Contra vacuna
y presupuestarios dentro del sector público. De esta forma, saldrá más caro el caldo que los frijoles y será peor la medicina que la enfermedad. La difícil situación económica y el alto desempleo exigen tomar decisiones inteligentes que conduzcan a resolver los problemas.
No han bastado décadas de mala gestión y pérdidas millonarias en Japdeva para que, aun así, la recompensen con la administración del considerable canon que mensualmente pagará APM Terminals por la concesión. Los desaciertos continúan y han sido ratificados por la Contraloría General de la República, la cual, en una auditoría especial, encontró debilidades en planificación, control y ejecución de los recursos de Japdeva.
Si bien el ente contralor emitió sus conclusiones y disposiciones enmarcadas dentro de su competencia, se hace impostergable que autoridades de rango superior pongan fin a tanto desacierto y, de una vez por todas, terminen con esta ávida e inoperante institución. Egidio Vargas Durán
Es inadmisible que el gobierno pretenda “castigar” a los padres de familia que están en desacuerdo con vacunar a sus hijas contra el virus del papiloma humano. Cada cierto tiempo aparece alguna “nueva” vacuna: papiloma, influenza, etc., y de carácter obligatorio. Aparte de las buenas intenciones que pueda tener, para nadie es un secreto el multimillonario negocio de las farmacéuticas. No digo que este sea el caso, pero el mundo está lleno de ejemplos de poblaciones enteras tomadas como conejillos de Indias con el fin probar un nuevo medicamento y que, al pasar los años, cuando los efectos secundarios se hacen evidentes, es demasiado tarde y nadie se hace responsable.
El gobierno debería estar más concentrado en eliminar las listas de espera de la CCSS, que en obligar a la ciudadanía a hacer algo contra su voluntad.