Productores de marihuana habrían ordenado decapitar a socio por disputas
Banda tenía laboratorios hidropónicos en San Ramón, San Carlos, Moravia y Barranca Organización se dedicaba a legitimar dinero y enviar cocaína a Estados Unidos y México
Una banda de narcotraficantes, dedicados a producir marihuana hidropónica, ordenó decapitar a uno de sus socios por disputas internas.
Esa es la hipótesis principal que maneja el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) sobre el móvil que ocasionó el asesinato de Diego Fernando García Lemus, de 42 años.
Su cuerpo apareció el 28 de abril pasado a un lado de la carretera en Santiago de San Ramón, Alajuela.
Este hombre, de nacionalidad colombiana, con 10 años de residir en el país y quien se identificaba como empresario dedicado a la venta de ropa y dueño de talleres, también era miembro del grupo delictivo. De momento, se desconoce qué provocó el enfrentamiento con sus antiguos socios.
Según la Policía Judicial, este grupo producía marihuana de una manera controlada, en laboratorios ubicados en San Ramón, Barranca de Puntarenas, Paracito de Moravia y La Fortuna de San Carlos.
La banda, que se presume tiene varios años de operar en el país, también enviaba cocaína a Estados Unidos y México, y recibía dólares de Norteamérica para enviarlos a Colombia. No se descarta que, además, se encargara de legitimar dinero.
Pablo Calvo Salas, jefe del OIJ de San Ramón, desde donde se dirigió la investigación, dijo que recabaron estos datos en siete meses.
“Dentro de la investigación, tenemos que se dedican a construir e instalar laboratorios hidropónicos. Aparentemente, legitimaban capitales y se dedican al trasiego de psicotrópicos, propiamente cocaína”, afirmó.
Golpe a banda. Este miércoles, en siete allanamientos, se detuvo a seis personas que, presuntamente, formaban parte de la organización.
Se trata de dos colombianos de apellidos Londoño Mejía y Muñoz Madrigal, de 35 y 48 años. Además, se arrestó a una mujer costarricense apellidada Flores Guevara, de 27 (compañera sentimental de Londoño) y a otros tres hombres también costarricenses de apellidos Zúñiga Quirós, de 25, Vargas Hurtado, de 31, y Lewin Ramírez, de 47. Las capturas se dieron en San Ramón de Alajuela, Barranca de Puntarenas, Los Sitios de Moravia y Zetillal de Goicoechea.
Según la Policía, el hecho que desencadena esta investigación fue el secuestro y posterior asesinato de Diego Fernando García Lemus. Él fue secuestrado el 26 de abril pasado, cuando varios individuos se lo llevaron por la fuerza al llegar a su casa, detrás del edificio de los tribunales, en Montelimar de Goicoechea, San José.
García estuvo retenido en una quinta en La Cima de San Ramón. Se trata de una propiedad con cuatro edificaciones, cuya casa principal fue acondicionada para tener un laboratorio de marihuana.
En ese lugar, informó el OIJ, decapitaron a la víctima.
Pablo Calvo dijo que mientras el extranjero estuvo secuestrado, los captores llamaron a la familia de García Lemus en Cali, Colombia, y le pidieron $2 millones como rescate.
“Tratan de hacer creer de que era un secuestro extorsivo, pero tenían otras intenciones”, dijo Calvo. Los agentes corrobararon que los parientes pagaron $14.000 (¢8 millones, aproximadamente) a los secuestradores.
Sin embargo, el 28 de abril García aparece decapitado. El cuerpo tenía heridas punzocortantes en la cabeza, rostro y extremidades inferiores.
Como parte de las investigaciones, el 9 de mayo pasado se allanó la casa en La Cima de San Ramón. En aquella ocasión se detuvo en el lugar a Zúñiga Quirós, a quien le dictaron seis prisión preventiva que vencieron el 9 de noviembre, razón por la cual estaba en libertad.
Entre tanto, el Ministerio Público comunicó que cada miembro de la banda se encargaba de diferentes tareas dentro de la organización. El caso se sigue investigando bajo el expediente 18-000641-068-PE y no se descartan más detenciones.
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