CNFL reta a sus empleados a ir al trabajo en bicicleta
››Más de 200 trabajadores simpatizan con la propuesta
Con la consigna de disminuir su huella de carbono, la Compañía Nacional de Fuerza Y Luz (CNFL) lanzó la campaña “Al trabajo en bici”, que invita a unos 230 empleados a utilizar este medio de transporte para trasladarse a sus oficinas.
La propuesta es todo un reto y traería grandes beneficios: según los datos suministrados por el Comité de Deportes de la CNFL, si 100 trabajadores recorren un promedio de 10 kilómetros del trabajo a su casa y viceversa, se generaría un ahorro de 31,2 toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Adriana Álvarez, gestora del proyecto, se amparó en la promulgación del decreto ejecutivo 41427-MOPT, con el cual se promueve la movilidad sostenible en la administración pública, para alinear sus objetivos con los de esta iniciativa.
Para saber cuán viable es la propuesta, se realizó un sondeo entre los funcionarios. El 56% de los empleados dijo estar dispuesto a trasladarse en bicicleta a laborar.
“Entre los rubros evaluados por la encuesta se tomaba en cuenta la manera en que los funcionarios se transportaban a su lugar de trabajo, si estaban anuentes a utilizar la bicicleta como medio de transporte y, si, de darse un acondicionamiento apropiado de las instalaciones (duchas y parqueos para la bicicleta), efectivamente harían uso de este medio de transporte”, explicó Álvarez.
A partir de ese momento, el siguiente paso –que es en el que se encuentran actualmente– es sensibilizar al personal mediante charlas y que la administración habilite las condiciones en los planteles.
Manos a la obra. Víctor Solís Rodríguez, gerente general de la CNFL, tiene claro que los principales planteles (oficinas centrales; el de La Uruca, conocido como plantel Virilla; la sede en Anonos y el de calle 21) son los más difíciles de acondicionar. Empero, la fecha programada para habilitar el servicio en esas sedes es el 1.° de abril.
“Nos hemos preocupado por habilitar estos cuatro planteles y las demás sedes funcionarían casi que al natural”, afirmó Solís, al explicar que los demás recintos cuentan con cuadrillas equipadas con duchas y espacios de estacionamiento para bicicletas.
A pesar de que la CNFL asegura que unos 300 funcionarios dijeron estar dispuestos a trasladarse en bicicleta al trabajo, no cuentan con el registro exacto de cuántas personas en verdad lo harán.
“Si tomamos como base la encuesta y suponemos que damos las máximas condiciones, habría casi 230 personas que viajarían en bici. Hoy no serían justas las mediciones porque no existen las condiciones (...), pero ese sí es el potencial”, comentó Solís.
Ante la pregunta de si cuentan con algún tipo de ayuda económica o de financiamiento para los trabajadores que no poseen las condiciones para costearse una bicicleta, la institución no ofreció respuesta.
“En la encuesta, las recomendaciones eran que la Asociación colaborara con créditos deportivos. Igual, la bicicleta urbana no es tan cara (...), usted puede conseguir una que ronde los ¢100.000. Pero, aun así, preguntaron y lo que hice fue hablar con el gerente de la Asociación Solidarista. Pero alguna ayuda externa, no”, explicó Álvarez.
Para Solís, aún están en la primera etapa, que implica garantizar que los planteles sean adecuados y cubran las necesidades de seguridad y aseo que requiere el personal.
Por último, con el fin de salvaguardar a los trabajadores, la empresa explicó que cuenta con una póliza institucional para todos los funcionarios.
Esta los cubre desde el momento en que se salen de su casa rumbo al trabajo o viceversa, independientemente de cuál sea el medio de transporte en que viajen.
Además, los voceros institucionales enfatizaron en que el ciclista debe poner de su parte y transitar con cuidado, respetar las señalizaciones y las reglas de tránsito, para evitar sufrir un accidente.