La Nacion (Costa Rica)

Familia logró traer a Aslan, perro que dejó en Venezuela

››Asociación Bienestar Animal dirigió campaña para recolectar $3.800

- Sergio Salazar sergio.salazar@nacion.com

“Estamos muy agradecido­s por recibirnos en su país y por hacer realidad el sueño de volver a estar con nuestro chiquito, es algo que les vamos agradecer para siempre”. Así se expresó Stefanía Ocando, luego de que, mediante el esfuerzo de muchos costarrice­nses, pudieron reunirse la noche del pasado miércoles con Aslan, su golden retriever de siete años, que se había quedado en Venezuela y llevaba un año allá.

Reunir el dinero para traer el can hasta Costa Rica se presentaba como todo un desafío para los Ocando. Necesitaba­n la suma de $3.800 (cerca de ¢2.260.000) para pagar su viaje hasta el país.

“Llegamos a Costa Rica hace un año, ya que la situación de nuestra patria es muy complicada, como muchos saben. Pero tuvimos que dejar a Aslan, ya que no sabíamos con qué nos encontrarí­amos acá”, relató la joven, de 23 años.

“Nos dolía mucho dejarlo, pero no teníamos más opciones, solo nos aliviaba pensar que lo dejábamos en buenas manos, cosa que no fue así. Desde aquí, seguimos luchamos por él, para tratar de mantenerlo bien en Venezuela, hasta que se nos ocurrió la gran idea de hacer esta campaña”, continuó.

La cruzada para el viaje de Aslan comenzó hace menos de un mes, el 30 de abril, cuando Stefanía publicó un mensaje en su perfil de Facebook solicitand­o ayuda. Su pedido se volvió viral, tocó muchos corazones y llegó a manos de Desiree Cubero, miembro de la Asociación Bienestar Animal.

Cubero, junto a Mary Mora y Mary Mesalles, tomaron las riendas de la campaña de “Aslan, el perro de Venezuela”, como ellas lo llaman, con el objetivo de reunir el dinero.

“Les ayudamos, pedimos donaciones, se hicieron muchísimas donaciones de muchísima gente. Fue lindísimo ver cómo Costa Rica respondió a esto”, aseguró Cubero.

Cuando comenzaron a recibir el dinero, Lolimar Ávila, mamá de la familia Ocando, le comentó a Desiree que ella hace repostería. De ese modo, también emprendier­on la venta de postres en beneficio de Aslan.

Además de las donaciones de dinero, algunas personas obsequiaro­n bienes para venderlos y varias compañías dieron alimento para Aslan, así como sesiones de grooming y corte de cabello para cuando estuviera en el país. Inclusive, se realizaron rifas con la repostería.

Desesperad­os. Mientras la recolecta de dinero avanzaba a gran velocidad, Aslan se encontraba a 1.925 kilómetros.

“Era horrible. Era un sentimient­o de culpabilid­ad por haberlo dejado, pero era imposible traerlo por falta de dinero. Todos los días llorábamos pensando en lo que él pasaba en Venezuela (...). En plena desesperac­ión, nos llamaron de Venezuela para decirnos que si no lo traíamos, se iba a morir”, recordó Stefanía..

Los Ocando enviaban dinero y comida desde Costa Rica, pero no era suficiente. Por la situación económica en Venezuela, no alcanzaba para darle a la mascota lo que requería. Aslan comenzó a desmejorar, bajó de peso y contrajo ehrlichia, enfermedad bacteriana asociada a las garrapatas.

“Cuando recibimos las primeras donaciones, le enviamos dinero a la veterinari­a para que empezara el proceso. Ella estuvo con él hasta el día en que lo montó en el avión, lo preparó para que viajara lo mejor posible”, contó la muchacha.

La llegada al país de Aslan fue toda una sorpresa, pues se suponía que vendría el jueves 23 de mayo al mediodía; no obstante, la noche anterior (miércoles) recibieron una llamada de un familiar que les comunicó que el perro llegaría a las 11 p . m.

“Fue muy lindo cuando lo vimos, no pudimos aguantar las ganas de llorar. Él se puso superfeliz, empezó a mover la colita, nos reconoció enseguida (...). Sin duda alguna, sin nuestras compañeras de Red de Bienestar Animal, tampoco hubiésemos podido cumplir este sueño, nos apoyaron desde un principio y aún siguen apoyándono­s en todo”, agradeció Stefanía.

La familia Ocando, conformada por el padre, Edward Ocando; la madre, Lolimar Ávila, y cuatro hijos: Stefanía, Jesús, Paula y Anthonella (con edades entre 23 y 3 años) llegó al país el 9 de mayo del 2018.

Su salida de Venezuela fue toda una odisea. Ninguno contaba con pasaporte y se vieron obligados a comprar unos provisiona­les (salvocondu­ctos) que, según el Gobierno venezolano, no son aceptados en Costa Rica.

“Estamos muy agradecido­s porque Costa Rica nos ha recibido excelente, y con esto de Aslan, más agradecido­s no podemos estar (...). Como migrantes, les prometemos cuidar su patria (...) y cuando Venezuela se recupere, serán bienvenido­s a nuestro hermoso país”, manifestó Paula Ocando.

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CORTESÍA Campaña en Facebook reunió los $3.800 para el viaje.
 ?? STEFANÍA OCANDO ?? Los Ocando junto a Aslan, recién llegado de Venezuela. El can se recupera y se habitúa a su nueva casa.
STEFANÍA OCANDO Los Ocando junto a Aslan, recién llegado de Venezuela. El can se recupera y se habitúa a su nueva casa.
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CAPTURA DE PANTALLA Anuncio que promociona­ba la venta de repostería con la finalidad de recolectar fondos para traer a Aslan.

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