‘Dios me dio fuerza para aguantar todo’
Lucía Pineda, periodista tico-nica, queda en libertad y asevera que Ortega debe dejar el poder
Ala 1 a. m. del martes, mientras ella aún estaba intrigada, acostada sobre el colchón de su celda, llegó un oficial que le dijo lo siguiente: ‘Lucía, alístese que la estamos esperando’.
Aunque sospechaba de que podía salir en libertad, no terminaba de convencerse. “Pero ¿a dónde vamos?, le digo. Necesito que me expliquen. Yo he sido respetuosa con ustedes y ustedes tienen un problema, que no comunican bien las órdenes que tienen”, le respondió la periodista nicaragüense-costarricense Lucía Pineda al oficial.
“Como no tengo ropa de color, ellos me compraron una camisa distinta al uniforme de la cárcel”, explicó la comunicadora tico-nica.
“Bueno, me la puse y ya salí de la celda muy desconfiada, no sabía muy bien qué pasaba y, ya cuando vi otro bus y le pregunto a la directora (de la cárcel) qué pasa, ella respondió que ‘allá en el penal de hombres le vamos a explicar, ustedes ya sabían que los iban a liberar’.
“Ah bueno pues, gloria a Dios, directora”, dijo la comunicadora.
Así fueron las horas previas a la liberación de la periodista, quien estuvo casi seis meses encarcelada por informar sobre las protestas contra el régimen de Daniel Ortega durante el 2018.
Desvelada, pero gozando de su libertad, Lucía Pineda respondió vía telefónica a las consultas de La Nación.
––Horas después de haber sido liberada, ¿cómo digiere el momento?
—Estamos felices, contentos, estoy hablando todo lo que no pude hablar en seis meses, tantas entrevistas con colegas, con la familia, amigos y amigas que han venido aquí a abrazarnos, a manifestarnos su solidaridad.
––¿Percibe el cambio físico de estar recluida seis meses, en las condiciones críticas que se conocieron, a estar ahora en libertad?
—Como dicen, Dios no te pone pruebas que no puedas soportar y por fe pasé esa prueba. Con mucha firmeza, con mucha fuerza y con mucha paciencia. Yo le decía a mi mamá: ‘Mami usted sabe que he estado viviendo sola aquí en Nicaragua, en mi casa’ y bueno, pues no es lo mismo que estar encerrada en una cárcel. Pasé seis meses aislada, sola físicamente, pero espiritualmente acompañada por Dios, que me dio esa fortaleza para aguantar todo.
––¿Realmente se siente libre por las condiciones en las que salieron, por medio de una ley de amnistía?
—Yo le decía a Dios que nos mandara la libertad. Nuestras manos están limpias, yo soy inocente, el pueblo sabe que somos inocentes, el mundo sabe que somos inocentes. Aunque el sello lo aplicaron bajo la amnistía, ahí queda en ellos. A nosotros no nos llevaron a juicio y nos aplicaron el tema de la amnistía. Yo pensaba que nos iban a sacar vía nulidad del juicio, pero ellos nos metieron en el bolsón de la amnistía.
––¿Cómo calificaría los hechos de aquella noche de diciembre cuando la Policía llegó al canal, apagaron los equipos y se los llevó presos?
—Bueno, totalmente arbitrario, ilegal, inconstitucional, injusto. Nos violaron todos nuestros derechos constitucionales y derechos humanos. Para ellos, entrar a 100% Noticias, apagar 100% Noticias, llevarse a Miguel y a mí fue como un trofeo para sus simpatizantes. El hecho que el canal lo tengan ocupado todavía ellos, que esté la Policía ahí, para ellos sigue siendo un trofeo.
”O sea, dijeron ‘como que los vencimos’, pero es como una lucha absurda y desigual. Nosotros somos un medio de comunicación, informamos, no andamos ahí con armas ni matando a nadie, ni persiguiendo a nadie y fueron ellos quienes nos persiguieron por la línea editorial que llevamos y porque tampoco parábamos de informar”.
––En su criterio, ¿hay separación de poderes entre el Poder Ejecutivo y el Judicial en este momento en Nicaragua?
—No, no, nada. Todo es un bolsón, todos son los mismos, todos responden al partido, al presidente, al partido político FSLN y actúan de acuerdo a las orientaciones que les da el partido, en este caso, el presidente Ortega. No hay separación de poderes; precisamente, eso es lo que tiene así al país, que no hay institucionalidad y, entonces, no tienes un estado de derecho verdadero.
––¿Tiene conocimiento de si el Gobierno de Costa Rica intervino y logró mediar con la liberación suya?
—Costa Rica ejerció mucha presión, pero Nicaragua nunca le quiso contestar como 14 notas que envió el Consulado. El Gobierno de Nicaragua se mostró sordo.
––Llama la atención que aún le dice presidente a Daniel Ortega ¿Considera que Ortega sigue siendo un gobernante o es un dictador?
—No me quita nada de decirle presidente o dictador, su sistema es dictatorial, pero bueno, está todavía en el gobierno, sigue de presidente. Queramos o no, es el presidente. Si tiene una actitud dictatorial, ese es su problema.
––¿Se siente disminuido el gobierno de Daniel Ortega con su liberación?
—Es una victoria para el pueblo de Nicaragua, y también para la comunidad internacional que ejerció presión por nuestra libertad. Es una victoria para las libertades y las demandas del pueblo y de nosotros como periodistas, de que deben respetar nuestro derecho a informar así como también nuestro derecho al trabajo.
––¿Cómo debe empezar el cambio? Qué debe cambiar primero para que haya una luz de democracia en Nicaragua?
