La Nacion (Costa Rica)

Libertades selectivas

- Armando González R. DIRECTOR DE LA NACIÓN agonzalez@nacion.com

La Universida­d de Costa Rica demuestra amplia conciencia de sus de rechos y tiende a exa gerarlos para defender privilegio­s. La autonomía univer sitaria es uno de los más socorri dos, pero también la libertad de cátedra. Son garantías importan tes, sin duda alguna. De su invo cación y defensa, solo podemos lamentar los excesos, especial mente, cuando son manipulado­s para amparar intereses particu lares de los funcionari­os.

El abuso erosiona los concep tos y crea confusión sobre su verdadero significad­o, pero nada causa tanto daño como la invoca ción selectiva, con olvido de las demás garantías relativas a la li bertad de conciencia y expresión La carta abierta de 19 decanos y directores de carrera para mani festar preocupaci­ón por el rumbo del Semanario Universida­d, justo cuando se discutía la renovación del nombramien­to de su director y a dos meses de un revelador reportaje sobre acoso sexual en el centro de estudios, es una bo fetada a las libertades de prensa y expresión, parientes cercanas de la libertad de cátedra y de la razón de ser de la autonomía uni versitaria.

El Semanario develó verdades incómodas, y ese no es su papel según se desprende de la carta de los líderes académicos. En la Facultad de Derecho, el deca no Alfredo Chirino se refirió a los hechos denunciado­s por los periodista­s como una “leyenda negra” y luego se vio obligado a rectificar. En los pasillos, en frentó reclamos de estudiante­s indignados y ofreció enmiendas y transparen­cia. Un par de me ses después, su nombre aparece entre los firmantes de la carta abierta.

El documento pide, sin mayor disimulo, una dirección “aboca da a la divulgació­n e informació­n del quehacer genuino” de la “co munidad académica”, lo cual le permitirá a la sociedad costarri cense “mantenerse actualizad­a sobre los grandes aportes” de la “universida­d al país”. En otras palabras: nada de crítica y mu cho de loas o, quizá, propaganda.

Poco tardó el Consejo Univer sitario para colmar las aspiracio nes de los decanos. No se moles tó en votar. Simplement­e sumó la puntuación obtenida por los candidatos en tres categorías de evaluación muy cuestionab­les Además, declaró el resultado ina pelable en abierta violación de un derecho básico.

El episodio es lamentable pero si algo puede rescatarse es que la universida­d, cuyo reclamo de magisterio moral es frecuente se haya exhibido como es. Lo mis mo ocurre con el acoso sexual Aparte del Semanario, el resto de la institució­n se cerró para lavar los trapos en casa y, tal vez, no la varlos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica