Congreso dividido obligará a negociar a presidente Trump
→Partido Republicano domina el Senado y la oposición en la Cámara de Representantes →La demócrata Nancy Pelosi asume tercer cargo más importante en política de EE. UU.
WASHINGTON. AFP. - La política estadounidenses inició este jueves un nuevo capítulo con la inauguración de un Congreso que refleja la división del país y promete hacer contrapeso a Donald Trump, quien tras dos años gobernando con viento a favor, deberá negociar con los demócratas que recuperaron la Cámara Baja.
El nuevo Congreso, con un récord en número de mujeres y representantes provenientes de minorías, asumió funciones después del mediodía (11 a. m. en Costa Rica).
En medio de aplausos, el vicepresidente Mike Pence juramentó a los nuevos senadores, donde 53 republicanos controlarán la mayoría frente a 45 demócratas y dos independientes alineados con estos.
Para Trump, la asunción del 116.º Congreso marca el paso de la Cámara de Representantes al control de los demócratas, que tendrán 235 de los 435 escaños frente a 199 republicanos.
En este ciclo electoral, una de las figuras centrales será Nancy Pelosi, de 78 años, quien este jueves fue designada presidenta (speaker) de la Cámara Baja. R NOTA APARTE.
Pelosi llegó al Capitolio vestida de fucsia y con una sonrisa de emoción antes de someterse a la votación del pleno que la confirmó en el tercer cargo de elección popular más importante en Estados Unidos, después del presidente y el vicepresidente.
El nuevo Congreso tendrá una vocación unificadora y va a “debatir y hacer avanzar las buenas ideas, sin importar de dónde vengan”, dijo Pelosi, según extractos de su discurso, publicado con antelación. Escollo para Trump. La pérdida de la Cámara Baja le complica el panorama a Trump para el resto de su mandato y en especial para proyectos como la construcción de un muro en la frontera con México, una de sus promesas insignia de campaña.
La inauguración se produce en medio de una feroz pugna que tiene parcialmente paralizado al Gobierno desde el 22 de diciembre por la demanda de Trump de incluir en el presupuesto fondos para el muro.
Los demócratas se han opuesto firmemente a la iniciativa, que costaría más de $5.000 millones y que, según la oposición, no es la solución adecuada al complejo tema de migración.
Hasta ahora, los demócratas proponen, por un lado, renovar hasta el 30 de setiembre los presupuestos de las agencias que no son objeto de ninguna controversia y prolongar al 8 de febrero la partida del Departamento de Seguridad Interior, que se encarga de las fronteras.
Pero cualquier propuesta puede quedar en nada si no suma 60 votos en el Senado.
Trump, quien tiene derecho a veto, advirtió de que mantendrá la situación actual “el tiempo que haga falta” y convocó a una reunión este viernes.
La dilatación de la negociación hace posible que ambas partes busquen un acuerdo más amplio. Por ejemplo, una hipótesis es que los demócratas den fondos para el muro a cambio de un estatuto para los dreamers, los indocumentados que llegaron al país siendo niños.
Con el control de la Cámara, los demócratas podrán no solo bloquear iniciativas de Trump, sino también investigar sus finanzas e incluso perfilar nuevas investigaciones parlamentarias. Por ejemplo, podrían agitar el clima político concretando su promesa de exigirle al presidente que presente su declaración de impuestos.
Anoche, al cierre de esta edición, la nueva mayoría demócrata en control de la Cámara de Representantes aprobó dos leyes de financiamiento temporal que permiten dar fondos a la administración, con lo que se otor- ga un tiempo para encontrar un acuerdo sobre la inmigración.
Empero, la Casa Blanca se expresó en contra de iniciativas que no contemplen la construcción de un muro en la frontera con México y el líder del Senado advirtió de que no legislaría sin el visto bueno del presidente.
Récord hispano. El nuevo Congreso tiene el mayor número de hispanos de toda la historia, la mayoría de ellos demócratas.
Además marca la irrupción de una generación de políticos, más alejados de las élites y con orígenes sociales y raciales más diversos, como la demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, de origen puertorriqueño y nacida en el Bronx hace 29 años, quien hizo historia al ser la mujer más joven en ser electa al Congreso.
En esta oleada de cambio también entraron a la Cámara de Representantes dos mujeres indígenas: Sharice Davids y Deb Haaland, electas con una promesa de campaña de defender el medio ambiente.
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