AyA busca frenar robo de tapas de alcantarillas
→ Tapaderas valen cerca de ¢105.000 cada una; ¢25.000 más que anteriores
De 15 a 20 tapas de alcantarillada perdía por mes el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) a manos de delincuentes que las llevaban a fundidoras de hierro.
Ante el problema que implicaba para peatones y conductores, aparte de costear la reposición por unos ¢20 millones, la entidad decidió variar el diseño y los materiales de estas tapaderas para sus alcantarillas de aguas residuales, con la idea de volverlas menos atractivas para el hampa.R INFOGRAFÍA.
Ahora para elaborarlas, el AyA importa desde España un tipo de tapa de hierro dúctil (una aleación de hierro y granito) que es inmune a hornos de fundición convencionales ya que el material tiene más dureza y resistencia al calor.
“Estas no se funden tan fácilmente, se requieren hornos especializados capaces de altísimas temperaturas para derretirlas. Entonces, si alguien intentara llevarse una, no podría utilizarla luego para fundirla. Esto desestimula a los ladrones”, explicó Manuel López Fonseca, director de la Unidad de Tratamiento y Recolección de la GAM del Instituto.
Con una vida útil de 35 a 40 años, esas tapas cuestan alrededor de ¢105.000 cada una; unos ¢25.000 adicionales respecto a las de hierro convencional.
El cambió se concentró en la Gran Área Metropolitana (GAM) donde el AyA tiene 23.000 pozos de alcantarillado. Los puntos calientes, aseguró, estaban en Desamparados, Pavas, La Uruca, León XIII y sectores de Tibás.
El Instituto, además, trae desde México otras tapas hechas de un polietileno de alta densidad (un tipo de plástico de alta resistencia) que coloca en zonas más despobladas (áreas donde los colectores pasan por riberas de río) y con escasa vigilancia.
“Esas zonas más desoladas suelen ser los sitios donde los delincuentes tienen más oportunidad y tiempo de llevárselas; entonces ponemos ahí las de plástico para quitarles aún más el impulso", explicó en referencia a estos sellos cuyo costo ronda los ¢110.000 por unidad.
Junto al cambio de materiales, el diseño de las tapas ahora incluye el uso de bisagras pega- bajó la tasa de incidencia de robos por las nuevas medidas. BISAGRAS das a un marco de seguridad el se asegura con cemento a la superficie. Esto evita que las tapas estén sueltas.
Además, cada pieza tiene un cerrojo que utiliza una llave especial con lo cual un particular tampoco podría abrirlas.
Todos estos cambios también apuntan a prevenir accidentes ya que, un pozo de alcantarilla sin sello aumenta el riesgo de una caída tanto para autos (motocicletas en particular) como personas.
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