Mujeres son la esperanza para bajar pobreza y desempleo
Pasaría del 20% al 11% Población con carencias disminuiría si todas las mujeres tuvieran trabajo Un millón no labora Un 30% asegura que atención del hogar les impide buscar un empleo 4.° país en Latinoamérica Costa Rica con baja participación femenina en
Estudios sobre la transformación de la población de Costa Rica indican que la época en la que el mayor número de habitantes se encuentra en edades productivas acabará en el 2020, sin que el país haya aprovechado el máximo potencial del llamado bono demográfico para fortalecer la economía y al Estado.
A partir de ahora, disminuirá el peso de los jóvenes y el de los adultos mayores irá en aumento, al tiempo que se requiere incrementar la producción, aumentar los ingresos tributarios, fortalecer la seguridad social y sostener los regímenes de pensiones.
La pregunta es, ¿quiénes van a generar todo eso?
Estudios del programa Estado de La Nación y del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplán) coinciden en que el potencial para sacar adelante el país lo tiene una generación de personas que están listas para salir a trabajar, si se les dan las condiciones para hacerlo.
“La oportunidad sería que nosotras las mujeres compensemos por esa población que se está retirando de los mercados laborales formales, de aquí al 2050, y que seamos cada vez más productivas. Que nos ubiquemos en empleos de mayor productividad y que podamos contribuir con la productividad agregada nacional y cerrar las brechas, tanto territoriales como de ingreso”, explicó Pilar Garrido, ministra de Planificación.
Grupo fundamental. Los investigadores lo llaman bono de género. Se trata de las mujeres en edad productiva (entre 18 y 65 años, aproximadamente) que podrían estar trabajando, pero no han encontrado empleo o por alguna limitación no han podido buscar uno.
Actualmente, en la primera Un aporte vital categoría hay 118.200 mujeres, una cifra similar a la de los 124.000 hombres que se encuentran desempleados, según la Encuesta Continua de Empleo del tercer trimestre del 2018.
No obstante, según Natalia Morales, investigadora del Estado de la Nación, el potencial es aún mayor al considerar las mujeres que se encuentran fuera de la fuerza laboral, las cuales duplican a los 500.000 hombres que están en la misma condición.
“¿Por qué es un bono de géne- ro y no total? Bueno, porque en los hombres la participación está llegando casi al máximo posible; ya los que no trabajan es porque tienen alguna limitación personal. En las mujeres hay un gran potencial, podríamos aumentar la participación en casi 25 o 30 puntos porcentuales, porque hay gran cantidad de mujeres disponibles en edad de trabajar”, destacó Morales.
La participación se refiere al porcentaje de personas que pertenecen a la fuerza de trabajo (que están ocupadas o en busca de empleo) con respecto al total de población de 15 años y más.
Para el 2017, el aporte laboral femenino llegó a un 45%, después de haber aumentado en 12,5 puntos desde 1990, cuando el indicador era de un 32,5%. En contraste, el año pasado la participación de los hombres llegó al 73%. La diferencia es de 28 puntos porcentuales.
De hecho, según estimaciones incluidas en el informe del Estado de la Nación del 2018, si todas las mujeres que están sin trabajar consiguieran un empleo, la pobreza podría reducirse de un 20% a un 11%. En cambio, si ocurriera lo mismo con los hombres, la disminución sería de tres puntos porcentuales.
Otra investigación publicada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calculó que durante el periodo 2010-2040, el bono de género podría contribuir con cerca de 0,5% puntos porcentuales al crecimiento del producto interno bruto (PIB).
“El potencial que tiene el bono de género es similar al potencial que tuvo el bono demográfico”, afirmó Pamela Jiménez, investigadora del Estado de la Nación y del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica (UCR)
La ministra Garrido destacó los múltiples beneficios que traería consigo una mayor incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, entre ellos el de ayudar a contener e incluso reducir el crecimiento de la desigualdad, una de las metas que se planteó el gobierno en el Plan Nacional de Desarrollo.
“Si lo logramos, disminuimos la tasa de desempleo abierto, disminuimos el coeficiente de Gini (el medidor de desigualdad), generamos más crecimiento y más productividad, y si logramos que estos empleos sean de más alta calificación, con más innovación, estamos contribuyendo con la otra meta nacional, que tiene que ver con la reducción de emisiones”, puntualizó la jerarca.
Jiménez señaló que también se trata del derecho que deben tener las mujeres para elegir a lo que se dedicarán.
“¿Por qué a un Gobierno le importa que las mujeres participen más en el mercado? Primero, por un tema de derechos humanos. ¿Por qué? Porque significa que este país tiene barreras que tiene que eliminar, darle la oportunidad a las mujeres y darles la libertad de elegir”, aseguró la experta.
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“LA OPORTUNIDAD SERÍA QUE NOSOTRAS LAS MUJERES COMPENSEMOS POR ESA POBLACIÓN QUE SE ESTÁ RETIRANDO DE LOS MERCADOS LABORALES FORMALES, DE AQUÍ AL 2050, Y QUE SEAMOS CADA VEZ MÁS
’’ PRODUCTIVAS (...).
Pilar
Garrido
Ministra de Planificación
“(...) EN LAS MUJERES HAY UN GRAN POTENCIAL, PODRÍAMOS AUMENTAR LA PARTICIPACIÓN EN CASI 25 O 30 PUNTOS PORCENTUALES LA PARTICIPACIÓN, PORQUE HAY GRAN CANTIDAD DE MUJERES DISPONIBLES EN
’ ’ EDAD DE TRABAJAR . Natalia
Morales
Investigadora del
Estado de la Nación
“¿QUÉ SON LAS BARRERAS QUE AHORA ENFRENTAN LAS MUJERES Y QUE LIMITAN QUE SE PUEDAN INCORPORAR AL MERCADO? EL TRABAJO DOMÉSTICO NO REMUNERADO Y EL CUIDO DE LOS HIJOS. (...) EL 75% DEL TRABAJO DOMÉSTICO ES REALIZADO
’’ POR MUJERES,
Pamela
Jiménez
Investigadora de la UCR