—Creo que con el cambio de gobierno, porque entiendo que hasta al diario La Prensa ahora la Policía se le está yendo a plantar en frente. Le fueron a hacer lo mismo que le hicieron a 100% Noticias meses antes. Entonces, esto pasa por un cambio de gobierno y el presidente tiene que darse cuenta de que esa es la demanda del pueblo. El gobierno no tiene confianza a nivel internacional y eso nos está hundiendo económicamente.
––¿Cómo siente en este momento al régimen? ¿Cree que está débil? ¿Presionado? ¿Está tocado?
—De esta libertad te digo que es una victoria, pero darte una opinión ahorita, sin toda la información, no puedo hacer un análisis. Esto es una victoria para nosotros los que estábamos ahí presos, como para el pueblo de Nicaragua y para la comunidad internacional que esperaba esta noticia.
“Nuestras manos están limpias, soy inocente, el pueblo sabe que somos inocentes”.
MANAGUA. AP Y AFP. Los principales líderes campesinos y estudiantiles de las protestas del 2018 contra el gobierno de Nicaragua, así como destacados periodistas, fueron excarcelados este martes.
El gobierno informó en un comunicado de que la medida benefició a 56 personas, a quienes el Comité Internacional de la Cruz Roja entregó en sus respectivos domicilios.
En redes sociales circularon videos que mostraron en libertad y celebrando a los líderes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena, a la líder de los comerciantes Irlanda Jerez, al dirigente estudiantil Edwin Carcache y a los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda, del canal de televisión 100% Noticias, ocupado y clausurado por el gobierno el 21 de diciembre, cuando ambos fueron arrestados.
Vecinos y amigos se congregaron para recibirlos con banderas de Nicaragua, globos blancos y azules, y vivas. Algunos daban las gracias a los trabajadores de la Cruz Roja por su trabajo en la liberación de los dirigentes más emblemáticos de las protestas contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, que comenzaron en abril del 2018.
El CICR confirmó que fue la primera vez que el Comité participó activamente en la excarcelación y traslado de los opositores ya que el resto de las liberaciones se hizo de forma unilateral por parte de las autoridades.
El gobierno ha ido excarcelando a opositores de manera paulatina desde febrero, cuando el Ejecutivo y la oposición volvieron a la mesa de diálogo.
Las conversaciones, sin embargo, quedaron truncadas por lo que la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia consideró incumplimientos del gobierno.
Una de las condiciones para desbloquearlas era la liberación de todos los considerados presos políticos y anular los juicios en su contra.
Unos 80 más. Después de la liberación de este martes, la Alianza estimó que aún quedan unos 80 detenidos por participar en las protestas.
Entre los excarcelados estaban también Brandon Lovo y Glenn Slate, acusados y condenados por el asesinato del periodista Ángel Gahona en la ciudad de Bluefields, en el Caribe, en abril del 2018.
La familia de la víctima, asilada en Estados Unidos, nunca creyó en su culpabilidad y ha acusado a la Policía de estar detrás del homicidio del comunicador.
El abogado Julio Montenegro dijo que la salida de los presos tomó por sorpresa a su defensa pues no hubo aviso oficial. Exigió al gobierno la anulación inmediata de todos los juicios “porque ninguno es culpable de ningún delito”.
Ángel Rocha, un estudiante quien fue a recibir a Carcache, aseguró que el líder estudiantil “está con mucha fortaleza, salió bien positivo, va a seguir en la lucha y no va a descansar hasta ver la dictadura fuera”.
Pero la situación no parece fácil. Jerez denunció que hombres armados asaltaron su vivienda y golpearon a su esposo, Daniel Esquivel, minutos después de su excarcelación. Jerez no pudo confirmar quiénes eran los atacantes.
Por su parte, la periodista Pineda Ubau dijo que viajará a Costa Rica, donde reside toda su familia, porque desea “dar gracias al gobierno, al pueblo de Costa Rica y a los colegas exiliados por la solidaridad”.
Celebración. Tanto Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebraron las excarcelaciones.
“La Comisión reconoce un avance concreto por parte del Estado en el restablecimiento de derechos y garantías en el país” , escribió la CIDH en su cuenta oficial de Twitter.
“El futuro de Nicaragua ha salido de las cárceles” , afirmó el escritor Sergio Ramírez.
La estudiante belga-nicaragüense Amaya Coppens, una de las liberadas, afirmó, al llegar a su casa en la ciudad de Estelí, que no cometió ningún delito y rechazó el perdón de las autoridades. “Nosotros no cometimos ningún delito. Son ellos (el gobierno) los que han cometido crímenes de lesa humanidad y los que deberían estar preocupados”, declaró al portal del movimiento estudiantil 19 de Abril.
La joven, de 24 años, uno de los rostros visibles de las protestas antigubernamentales del 2018, fue apresada el 10 de setiembre en la ciudad de León, donde realizaba sus estudios de Medicina en la Universidad Nacional Autónoma (UNAN-León), y fue acusada de terrorismo.
Las excarcelaciones tienen lugar días después de que el Congreso aprobó una ley de amnistía para beneficiar a quienes cometieron “delitos políticos y delitos comunes conexos a estos” cuando estalló una rebelión contra Ortega protagonizada, en su mayoría, por jóvenes estudiantes.
“NO ACEPTAMOS LA AMNISTÍA PORQUE NO ESTAMOS PIDIENDO PERDÓN POR NADA. NOSOTROS NO COMETIMOS NINGÚN DELITO”.
Amaya Coppens Estudiante belga-nicaragüense