Reforma educativa
Poco después de la firma de la reforma fiscal, el presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, anunció los cinco ejes principales de trabajo de su gobierno, que incluye la imperiosa y demandada reforma educativa. Si queremos resolver los problemas del sistema educativo nacional, la reforma debe ser estructural, sistémica, visionaria, científica y a largo plazo.
Debe incluir la educación formal y la superior, así como la formación técnica profesional dada por los colegios técnicos profesionales y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
La educación dual tendría que ser parte esencial de la reforma, y de ninguna manera constituye un fin en sí misma. Es solo una modalidad o estrategia pedagógica dentro de los cambios e innovaciones.
Se requiere un verdadero proceso de diálogo responsable y concertación nacional, con la participación de los sectores y actores relacionados, públicos y privados, con una fecha límite de entrega, bajo la rectoría del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Los estudios de la Comisión de Ciencia, Tecnología y Educación de la Asamblea Legislativa que analiza este proyecto de ley es otra parodia más de los acontecimientos que reproducimos del exterior.
Estamos llenos de leyes y decretos, que se replican y confunden la práctica.