La Nacion (Costa Rica)

El correo es una frontera

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Los traficante­s han utilizado el correo tico para trasegar drogas tradiciona­les, pero ya aparecen otrs como la ketamina.

Correos de Costa Rica, la Policía de Control de Drogas (PCD) del Ministerio de Seguridad Pública y el Servicio Nacional de Aduanas del Ministerio de Hacienda acordaron desplegar un esfuerzo conjunto para impedir el uso del servicio postal en el trasiego ilícito de drogas y dinero.

Es una iniciativa oportuna porque el problema crece en todo el mundo de la mano de nuevas generacion­es de drogas sintéticas cuyo reducido volumen en relación con su potencia hace viable el lucro con embarques tan pequeños y livianos como para viajar en una simple carta. Un sobre estándar de correo puede transporta­r 50.000 dosis de fentanyl, el opioide más común y mortífero en los Estados Unidos.

Las drogas sintéticas, fabricadas en laboratori­os, también son conocidas como emergentes para diferencia­rlas de la marihuana, la cocaína, la heroína y las sustancias sintéticas más tradiciona­les, como el LSD. Hasta ahora, los traficante­s han utilizado el correo costarrice­nse para trasegar drogas tradiciona­les, pero ya aparecen entre los decomisos algunas de uso ilícito más recientes, como la ketamina.

Por razones de volumen, muchas drogas tradiciona­les viajan disimulada­s en paquetes de mayor tamaño, pero las sustancias emergentes plantean un reto formidable a los servicios postales. En los Estados Unidos, los nuevos opioides compiten con la heroína como principal causa de sobredosis, muchas veces mortales y siempre graves, pero el servicio de correos no logra detener todos los envíos, principalm­ente, provenient­es de Asia y, en particular, China.

Correos de Costa Rica ha dado el enorme paso de admitir la existencia del problema y aliarse con los expertos para enfrentarl­o. La negación es casi instintiva en casos como este, particular­mente cuando se trata de empresas sometidas a competenci­a. El viejo sistema postal ha logrado transforma­rse para sobrevivir con éxito en un mercado reñido. La franqueza ante el problema del narcotráfi­co y el anuncio de las medidas adoptadas para combatirlo invitan a depositar confianza en un servicio donde ese elemento es fundamenta­l.

Correos y Aduanas selecciona­ron al personal idóneo y la Policía de Control de Drogas lo capacitó. La empresa invirtió en equipos, incluidos escáneres de alta tecnología y la Unidad Canina de Seguridad Pública participa en revisiones diarias de la paquetería nacional e internacio­nal para detectar drogas, dinero y explosivos.

Ya son varias las capturas derivadas del hallazgo de sustancias ilícitas en sobres y paquetes. Los agentes antinarcót­icos desarticul­aron dos bandas dedicadas a exportar metanfetam­inas y cocaína mediante el correo. Las detencione­s se produjeron tras la detección de cristales de droga en paquetes mezclados con la correspond­encia legal.

Cartas, libros, adornos, juguetes, maquillaje, artesanías, jabón, café, témperas, cuadernos, botellas para refrescos, recipiente­s con medicament­os, bolsas de arroz, comida para perros, ropa y calzado para bebé, un retablo con la imagen de Cristo, regalos de Navidad, folletos y catálogos están entre los vehículos empleados para el trasiego de drogas y dinero ya detectados por las autoridade­s nacionales.

El servicio de correos es una frontera más, de vital importanci­a vista la naturaleza de las drogas emergentes, sin menospreci­ar el peso todavía conservado por las tradiciona­les. Las medidas adoptadas por Correos de Costa Rica en coordinaci­ón con las autoridade­s competente­s merecen reconocimi­ento.

Los traficante­s han utilizado el correo costarrice­nse para trasegar drogas tradiciona­les, pero ya aparecen entre los decomisos algunas de uso ilícito más reciente, como la ketamina

Un sobre estándar puede transporta­r 50.000 dosis de fentanyl, el opioide más común y mortífero en los Estados Unidos

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