La Nacion (Costa Rica)

Upaleños se organizan para ‘limpiar’ barrio de vandalismo

Vecinos alegan estar cansados de asaltos y del narco; grupo ya fue atacado a balazos

- Carlos Arguedas C. carguedasc@nacion.com

Cerca de 30 pobladores tomaron desde el viernes 9 de agosto las calles de barrio El Jardín, en Pital de San Carlos, Alajuela, más conocido como “barrio chino”, con la finalidad de limpiarlo de drogas, asaltos y agresiones.

La medida fue adoptada por miembros del denominado comité de seguridad, según dijeron, para cambiar la imagen de la comunidad, que es señalada como peligrosa.

Tres días después de que desplazaro­n a vendedores de drogas y, mientras realizaban una reunión en la calle para analizar el resultado del trabajo, los miembros de este grupo fueron objeto de un ataque a balazos, y dos de ellos resultaron heridos.

En respuesta, oficiales de la Fuerza Pública, Organismo de Investigac­ión Judicial (OIJ) y Fiscalía Adjunta de San Carlos allanaron cuatro viviendas y capturaron como sospechoso­s de la balacera a seis personas, entre ellas a una menor de edad.

Se trató de cinco hombres de apellidos Torres, Martínez Arauz, Melara Torres, González Durán, Hernández González y una muchacha. A los individuos les dictaron tres meses de prisión preventiva y a la jovencita, tres meses de detención provisiona­l, por el delito de intento de homicidio.

Santos Ojeda, una de las personas que resultó herida de bala, aseguró que no están buscando la violencia. “Lo que queremos es vivir bien, que el barrio cambie. Ellos pueden seguir aquí, pero si no hacen cosas malas”.

Barrio El Jardín, fundado en la década de los noventa, empezó a ser denominado ’barrio chino’ al inicio de este siglo debido a las disputas a balazos entre narcotráfi­cantes. Allí se dieron homicidios, robos e incluso se convirtió en tierra de nadie. Las patrullas de la Fuerza Pública eran apedreadas cuando entraban.

En el caserío hay dos organizaci­ones delictivas: los managüitas y los meneses. Se les atribuye distribuir droga a consumidor­es de Pital y de otros lugares aledaños. Los compradore­s llegaban a pie o en vehículo. Empero, muchos adictos aprovechab­an para intimidar a estudiante­s, robar celulares y tocar las partes íntimas a las jóvenes.

El temor era tal que al barrio no ingresaban camiones repartidor­es de productos alimentici­os.

“Este barrio ha sufrido mucho. La gente ha aguantado años, pero ahora nos hemos parado un grupo de vecinos. Queremos limpiar esto. Queremos tener un barrio sano, una nueva vida que sea digna. Aquí estamos dando la cara. Nos han amenazado, es verdad, pero vamos a seguir hasta que vivamos en paz”, agregó Alberto Iván Vallejos, presidente del comité de seguridad.

Reacción. El fiscal adjunto de San Carlos, Alejandro Araya, dijo que desde hace tres años, cuando asumió el cargo, le está dando seguimient­o a todo lo que acontece en el llamado “barrio chino”. Sin embargo, indicó que la falta de denuncias es una de las debilidade­s para individual­izar a los responsabl­es de cometer delitos.

Agregó que se ha reunido

“ESE BARRIO ERA MUY COMPLICADO. AHÍ UNA PATRULLA NO PODÍA ENTRAR. LOS CARROS SALÍAN CON LOS VIDRIOS QUEBRADOS”.

Allan Sanabria

Subjefe de la región Huetar Norte de la Fuerza Pública

con la comunidad para invitarla a que interponga las quejas ante las autoridade­s judiciales y que luego no se pierdan, pues explicó que muchas veces se logra abrir un proceso penal contra un sospechoso, pero luego los denunciant­es desaparece­n y las causan se desestiman.

Respecto a la formación de comités de seguridad, el fiscal aclaró que no están en contra de que la ciudadanía se organice “pero que lo haga a través de los programas de seguridad comunitari­a del Ministerio de Seguridad”.

“Estos grupos no saben contra qué o contra quién se van a enfrentar. Se genera un halo de riesgo para ellos (...), pero al otro lado de la moneda, es que muchas veces se cometen grandes atropellos donde personas inocentes son vapuleadas (...), o al final de las investigac­iones nos hemos encontrado que gente honesta, trabajador­a y que es muy valiosa en una comunidad se convierte, lamentable­mente, en victimario­s al agredir a personas que tienen inmoviliza­das”, agregó.

Allan Sanabria, subjefe de la región Huetar Norte de la Fuerza Pública, concuerda con el fiscal en la necesidad de que estos grupos visualicen la responsabi­lidad que implica conformar un cuerpo de vigilancia comunitari­a.

“Lo que tuvimos que hacer fue un dispositiv­o más fuerte denominado 100 días por Pital, para poder restablece­r la seguridad que estaba reclamando el pueblo, lo cual permitió que los policías puedan entrar al barrio y realizar las acciones propias” afirmó.

Según dijo, a principios de mes tenían prevista una reunión con los vecinos para activar el grupo de seguridad comunitari­a, pero no se pudo realizar, pues en ese momento ocurrió la balacera que dejó los dos heridos.

Martín Argüello, otro vecino de El Jardín, sostuvo que la acción comunal apenas empieza, al tiempo que advirtió que ellos no podrán solos.

“Necesitamo­s el apoyo de la Fuerza Pública y de otras institucio­nes, porque queremos darle otra cara a la comunidad”, manifestó.

“El martes pasado hicimos la recolecció­n de toda la basura. Participar­on niños y jóvenes. Esto era muy sucio y ahora, está limpio. Tenemos otros planes como comprar un terreno para que los niños jueguen y construir un salón para reuniones”, puntualizó.

 ?? JOSE CORDERO ??
JOSE CORDERO
 ?? JOSE CORDERO ?? Parte de los miembros del comité de seguridad del barrio El Jardín; de izquierda a derecha Mario Blandón, Martín Argüello, Fernando González, Alberto Vallejos, Félix Góngora, Gilters Prendas y Santos Ojeda. Ellos afirman que no buscan violencia sino hacer de su comunidad un lugar de paz y tranquilid­ad.
JOSE CORDERO Parte de los miembros del comité de seguridad del barrio El Jardín; de izquierda a derecha Mario Blandón, Martín Argüello, Fernando González, Alberto Vallejos, Félix Góngora, Gilters Prendas y Santos Ojeda. Ellos afirman que no buscan violencia sino hacer de su comunidad un lugar de paz y tranquilid­ad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica