Perder una pierna le dio alas a atleta costarricense
Sherman Guity se convierte en Suiza en el corredor paralímpico más veloz del año
El desde ayer atleta paralímpico más veloz de la temporada a nivel mundial, no hace mucho tiempo se vio desconcertado, en el pavimento, confundido por el ruido de los automóviles y los gritos de la gente. Sherman Guity no podía moverse.
Aquel viernes 25 de agosto del 2017, Sherman viajaba en moto hacia Alajuela por la autopista General Cañas, luego del entrenamiento en el Estadio Nacional, cuando en un intento de adelantamiento colisionó con un autobús. Perdió la pierna izquierda.
Cuando su carrera deportiva parecía haberse acabado, con solo 19 años, Sherman, aún acostado en una cama del Hospital México, se incorporó y dijo: “Seré el mejor paratleta del mundo”. Lo dijo ante la mirada expectante de sus amigos, que se compadecían de lo sucedido al joven.
Logro.
Veintiún meses después, parece más que nunca ir encaminado a cumplir su promesa, pues este viernes logró los mejores tiempos de la temporada en los eventos de 100 y 200 metros lisos, de la categoría T64, durante el Grand Prix Paratletismo, celebrado en Norttwill, Suiza, según lo informado por la World Para Athletics.
En la prueba de los 200 metros, Sherman paró el cronometro en 22 segundos y 65 décimas (22:65), superando el 22:76 que compartía con el estadounidense Henry Waterman como mejor tiempo del año, para dejarse la medalla de oro del torneo.
Mientras, en los 100 metros realizó un registro de 11:06 en la ronda eliminatoria, batiendo la mejor marca de la temporada, en poder del alemán Felix Streng, con 11:13. La final del evento será la madrugada de este sábado.
El camino para llegar a estar en lo más alto del escalafón del World Para Athetics no es ni será sencillo para el limonense, pues todavía debe mejorar y continuar su crecimiento, de acuerdo con su entrenador, Emmanuel Chanto, quien indicó que esas marcas son reflejo de su esfuerzo y determinación por lograrlo.
“Antes del accidente, Sherman era un corredor que tenía un gran talento, podía llegar a ser uno de los mejores del país, pero debía mejorar su disciplina y compromiso para lograrlo. Después de la amputación, comprendió que si quería trascender, tenía que esforzarse el doble y comprometerse de verdad en los entrenamientos”, admitió Chanto.
Primeros pasos.
Chanto siempre lo apoyó. Fue uno de los primeros en motivarlo a que continuara su carrera como paraatleta al conocer sus condiciones, pero también lo exigió al máximo.
“Con él (Sherman), no empezamos de cero porque conocía el sistema de entrenamiento, sabía que lo era sufrir, las dificultades que se le presentaban en el atletismo en las prácticas y por eso creo que se pudo adaptar rápidamente a lo que le pedimos y, gracias a ello, el avance que ha tenido”, agregó Chanto.
El entrenador también se adecuó a la situación de su pupilo, se instruyó con libros y videos para conocer métodos de entrenamientos en paratletas y también adecuar su propio sistema a las necesidades de Guity.
“Aunque Sherman rápidamente se adaptó, al principio costó un poco acomodarse. Él tuvo que aprender a usar su prótesis, porque es claro que no es lo mismo que la pierna normal.
“Tuvo que acomodarse a las salidas, tomar en cuenta el factor biomecánico. Incluso en los primeros días, se le zafó la prótesis, se cayó y tuvo que levantarse. Fue todo un aprendizaje para lograr estar donde está”, recordó Chanto.
Otro de los aspectos que resaltó el estratega fue que Sherman tuvo que comprender que no la iba a tener fácil.
“Sherman llegó y observó que sus rivales eran tan o más competitivos que los que corrían sin discapacidad. Por esa razón, tenía que entrenar el doble y no podía relajarse. No era cuestión de solo llegar y correr”, subrayó Chanto.