El pesimismo saprissista
Entre aquellos que conozco, no muchos saprissistas irradian optimismo. Se quejan de los cambios en la final, añoran alguna contratación rimbombante y consideran que Herediano y la Liga llegan más fuertes.
Duele la final perdida; inevitable. Desconcertó el silencio de semana y media de sus dirigentes; lógico. Magulló el peso de los fichajes rojinegros y florenses; comprensible.
Con todo lo anterior, sin embargo, Saprissa sigue tan fuerte o tan débil como el equipo ganador de un título y un subtítulo en los últimos dos torneos. Con pocos cambios en su plantel, la llegada de Aubrey David podría permitir ajustes en una zaga que sobrecargaba a Cabral, y Suhander Zúñiga podría convertirse en una grata “sorpresa”. En sus salidas, en tanto, no hay mucho que lamentar. ¿O acaso alguien reprochará la salida de Tassio?
Aun con sus deficiencias, entre ellas la necesidad de un mejor delantero, sigue siendo candidato.
Herediano lo supera con su banquillo, una ventaja nada despreciable para un torneo con partidos miércoles-domingo-miércoles. Adicionalmente, la llegada de Medford da fuerza a la candidatura del campeón, si bien su ventaja en experiencia sobre Vladimir Quesada y Luis Diego Arnáez tampoco garantiza el título.
Después de todo, se trata del Herediano que, aun lleno de virtudes, por poco queda fuera de semifinales en el torneo anterior. Esta vez no lo veo en esas angustias, pese a algunos ajustes pendientes.
Alajuelense también depende de sus ensambles, empezando por el mejor fichaje de la temporada, el zaguero Henry Figueroa. Aunque no causa escozor en el saprissismo, como Esteban Alvarado, ni tiene tanto cartel como el arquero, está llamado a reforzar la zona más débil del cuadro manudo.
Empezando por él, la Liga necesita que las expectativas se conviertan en realidades. Si Alvarado marca diferencia, si Salvatierra es capaz de regresar de su inactividad para tapar el bache en la banda derecha, si Anthony López logra hacer relevos a Alex López y si el recién llegado Ariel Lassiter ofrece junto a Barlon Sequeira la variante de ataque que le falta por las puntas (ante la insistencia en tres delanteros que juegan más hacia el centro), Alajuelense no tendría nada que envidiar.
Las diferencias entre Herediano –ligeramente favorito–, la Liga –el mejor reforzado– y Saprissa –el más cauto en movimientos– no alcanzan para un pronóstico firme, por más que el saprissismo aún cargue con su escepticismo.
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