una nota de La Nación en que se informa de su participac­ión en la maratón de Barcelona 1992.
MELISSA FERNÁNDEZ Adriana López, hija de don Luis, atesora recuerdos de cuando su padre era corredor. Uno de ellos es una nota de La Nación en que se informa de su participac­ión en la maratón de Barcelona 1992.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica