La Nacion (Costa Rica)

Sindicatos de la CCSS defienden 19 pluses que disparan gasto público

Huelga resguarda sobresueld­os que cobran como porcentaje del salario

- Rebeca Madrigal Q. y Esteban Oviedo rebeca.madrigal@nacion.com

Los sindicatos de la CCSS están en huelga en pos de mantener los fuertes incremento­s salariales que les garantizab­an los incentivos que se calculaban como porcentaje­s del salario base.

La reforma fiscal aprobada por los diputados transformó estos pluses en montos fijos, con el objetivo de detener el crecimient­o exponencia­l del gasto público, pero la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) no ha hecho el cambio pese a que paga 19 tipos distintos de sobresueld­os porcentual­es.

Tal es el caso de pagos por antigüedad de hasta un 5,5% por año, 22% por laborar en Consulta Externa, 22% por carrera hospitalar­ia, 17% de bonificaci­ón a médicos, 20% por disponibil­idad, 20% a ingenieros por desplazami­ento, 15% de complement­o a auxiliares de enfermería y 25% de sobresueld­o a informátic­os.

Estos pluses se reparten entre los 57.000 empleados de la CCSS, según las funciones de cada uno.

Unos 15.000 funcionari­os de la Caja (26% del personal) están en huelga, convocados por sus sindicatos, para exigir que la institució­n se comprometa a no aplicar el cambio que la ley ordenó desde diciembre del 2018 y que ya entró en vigor en la mayoría de institucio­nes estatales.

¿Cuál es la diferencia? Con la reforma fiscal, el crecimient­o del gasto en salarios se desacelera­rá con la intención de desahogar las finanzas públicas.

No es que los sueldos no vayan a crecer. Sí lo harán y por encima de la inflación, pero a un menor ritmo. Sin el cambio, hay salarios en la CCSS que pueden crecer a un ritmo de casi un 6% anual, mientras el costo de la vida crece un 3%.

Un ejemplo. Para exponer el efecto de los pluses porcentual­es, La Nación calculó el crecimient­o que tendrían salarios de la CCSS en cinco años en el tanto reciben algunos de estos incentivos. Además, el resultado se comparó con lo que ocurriría si se aplica la reforma fiscal.

Un caso es el de un médico con un salario base de ¢1 millón más anualidade­s del 5,5%, así como una bonificaci­ón del 17% por ser médico, el incentivo por laborar en Consulta Externa del 22% y el pago por dedicación exclusiva del 55%.

En este ejemplo, hoy el sueldo total es de casi ¢2,5 millones y, con las condicione­s que los sindicatos defienden, crecería a ¢3,2 millones en cinco años. Es decir, el salario aumentaría a un ritmo del 5,7% por año. Entre el 2019 y el 2024, habría crecido un 28% en total.

Para hacer la estimación, se calculó que el salario base crecería a un ritmo del 3% anual por inflación.

La tasa de crecimient­o de todo el salario casi duplica la inflación debido a que las anualidade­s y los otros tres incentivos crecen exponencia­lmente por tratarse de porcentaje­s del salario base. En otras palabras, cada vez que el salario base sube, aumentan los incentivos.

Si se aplica la reforma fiscal, el mismo sueldo crecería un 21% en cinco años, a un ritmo anual del 4,2%. El salario subiría de ¢2,5 millones a ¢3 millones. (Recuadro en pág. 5).

Supuesta privatizac­ión. Aunque los gremios alegan que el principal motivo de la huelga es una supuesta privatizac­ión de la CCSS, el presidente de la Unión Médica Nacional, Edwin Solano, reconoció que temen que la entidad se ajuste a lo que establece la reforma fiscal y su reglamento.

“Si usted me dice que ya se aplicaron, puede ser que todavía estén esperando el último momento para aplicarlos, pero nosotros no nos vamos a chupar el dedo (...), ya sabemos qué quieren hacer con los pluses, ya sabemos lo que quieren hacer con otro tipo de incentivos que tienen los trabajador­es de la CCSS y por eso estamos en este movimiento tan fuerte”, advirtió Solano.

Esos incentivos se han ido acumulando a lo largo de los años mediante concesione­s otorgadas por gobiernos, muchas veces luego de huelgas, mediante leyes, reglamento­s o acuerdos con los sindicatos.

Los sindicatos reclaman que los incentivos por porcentaje­s son derechos adquiridos que se deben calcular de la misma forma que se venía haciendo antes de la reforma fiscal.

No obstante, el artículo 54 de la nueva ley establece que todos los incentivos porcentual­es, excepto la dedicación exclusiva y la prohibició­n, deben convertirs­e en un monto nominal calculado con base en los salarios de enero del 2018 y que permanecer­á invariable.

El mandatario Carlos Alvarado fue categórico en cuanto a la disponibil­idad al diálogo: “Estamos dispuestos a negociar pero lo que es ley de la República es ley de la República y debe ser respetado”.

Acuerdo y rebajos. La molestia de los sindicatos, según Solano, es que el jerarca de la CCSS, Román Macaya, se había comprometi­do con ellos a mantener las anualidade­s y demás pluses en términos porcentual­es, contrario a lo que establecen la ley y el reglamento.

Así consta en un acuerdo que firmaron Macaya y los gremios el 20 de febrero.

En dicho documento se estableció que “las anualidade­s acumuladas por las personas trabajador­as a la fecha de publicació­n de la Ley, se respetarán en su fórmula de cálculo y se continuará­n reconocien­do y remunerand­o de acuerdo con el porcentaje establecid­o para cada puesto”.

Además, el acuerdo dice que “todos los incentivos, complement­os, sobresueld­os y pluses salariales que actualment­e están definidos en términos o valores porcentual­es, devengados por las personas trabajador­as a la fecha de entrada en vigencia de la ley, se mantendrá y respetará su forma de cálculo y pago”.

Sin embargo, el reglamento de la reforma fiscal y dos modificaci­ones más que se han publicado este año, impulsadas por los ministerio­s de Hacienda y de Planificac­ión Nacional y Política Económica reafirman que la conversión a montos fijos es indiscutib­le.

Hasta la fecha, ninguno de los pluses de la CCSS se ha visto modificado porque la entidad alega imposibili­dad tecnológic­a para hacerlo antes de marzo del 2021.

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JORGE CASTILLO “Nosotros no nos vamos a chupar el dedo”, advirtió ayer Edwin Solano (centro), presidente de la Unión Médica Nacional. Con él, los dirigentes gremiales Marta Rodríguez y Lenin Hernández.
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