Cafetaleros atacados por roya presentan alta morosidad
27% de cartera de crédito creada para ayudarlos está con atraso en los pagos
Un 27% de la cartera total del Fideicomiso de Apoyo a los Cafetaleros Afectados por la Roya está con morosidad o atrasos de pago, reconoció, ante una consulta de La Nación, el Banco de Costa Rica (BCR), entidad que administra ese fondo, creado en el 2013 con recursos estatales para otorgar préstamos blandos ante la emergencia por el ataque de ese hongo.
Sin embargo, en este momento no se tienen casos en proceso de cobro judicial, indicó Roy Benamburg, gerente de Fideicomisos del BCR.
“El Comité Director del Fideicomiso sí solicitó enviar a 17 productores a cobro judicial; sin embargo, el fiduciario (el BCR) recomendó primeramente hacer la gestión de cobro administrativo, debido a que el monto de recuperación era menor a las erogaciones en las que podría incurrir el Fideicomiso en gastos legales”, detalló el ejecutivo bancario.
Mientras tanto, la recupe- ración de cartera de ese fidei- comiso alcanzó solo el 46,6% en el periodo 2014-2018, por lo cual el 53,39% no se había logrado cobrar en ese lapso, reveló un estudio de la auditoría del Ministerio de Hacienda. De un total de ¢4.290 millones de cartera por recuperar, solo se cobraron ¢1.999 millones, señaló el informe.
Esas montos se refieren a los créditos que ya estaban en etapa de cobro, pues el fideicomiso también otorgó periodos de gracia a los productores para que recuperaran sus plantaciones luego del fuerte ataque de la roya en el país, que se presentó entre finales del 2011 y el 2014.
Comisiones al Banco.
Además, entre el 2014 y el 2018, se habían pagado en comisiones al BCR, por la administración del fideicomiso, un total de ¢2.209 millones, mientras que la recuperación de créditos era menos en ese mismo periodo, pues alcanzó solo ¢1.999 millones, detalló el informe de auditoría.
Las cifras surgen mientras
el BCR prepara el traslado de la totalidad del fideicomiso al Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), pues será absorbido por el nuevo Fondo Nacional de Sostenibilidad Cafetalera (Fonascafé), creado mediante ley en octubre del 2018.
El fideicomiso por la roya se creó a través de una ley, aprobada en segundo debate el 25 de junio del 2013 y firmada por la entonces presidenta de la República, Laura Chinchilla, el 3 de julio del 2013. Una auditoría externa prepara el informe final para realizar el traslado.
El fondo se financió con un aporte de $40 millones (unos ¢20.000 millones de entonces) procedentes del Presupuesto Nacional, con un desembolso único del superávit del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), que alcanzó alrededor de ¢11.000 millones, y con otro giro único del superávit del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (Infocoop), por unos ¢500 millones.
La administración del fideicomiso fue ganada por el Banco de Costa Rica y se realizó bajo la supervisión del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). El objetivo fue ayudar a los pequeños productores que sufrieron el ataque del hongo, con créditos a tasas preferenciales para diferentes actividades, como fertilización, podas y renovación de plantaciones. Las tasas se aplicaron según actividad y la más baja fue del 4% anual.
A febrero del 2013, un 64% de los cafetales del país estaba afectado con el severo ataque del hongo, según las estimaciones del Icafé.
Los controles para otorgar créditos mediante este fideicomiso se habían cuestionado en un informe de la Contraloría General de la República, emitido el 8 de diciembre del 2016. El órgano criticó las debilidades en los mecanismos y procedimientos de control aplicados al brindar los préstamos.
Situación especial.
La alta morosidad y la poca recuperación de cartera surgen de una condición especialmente difícil de los productores de café, consideró el gerente de Fideicomisos del BCR.
Benamburg explicó que existe un contrato entre los intermediarios operativos y el fiduciario (Banco de Costa Rica), en el que al productor, a entregar la cosecha del café, se le procedía a realizar la reten ción correspondiente.
Sin embargo, y como ejem plo, detalló que en la zona de Coto Brus (una de las que lo gró más créditos), existían 10 intermediarios operativos rea lizando la labor de cobro, pero durante el plazo de ejecución del fideicomiso solo quedaron dos de esos intermediarios efectuando dicha labor.
Otra de las razones por la que se desmejoró el cobro de los créditos, añadió, es que se dificultó el pago durante las cosechas, debido a las difíci les circunstancias del sector cafetalero, entre ellas que la cantidad de café vendido para exportación durante la cose cha 2016-2017 reflejó una dis minución del 17% respecto a periodo 2014-2015.
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EL COMITÉ DIRECTOR DEL FIDEICOMISO SÍ SOLICITÓ ENVIAR A 17 PRODUCTORES A COBRO JUDICIAL; SIN EMBARGO, EL FIDUCIARIO (EL BCR) RECOMENDÓ PRIMERAMENTE HACER LA GESTIÓN DE COBRO ADMINISTRATIVO, DEBIDO A QUE EL MONTO DE RECUPERACIÓN ERA MENOR A LAS EROGACIONES EN LAS QUE PODRÍA INCURRIR EL FIDEICOMISO EN GASTOS LEGALES”.
Roy Benamburg Gerente de Fideicomisos Banco de Costa Rica
“
TODO SE VA A COBRAR Y SE VA A RECUPERAR, PUES LOS CAFETALEROS SIEMPRE HAN PAGADO SUS DEUDAS, AUNQUE SE VA A REQUERIR MÁS TIEMPO”.
Xinia Chaves
Directora del Icafé
Al Fonas café.
El fideicomiso para los afectados por la roya es uno de los que debe ser trasladado en su totalidad al nuevo Fonascafé, cuya ley se aprobó el 29 de octubre del año pasado.
El trámite administrativo para el traslado de este fideicomiso y la situación difícil de los pequeños productores del grano crean una condición muy especial, explicó la directora ejecutiva del Icafé, Xinia Chaves.
La funcionaria explicó que el Instituto, entidad que tiene a cargo la administración del Fonascafé, solicitó la entrega de un informe de auditoría externa de ese fideicomiso, para realizar un traslado en orden y con los números claros. Esa auditoría se está realizando en este momento.
Al completarse en su totalidad el traslado, el Icafé deberá realizar un estudio, caso por caso, de los deudores atrasados y determinar si algunos de ellos requieren más tiempo para pagar, adelantó Chaves.
“Todo se va a cobrar y se va a recuperar, pues los cafetaleros siempre han pagado sus deudas, aunque se va a requerir más tiempo”, aseguró Chaves, quien justificó esa posición en que se trata de muy pequeños productores, con créditos individuales que van entre ¢1 millón y ¢3 millones en su mayoría, con un tope máximo de ¢7 millones.
Ellos, continuó Chaves, no se han logrado recuperar del golpe de la roya y, además, se han visto muy afectados por la baja en la cosecha, ya que las dos últimas han sido las menores de los últimos 40 años.
La directora ejecutiva agregó que se trata de 17.000 expedientes de créditos, de los cuales se requiere saber cuántos están al día, cuántos con atraso, cuántos pueden pagar y cuáles deberán tener un periodo mayor para honrar la deuda.
COLABORÓ EL PERIODISTA ÓSCAR RODRÍGUEZ A.