Sindicatos de la CCSS defienden 19 pluses que disparan gasto público
Huelga resguarda sobresueldos que cobran como porcentaje del salario
Los sindicatos de la CCSS están en huelga en pos de mantener los fuertes incrementos salariales que les garantizaban los incentivos que se calculaban como porcentajes del salario base.
La reforma fiscal aprobada por los diputados transformó estos pluses en montos fijos, con el objetivo de detener el crecimiento exponencial del gasto público, pero la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no ha hecho el cambio pese a que paga 19 tipos distintos de sobresueldos porcentuales.
Tal es el caso de pagos por antigüedad de hasta un 5,5% por año, 22% por laborar en Consulta Externa, 22% por carrera hospitalaria, 17% de bonificación a médicos, 20% por disponibilidad, 20% a ingenieros por desplazamiento, 15% de complemento a auxiliares de enfermería y 25% de sobresueldo a informáticos.
Estos pluses se reparten entre los 57.000 empleados de la CCSS, según las funciones de cada uno.
Unos 15.000 funcionarios de la Caja (26% del personal) están en huelga, convocados por sus sindicatos, para exigir que la institución se comprometa a no aplicar el cambio que la ley ordenó desde diciembre del 2018 y que ya entró en vigor en la mayoría de instituciones estatales.
¿Cuál es la diferencia? Con la reforma fiscal, el crecimiento del gasto en salarios se desacelerará con la intención de desahogar las finanzas públicas.
No es que los sueldos no vayan a crecer. Sí lo harán y por encima de la inflación, pero a un menor ritmo. Sin el cambio, hay salarios en la CCSS que pueden crecer a un ritmo de casi un 6% anual, mientras el costo de la vida crece un 3%.
Un ejemplo. Para exponer el efecto de los pluses porcentuales, La Nación calculó el crecimiento que tendrían salarios de la CCSS en cinco años en el tanto reciben algunos de estos incentivos. Además, el resultado se comparó con lo que ocurriría si se aplica la reforma fiscal.
Un caso es el de un médico con un salario base de ¢1 millón más anualidades del 5,5%, así como una bonificación del 17% por ser médico, el incentivo por laborar en Consulta Externa del 22% y el pago por dedicación exclusiva del 55%.
En este ejemplo, hoy el sueldo total es de casi ¢2,5 millones y, con las condiciones que los sindicatos defienden, crecería a ¢3,2 millones en cinco años. Es decir, el salario aumentaría a un ritmo del 5,7% por año. Entre el 2019 y el 2024, habría crecido un 28% en total.
Para hacer la estimación, se calculó que el salario base crecería a un ritmo del 3% anual por inflación.
La tasa de crecimiento de todo el salario casi duplica la inflación debido a que las anualidades y los otros tres incentivos crecen exponencialmente por tratarse de porcentajes del salario base. En otras palabras, cada vez que el salario base sube, aumentan los incentivos.
Si se aplica la reforma fiscal, el mismo sueldo crecería un 21% en cinco años, a un ritmo anual del 4,2%. El salario subiría de ¢2,5 millones a ¢3 millones. (Recuadro en pág. 5).
Supuesta privatización. Aunque los gremios alegan que el principal motivo de la huelga es una supuesta privatización de la CCSS, el presidente de la Unión Médica Nacional, Edwin Solano, reconoció que temen que la entidad se ajuste a lo que establece la reforma fiscal y su reglamento.
“Si usted me dice que ya se aplicaron, puede ser que todavía estén esperando el último momento para aplicarlos, pero nosotros no nos vamos a chupar el dedo (...), ya sabemos qué quieren hacer con los pluses, ya sabemos lo que quieren hacer con otro tipo de incentivos que tienen los trabajadores de la CCSS y por eso estamos en este movimiento tan fuerte”, advirtió Solano.
Esos incentivos se han ido acumulando a lo largo de los años mediante concesiones otorgadas por gobiernos, muchas veces luego de huelgas, mediante leyes, reglamentos o acuerdos con los sindicatos.
Los sindicatos reclaman que los incentivos por porcentajes son derechos adquiridos que se deben calcular de la misma forma que se venía haciendo antes de la reforma fiscal.
No obstante, el artículo 54 de la nueva ley establece que todos los incentivos porcentuales, excepto la dedicación exclusiva y la prohibición, deben convertirse en un monto nominal calculado con base en los salarios de enero del 2018 y que permanecerá invariable.
El mandatario Carlos Alvarado fue categórico en cuanto a la disponibilidad al diálogo: “Estamos dispuestos a negociar pero lo que es ley de la República es ley de la República y debe ser respetado”.
Acuerdo y rebajos. La molestia de los sindicatos, según Solano, es que el jerarca de la CCSS, Román Macaya, se había comprometido con ellos a mantener las anualidades y demás pluses en términos porcentuales, contrario a lo que establecen la ley y el reglamento.
Así consta en un acuerdo que firmaron Macaya y los gremios el 20 de febrero.
En dicho documento se estableció que “las anualidades acumuladas por las personas trabajadoras a la fecha de publicación de la Ley, se respetarán en su fórmula de cálculo y se continuarán reconociendo y remunerando de acuerdo con el porcentaje establecido para cada puesto”.
Además, el acuerdo dice que “todos los incentivos, complementos, sobresueldos y pluses salariales que actualmente están definidos en términos o valores porcentuales, devengados por las personas trabajadoras a la fecha de entrada en vigencia de la ley, se mantendrá y respetará su forma de cálculo y pago”.
Sin embargo, el reglamento de la reforma fiscal y dos modificaciones más que se han publicado este año, impulsadas por los ministerios de Hacienda y de Planificación Nacional y Política Económica reafirman que la conversión a montos fijos es indiscutible.
Hasta la fecha, ninguno de los pluses de la CCSS se ha visto modificado porque la entidad alega imposibilidad tecnológica para hacerlo antes de marzo del 2021.