Recién casados sospechosos de muerte de hijo de 13 días
OIJ los detuvo luego de que patóloga verificó moretes en la espalda y otras partes
Las pesquisas iniciales sobre la muerte de un bebé de 13 días de nacido conducen al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a considerar que están frente a un caso del llamado síndrome del niño sacudido.
Ante estas sospechas, los padres del niño permanecen detenidos y este miércoles fueron indagados en la Fiscalía de Hatillo, San José.
Por el momento, el principal elemento para el caso es la versión de una patóloga del OIJ que revisó preliminarmente las lesiones que presentaba el niño, quien llegó sin vid, la tarde del martes, a la clínica de Alajuelita.
Según Wálter Espinoza, será la autopsia, que se iba a realizar ayer, la que determine las causas del deceso.
“Sobre la base de la detección de estos datos y partiendo de la asesoría científica, técnica y profesional que nos da el médico, se puede establecer que la causa de muerte en principio no es natural y que se relaciona con el síndrome del niño agredido, circunstancia que determina que ambos progenitores fuesen detenidos ayer (martes) al final de la tarde”, declaró este miércoles el jerarca.
En ese examen inicial, dijo Espinoza, la patóloga estableció que el cuerpo del menor tenía “equimosis, o lo que se conoce más comúnmente como moretes en el sector de la espalda, en la parte baja, y también en el área de las ingles. Además, logró determinar que eventualmente había un problema respiratorio que podría estar vinculado con la muerte”.
El jefe policial recordó que este tipo de casos son difíciles de investigar “pues suceden en el ámbito familiar y generalmente no hay testigos”.
Por esa razón, las autoridades
deben fundamentarse mucho en la prueba científica.
Padres imputados. Ayer por la mañana, los padres del bebé fueron indagados en la Fiscalía de Hatillo después de que se completaran diversas diligencias judiciales.
Los aprehendidos son un hombre de apellidos Madrigal Pérez, de 29 años, y una mujer apellidada Montero Rojas (25).
Ambos quedaron a la orden del Juzgado Penal de Hatillo para la fijación de medidas cautelares. La audiencia se realizará hoy a las 8 a. m.
La Fiscalía anunció que será durante la diligencia cuando se anuncie qué tipo de medidas solicitarán para los sospechosos, que en este caso son señalados por un delito de homicidio calificado.
La pareja es vecina de urbanización San Felipe, en el distrito de San Felipe de Alajuelita. La mujer trabaja como empleada de un restaurante y el hombre se desempeña como peón de construcción.
En el Tribunal Supremo de Elecciones se indica que contrajeron matrimonio hace siete meses y que tienen otros dos hijos, de cinco y tres años. El bebé fallecido aparece con los apellidos solo de la madre, dijo Wálter Espinoza este miércoles.
La Fiscalía confirmó que la tarde de ayer dirigió un allanamiento en la casa de la familia, en busca de prueba que pueda ser incorporada en la causa penal. El caso se mantiene en investigación, bajo el expediente 19-013165-042-PE, por el presunto delito de homicidio calificado.
De acuerdo con el artículo 112 del Código Penal, será sancionado con penas de 20 a 35 años de prisión “quien mate a su ascendiente, descendiente o cónyuge”.
Familiares avisaron. El hecho que se investiga ocurrió el martes en horas de la mañana, cuando la Cruz Roja trasladó al menor desde la casa en la que habitaba la pareja hasta la clínica de ese cantón josefino.
Espinoza dijo que fueron familiares del bebé los que llamaron al Sistema de Emergencias 9-1-1. La madre estaba en la casa y el padre llegó posteriormente a la clínica.
La intervención del OIJ se dio luego de que el reporte de los paramédicos detalló que el pequeño no podía respirar y, además, presentaba sangrado por la nariz; ingresó muerto al centro de salud.
Francisco Hernández Salazar, director de la Clínica Nueva de Alajuelita, precisó que el bebé presentaba dos golpes en la espalda y uno en la parte baja del abdomen.
Al confirmarse el deceso, las autoridades del centro médico comunicaron lo sucedido al OIJ, ante la sospecha de que el menor pudo morir a consecuencia de una serie de agresiones.
Dos hermanos del niño, quienes estaban en la casa de la familia Madrigal Montero, fueron trasladados a albergues del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), aseguró su presidenta ejecutiva, Patricia Vega. Este miércoles, el PANI anunció que los menores fueron entrevistados por policías judiciales.
Vega mencionó que el 30 de abril habían recibido una denuncia por negligencia en esa misma vivienda, pues había un niño fuera de la casa solo. No obstante, el caso no condujo a abrir una investigación.