El mundo comienza a moverse por Amazonia
Potencias mundiales ofrecen a Brasil casi $50 millones para aplacar los incendios
PARÍS. AFP. Los países del Grupo de los Siete (G7) prometieron ayer una ayuda de emergencia de $20 millones para enviar aviones bombarderos a la Amazonia, asolada por incendios, durante una cumbre en la que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, arremetió contra comentarios “insultantes” de su homólogo brasileño.
“La pérdida del pulmón del planeta es un problema mundial”, declaró el jefe de Estado francés, al cierre de un encuentro de tres días con los dirigentes de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá y Japón, en el que los incendios en la Amazonia fueron uno de los temas principales en los debates.
Macron, anfitrión este año del foro de potencias industrializadas occidentales, anunció un plan en dos etapas para salvar la Amazonia, en cuya elaboración participó el presidente de Chile, Sebastián Piñera. El mandatario de ese país, que acogerá en diciembre la COP25, fue el único gobernante suramericano invitado al cónclave.
Además de una ayuda inmediata de $20 millones, que incluye el envío de una flota aérea para combatir las llamas, los mandatarios del G7 se pusieron de acuerdo sobre un plan de ayuda destinado a proteger la biodiversidad y a reforestar, que será completado en la Asamblea General de Naciones Unidas a fines de setiembre.
Esta “iniciativa para la Amazonia”, de “al menos $30 millones”, requerirá el acuerdo de Brasil y de los otros ocho países amazónicos, en relación estrecha con las ONG y las poblaciones locales, indicaron los mandatarios.
“Estos son grandes logros en los que estamos colaborando, respetando la soberanía de los países amazónicos sobre sus territorios”, señaló el presidente chileno.
Además de los $20 millones desbloqueados por los países del G7, Reino Unido prometió 10 millones de libras esterlinas (unos $12 millones) para restaurar el hábitat de la mayor selva tropical del planeta y Canadá ofreció $15 millones y el envío de un bombardero a la Amazonia, donde las llamas han arrasado miles de hectáreas.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, lanzó un llamado a la comunidad internacional para “movilizar muchos recursos más para ayudar a los países de la Amazonia”.
La cuestión de la Amazonia entró en el último minuto al encuentro y provocó un duro cruce de palabras entre el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su homólogo brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien denunció una intromisión en asuntos soberanos de otras naciones.
El tono subió cuando Macron arremetió contra comentarios “extraordinariamente irrespetuosos” de Bolsonaro, quien avaló insultos publicados en Facebook contra la primera dama de Francia.
A la embestida contra el presidente francés se ha unido parte del entorno de Bolsonaro, comenzando por el ministro de Educación, Abraham Weintraub, quien tildó a Macron de “cretino oportunista”.
Las tensiones entre Francia y Brasil se vienen incrementando desde que Macron llamó, la semana pasada, a los líderes de las principales democracias industriales a una discusión de urgencia en la cumbre del G7 sobre los incendios en la Amazonia. Bolsonaro replicó acusándolo de tener una “mentalidad colonialista”.
Pese a que la cumbre arrancó con fracturas internas, el foro concluyó, de manera inesperada, bajo un clima consensual en varios ámbitos, incluyendo la espinosa cuestión del programa nuclear iraní.
El propio presidente estadounidense, Donald Trump, tradicional crítico del multilateralismo, elogió la “gran unidad” de esta cita.
Sobre Irán, Trump dijo que estaba dispuesto, “si las circunstancias son apropiadas”, a reunirse con el presidente iraní, Hasán Rohaní, país contra el que implementó una política de “máxima presión” por su programa nuclear.
En Teherán, Rohaní también se mostró abierto al diálogo, a pesar de las críticas del ala dura del régimen por la visita sorpresa del ministro de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, a Francia.