Palomas ‘le robaron’ a la gente el parque de Guadalupe
››Orden sanitaria del 2012 exigió a municipio acciones para erradicarlas
En el parque Central de Guadalupe, en Goicoechea, no se permite la celebración de actividades desde hace siete años, debido a la proliferación de palomas de Castilla (Columba livia), y de esta prohibición ni siquiera se salvan las paradas de autobús.
Lo anterior quedó demostrado el 7 de junio, cuando el Consejo de Transporte Público (CTP) anunció el traslado de tres paradas que habían sido instaladas, el 19 de mayo anterior, al costado norte del parque, con sus respectivos parabuses (estructuras que resguardan a los usuarios).
La determinación llegó como respuesta a la orden sanitaria CS-DARS-G-0601-2019, que emitió el Ministerio de Salud. En esta se señala que tal ubicación “obliga a las personas usuarias (...) a permanecer en un ambiente insalubre y peligroso”, lo que a su vez “violenta su derecho a la salud”.
Menciona que esa ubicación “favorece la aparición y difusión de enfermedades infectocontagiosas transmitidas por las palomas de Castilla, que afectan principalmente a las poblaciones con mayor vulnerabilidad biológica (niños, adultos mayores, personas diabéticas, con cáncer e inmunosuprimidas)”.
Orden de eliminarlas. La decisión se sustenta en una orden sanitaria anterior, la CS-ARSG-IS-6665-12, del 19 de julio del 2012, remitida a la Municipalidad de Goicoechea.
“Dada la problemática de salud pública por la presencia de las palomas de Castilla en el parque Central de Guadalupe, se le ordena en el plazo de sesenta días hábiles, realizar la eliminación sistemática de las palomas de Castilla que se encuentran en el sitio”.
Posteriormente, el 14 de enero del 2013, la doctora Rossana García, directora del Área Rectora de Salud de Goicoechea, emitió el oficio CS-DARS-GRG-00017-13, indicando que “(...) no se autorizará ningún permiso sanitario de funcionamiento para la realización de actividades en el parque Central, hasta tanto no se cumpla lo ordenado mediante oficio ARS-G-IS665-12”.
Consultado sobre el asunto, el director ejecutivo del Consejo de Transporte Público, Manuel Vega Villalobos, dijo a La Nación que no contaban con información sobre la orden sanitaria del 2012 y que las autoridades municipales “fueron las que hicieron el proceso para poner los tres parabuses en el parque de Guadalupe”.
“El CTP no los coloca (parabuses), nosotros nada más ponemos el punto de parada, con una señalización vertical y horizontal. Los parabuses o la infraestructura, poniéndole techo, iluminación y demás, les corresponde a las municipalidades”, expresó.
Rechazo. Esta versión fue rechazada por Gustavo Herrera, director de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Goicoechea.
Tras conocer sobre la más reciente orden sanitaria, el CTP también acordó remitir un oficio al gobierno local, “solicitándole información de lo actuado” con respecto a lo que el Ministerio de Salud había exigido en el 2012. Además, decidieron apelar la determinación.
“Consideramos importante apelar la medida; no estamos diciendo que estamos en contra del Ministerio de Salud con los razonamientos que tenga con respecto a evitar que las personas se nos enfermen, ahí nadie dudaría de que lleva toda la potestad.
”La apelación sería en el orden de cómo podemos coordinar las diferentes instancias, tanto el CTP como el Ministerio, la Municipalidad y, eventualmente, el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), para el control de las palomas, porque no puede ser que las aves le ganen la partida a las personas”, explicó Vega.
Obstáculos. Herrera calificó de “compleja” la situación en el parque e indicó “que el problema no se puede solucionar, en vista de la Ley de Bienestar Animal, que prohíbe hacerles daño a las palomas”.
“Nosotros lo que hemos tratado es de concientizar a la población de no alimentarlas en el parque, de igual manera, en las casas no tener lugares donde ellas puedan anidar.
”Tampoco hay alguna directriz que prohíba alimentar una paloma, entonces, hay gente que lo hace y tampoco se le puede restringir, ni la venta de granos”, expresó.
Según el funcionario, se ha procurado notificar a los comercios que se ubican en los alrededores de la Municipalidad para que limpien las excretas de palomas, laven los muros y eliminen los nidos de estas aves.
Aseguró que esto es lo más que pueden hacer, hasta que se tomen acciones de carácter nacional.
Gustavo Herrera explicó que el municipio no podría implementar otras acciones más onerosas, como el uso de productos para causar infertilidad en las aves, si otros gobiernos locales no hacen lo mismo, ya que las palomas regresarían al parque.