Atletismo salvó al corredor Jean López de los vicios
▶ Hoy divide su tiempo entre el trabajo en una bananera y el deporte de sus amores
Jean López no se consideró alcohólico, pero sí recuerda que su vida estuvo llena de vicios, andaba en fiestas constantemente y tenía una personalidad rebelde o “matona”, como él mismo la describe.
A sus 35 años mira ese pasado con autocrítica y satisfecho de haber dejado el licor y la caja de cigarrillos que se fumaba diariamente. En cambio, transformó esas experiencias en kilómetros sobre la carretera y se dedicó a un deporte que lo enamoró desde niño.
Cuando era pequeño vio a su papá correr. Estuvo en un equipo de Pococí e incluso participó en eliminatorias para Juegos Centroamericanos.
Entre ese cantón limonense y el Valle La Estrella , donde vivió con su mamá, creció y se fue involucrando en los vicios, hasta que sintió que había llegado al límite.
“Se me estaba saliendo de control todo eso, se me vinieron muchos problemas y un día conversando por teléfono con mi papá me dijo que volviera a correr", recuerda.
En ese momento tenía 26 años y ya trabajaba en la bananera, donde todavía labora.
López afirma que tuvo temor de volver al asfalto, pero un día se decidió, tomó un par de tenis viejas y salió a trotar. 15 días después hizo una carrera en Limón y terminó en el puesto 49.
Durante la prueba observó a un adulto mayor corriendo y asegura que eso le sirvió para sacar el orgullo y sentir un poco de vergüenza por lo que estaba haciendo con su vida.
“Me metí de lleno en el atletismo. El plan de entrenamiento me lo hacía mi papá y luego de cuatro meses fui a hacer la carrera Coopecaja y la gané”.
En ese tiempo de cuatro meses le tocó enfrentar dos recaídas ante el alcohol, pero no volvió a probar el cigarro.
“Mi exesposa me despertó esas dos ocasiones en la madrugada y me dijo: ‘así como llegó borracho anoche, tiene que ir a entrenar’. Por dicha aprendí y nunca más”.
Al ganar la carrera Coopecaja, un entrenador llamado Milton Mora, lo observó e invitó a entrenar con él. A partir de ese momento el atletismo fue su mejor aliado. Estuvo en el equipo de New Balance y después llegó hasta el de Coopenae.
Con esa organización se mantiene “desde hace siete u ocho años” y asegura que ha sido su sostén para mantenerse en el atletismo.
Trabajo. El deporte lo combina con las nueve o hasta 11 horas diarias en la bananera, en Cariari de Pococí. Ahí reside actualmente pese a que hizo un intento por vivir en San José.
A finales del año anterior se fue a la capital con la intención de estar más cerca del equipo y su entrenador, Jorge Burger, y buscar un trabajo menos desgastante. Sin embargo, el plan no resultó como deseaba.
Nunca encontró trabajo, se empezó a enfermar de estrés y diez meses después tuvo que regresar.”Tenía que pasarle la plata a mis hijos y subsistir, entonces me fui a Cariari para estar un poco más cerca, no volví al Valle La Estrella y por dicha en la compañía me dieron el trabajo en la bananera de nuevo”.
Ahí cumple con los trabajos que le envía su entrenador y cuando tiene que hacer pista, viaja 28 kilómetros en bus para ir al Polideportivo de Guápiles.
“Jean es una persona que le ha costado tanto la vida, ha tenido que trabajar muy duro, con trabajos muy físicos y ha desarrollado una gran disciplina, es su principal característica. Definitivamente las circunstancias que la vida le ha puesto lo han hecho una persona perseverante”, asegura Jorge Burger, quien lo entrena desde aproximadamente hace tres años.
López ha centrado la mayoría de su carrera en 5.000 y 10.000 metros, pero ha tenido algunas pinceladas de 21 kilómetros.
Incluso, sin ser especialista en esa distancia, concluyó segundo en la media maratón de Under Armour, disputada en noviembre anterior, con un tiempo de 1:11:38.
“Es muy valioso lo que Jean hace para poder entrenar y mantenerse al mismo nivel o mejor que algunos compañeros, como en esa carrera o cuando les ha ganado”, manifestó el entrenador Burger.
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