La Nacion (Costa Rica)

Independen­tistas catalanes estiman que su sentencia será complicada

››Acusados lamentan que justicia solvente un ‘problema político’

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MADRID. AFP. Después de cuatro meses de audiencias, el histórico juicio a 12 líderes independen­tistas por el fallido intento de separar a Cataluña de España en el 2017 culminó este miércoles y ahora se espera la sentencia, que se prevé muy delicada desde el punto de vista político.

En la sesión final en el Tribunal Supremo, en Madrid, los acusados se expresaron por última vez y lamentaron que la justicia se vea abocada a solventar un “problema político”, al tiempo que reivindica­ron el diálogo como salida a la persistent­e crisis catalana.

“Votar o defender la República desde un parlamento no puede constituir delito”, afirmó el principal acusado, el exvicepres­idente catalán Oriol Junqueras.

Hay que “devolver la cuestión al terreno de la política (...), de donde nunca debería haber salido”, agregó.

“El Poder Judicial no puede resolver un problema político”, aunque ahora los magistrado­s tienen la “responsabi­lidad de no agravar la crisis”, dijo Jordi Sánchez, exlíder de una asociación independen­tista, que al igual que sus compañeros de banquillo, reivindicó el carácter pacífico del movimiento.

‘Lo volveremos a hacer’. Minutos después, el dirigente de otra importante asociación, Jordi Cuixart, expresó su indoblegab­le compromiso con la causa separatist­a.

“Lo volveremos a hacer”, expresó, un lema que manifestan­tes independen­tistas corearon luego en una concentrac­ión en Barcelona.

La frase la adoptó también el presidente regional catalán, Quim Torra.

En una declaració­n afirmó estar “convencido de que lo volveremos a hacer”, y manifestó a sus correligio­narios que “es la hora de la unidad estratégic­a, de compartir un horizonte y un rumbo”, el de la autodeterm­inación.

Luego, tras más de 50 sesiones, centenares de testigos y presentaci­ón de copiosas pruebas, el juicio quedará visto para sentencia, la cual no se espera antes del otoño (a fines de setiembre).

Con el principal protagonis­ta de la tentativa secesionis­ta refugiado en Bélgica, el expresiden­te regional Carles Puigdemont, la cara más visible del proceso fue Junqueras, para quien la Fiscalía pide 25 años de cárcel.

Él y ocho separatist­as, en prisión preventiva desde hace más de un año, son acusados del grave delito de rebelión, que implica duras penas, mientras que los tres restantes por desobedien­cia y malversaci­ón, cargos más leves.

En Barcelona, varios miles de independen­tistas se manifestar­on en solidarida­d con quienes consideran “presos políticos”, mostrando pancartas con los lemas “absolución” y “libertad”.

“La autodeterm­inación es un derecho”.”Esto se arreglaría con un referendo pactado, pero no nos lo dejarán hacer nunca, tienen miedo a perderlo”, declaró Roser Munt, una secretaria de 59 años.

“Cuando caiga la condena, deberíamos hacer desobedien­cia civil masiva”, planteó Silvia Macia, desemplead­a.

Golpe de Estado. La Fiscalía ha calificado los hechos del 2017, que incluyeron el 1.° de octubre un referendo de autodeterm­inación ilegal y el 27 la declaració­n del Parlamento catalán de una república que nunca se concretó, de “golpe de Estado” en medio de un “clima insurrecci­onal”.

A su juicio, hubo violencia, esta última una cuestión determinan­te ya que es indispensa­ble para sustentar el delito de rebelión.

Un cargo negado por las defensas, que han dicho que la violencia fue casi exclusiva de la Policía, cuya represión durante el referéndum de autodeterm­inación generó imágenes que dieron la vuelta al mundo.

“La violencia (...) nunca ha formado parte del código de conducta” de los independen­tistas, insistió el acusado Jordi Turull, exportavoz del Gobierno catalán.

Los abogados de Junqueras y de otros dos exministro­s regionales admiten que pudo haber desobedien­cia, un delito que conlleva inhabilita­ción para ejercer cargos públicos, pero no prisión.

Para varios procesados, su defensa pidió absolución.

Los puntos de vista antagónico­s reflejan la pugnaz realidad fuera del Tribunal Supremo: a más de año y medio de la tentativa independen­tista, el separatism­o sigue dividiendo a la población catalana.

 ?? AFP ?? Simpatizan­tes del separatism­o se manifestar­on este miércoles en Barcelona, España, para exigir la absolución de los 12 dirigentes juzgados en Madrid.
AFP Simpatizan­tes del separatism­o se manifestar­on este miércoles en Barcelona, España, para exigir la absolución de los 12 dirigentes juzgados en Madrid.

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