La Nacion (Costa Rica)

Campbell recupera la credibilid­ad

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En la exigente liga mexica na Joel halló la ansiada línea de regularida­d que el Arsena le negó en la Premier League

Campbell se dedicó en ocho años como legionario a acumular millaje en ligas dis pares de cinco países.

El exilio forzado al que lo sometieron los Gunners a partir del 2011, por decisión del sempiterno Arsene Wen ger, llevó al tico por Lorient Real Betis, Olympiacos, Vi llarreal, Sporting de Lisboa Frosinone y ahora León.

Cuando dejó el calcio para viajar a México, parecía más de esa historia del devorador de millas que nunca termina ba de arraigarse.

De Campbell se barajaron las más variadas hipótesis para explicar lo inexplicab­le en un futbolista técnicamen te perfecto.

Lo suyo fueron pasantías en Francia, España, Grecia Portugal e Italia, antes de recalar como delantero por afuera en el León de Nacho Ambriz, un técnico que lo trabaja, escucha y aconseja.

En este presente esmeral da, Joel juega en promedio 65 minutos por partido hacien do lo que más le gusta: enca rar, desbordar, desequilib­rar en el uno a uno sobre el cos tado, dar pases gol y anotar.

Es un repertorio muy com pleto en el equipo revelación de la Liga MX este semestre.

México parece haberle de vuelto a Campbell la confian za de los primeros días para reclamar con produccion­es convincent­es y de gran nive que estaba para papeles pro tagónicos en la película de su vida futbolera.

Tuvo campañas brillan tes con el Lorient francés, e Real Betis español pero, so bre todo, el Olympiacos grie go, en donde salió campeón disputó 43 partidos, anotó 11 goles y jugó una Champions con un gol al Manchester United.

¿Qué México no es Italia n Inglaterra? Estamos claros pero un futbolista sin clase ni jerarquía se habría estre llado de nuevo en el muro de la duda y estaría alistando e pasaporte en busca de visa a otro destino.

En suelo azteca Joel repite aquella grata experienci­a de la liga griega en donde de mostró que, con confianza y regularida­d, puede ser clave en un equipo con pretensio nes y dispuesto a tentar co sas grandes.

Cuando se tienen 26 años uno está en edad de merecer y qué bien por él ahora que se viene la Copa Oro y por pri mera vez llega a la Sele en un nivel y una confianza inmejo rables.

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