Minería ilegal devasta selva amazónica en Perú
Cuando los cuatro helicópteros con militares y policías peruanos aterrizaron, encontraron un pueblo fantasma: sus habitantes habían escapado horas antes, pero dejaron un enorme desierto de arena en medio de la exuberante selva amazónica.
El Gobierno lanzó esta semana una operación militar sin precedentes contra la minería ilegal en la Amazonía, principal causa de la deforestación, 13 meses después de que el papa Francisco llamó a proteger a sus comunidades y recursos naturales.
La minería ilegal, que existe en la selva peruana desde hace décadas ante la indiferencia de las autoridades, ha convertido miles de hectáreas de fértiles bosques húmedos en áridos desiertos de arena.
Los soldados debían caer por sorpresa en “Mega 12”, un campamento minero de improvisadas casas de troncos y paredes de nailon azul. Sin embargo, hubo una filtración y sus 350 habitantes huyeron llevándose lo que pudieron.
Atrás solo quedaron unos vehículos motorizados y herramientas, así como un hombre joven que fue detenido por los militares, que plantaron un mástil con una bandera peruana en medio de la aldea.
Al aproximarse en los helicópteros, desde el aire se veía una enorme mancha de color marrón claro que contrastaba con el verdor de la vegetación amazónica, en una remota zona situada a 1.000 km al este de Lima, donde la presencia del Estado ha sido nula. Ahora la zona es un desierto de arena de unas 110 hectáreas, afectada por el uso de mercurio y otros contaminantes. El presidente de Colombia, Iván Duque, atento a la situación de su país.