Defensa de salarios
No puede ser que los “profesionales” de las calles sigan haciendo lo que quieran y no pase nada.
Por fortuna, ese ser costarricense siempre está presente en los momentos requeridos. Alumnos y educadores del colegio Yurusti de Santo Domingo dijeron presente y en sus horas libres fueron en auxilio de los estudiantes de la escuela Félix Arcadio Montero. Con letras de oro se debe resaltar al personal administrativo y docente de la escuela de Cipreses de Oreamuno, por su sentido de responsabilidad, vocación y humanismo, al haber rechazado el irresponsable llamado a la huelga.
Esa es la vía rápida de los políticos, amparados por leyes, lejos de la participación ciudadana de otros profesionales en igualdad de condiciones. Lo otro es el salario: ¢9,5 millones. ¡La crisis no es para todos! En materia salarial tenemos instituciones públicas muy alejadas unas de otras. No sé por qué tengo el presentimiento de que los educadores que ganan menos son quienes no participaron en la huelga porque necesitan su trabajo, y lo hacen con esmero y dedicación (vocación) y son conscientes de la importancia de mantenerse en las aulas enseñando materia y principios a sus estudiantes.
Se confirma que solo defendían sus privilegios salariales y son culpables de la situación económica que vive el país.