Éxitos forestales
La reforestación a gran escala pondría miles de millones de árboles a capturar carbono y mitigar el cambio climático, entre otros beneficios.
La cobertura boscosa del planeta se puede expandir en una tercera parte sin afectar la agricultura ni perturbar la vida urbana. Según mediciones satelitales y análisis divulgados por la prestigiosa revista Science, los nuevos bosques llegarían a ocupar un territorio tan extenso como el de los Estados Unidos.
La reforestación a gran escala pondría miles de millones de árboles a capturar carbono y mitigar el cambio climático, entre otros beneficios. Hay 900 millones de hectáreas esperando servir a la recuperación de cobertura boscosa y, si la humanidad se apura a aprovecharlas, contribuirán a capturar 205 gigatoneladas de carbono.
La reforestación es una esperanza frente al sombrío panorama del calentamiento global, pero plantea una carrera contra el tiempo. Los científicos calculan una reducción de 223 millones de hectáreas hábiles para la reforestación de aquí al 2050 —especialmente en el trópico— si el planeta mantiene el ritmo actual de emisión de gases de efecto invernadero.
Precisamente en el trópico, nuestro país demostró la posibilidad de recuperar terreno para los bosques a una velocidad vertiginosa. En tres décadas, pasó de un 21 % de cobertura forestal a un 57 %. Lo hizo con poca asistencia, pero con buenas políticas públicas, incluidos los estímulos fiscales, la educación y la prevención.
Mientras los incendios forestales consumen la Amazonia con un guiño de aprobación del gobierno brasileño, Costa Rica cosechó reconocimientos por su labor preventiva durante la Semana del Clima, celebrada en Nueva York, en el marco de la 74.ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Con apoyo de un mapa publicado por la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA), el presidente, Carlos Alvarado, destacó el éxito nacional en la prevención y manejo de los incendios forestales, cada vez más comunes y destructivos en todo el planeta a consecuencia de la crisis climática.
Mientras los científicos alertan sobre las enormes extensiones disponibles para reforestar y la necesidad de aprovecharlas con rapidez, el fuego, alentado precisamente por el fenómeno que se quiere combatir mediante la reforestación del planeta, empuja en la dirección contraria. Hasta los países nórdicos, donde los incendios forestales fueron poco comunes, se han visto obligados a pedir ayuda a países del Mediterráneo, más acostumbrados a combatirlos.
En Costa Rica, la amenaza se ha extendido a la húmeda región del Atlántico, donde el Cuerpo de Bomberos atendía pocas emergencias, lo cual liberaba recursos para concentrarlos en el Pacífico seco. No obstante la sujeción a condiciones climáticas muy similares, Costa Rica se diferencia de las naciones comprendidas entre México y Panamá por el poco efecto en la cobertura boscosa.
La ampliación de los bosques y su preservación mediante técnicas adecuadas y la abnegación del Cuerpo de Bomberos, en particular de los mil voluntarios auspiciados por el Ministerio de Ambiente y Energía, son motivos de sano orgullo. Más allá de eso, deben servir de apoyo para redoblar esfuerzos diplomáticos e incrementar el peso moral del país en los foros internacionales.
La expansión de los bosques nacionales es un aporte a la defensa del planeta contra el cambio climático; sin embargo, los peligros sobrepasan los esfuerzos de pequeñas naciones como la nuestra. Por eso, no debemos dejar de insistir en las soluciones, sin olvidar las tareas pendientes en nuestro territorio, como la contaminación de los ríos y los horrores del transporte público y privado.
La reforestación a gran escala pondría miles de millones de árboles a capturar carbono y mitigar el cambio climático, entre otros beneficios
La expansión de los bosques nacionales es un aporte a la defensa del planeta contra el cambio climático, pero los peligros sobrepasan los esfuerzos de pequeñas naciones como la nuestra