Gobierno echó atrás con donación de China
El actual gobierno se disculpó con la República Popular China, luego de que declinó una gestión realizada por la administración pasada (Solís Rivera, 2014-2018) para la donación de tres escáneres nuevos y la rehabilitación de otros dos donados por ese país asiático.
El diputado Jonathan Prendas, del bloque Nueva República y el independiente Erick Rodríguez, ambos de la Comisión de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea Legislativa, criticaron el hecho de que primero se pidiera cooperación a China y luego se diera un paso atrás.
Según Prendas, le dieron la espalda a su propia solicitud de tener escáneres de alta tecnología que contaban con las especificaciones solicitadas por nuestro país.
Por su parte, Rodríguez calificó como una “barbaridad” que no se recibiera el equipo solicitado, alegando que se queda corto para lo que se pretende hacer.
La solicitud de cooperación para contar con los escáneres fue gestionada en noviembre del 2014 por el canciller de entonces, Manuel González, con el fin de que sirvieran para “combatir el crimen organizado, el narcotráfico, el trasiego ilegal de estupefacientes, armas, drogas, explosivos, legitimación de capitales y contrabando”.
Luego de que China contrató a la empresa Nuctech y tuvo listos para la entrega los tres dispositivos, valorados en $15 millones, el gobierno echó a atrás y no los recibió.
Cuestiones técnicas. El viceministro de Comercio Exterior y presidente del Consejo Nacional de Facilitación del Comercio (Conafac), Duayner Salas, afirmó que más allá de asuntos políticos, fueron factores técnicos y de mantenimiento los que llevaron a desistir de la donación de los equipos.
“Se hicieron investigaciones de mercado, se analizó la respuesta de China a los cambios y se consultaron diversos proveedores internacionales. Determinaron que no era conveniente para el país aceptar una donación en esos términos, pues el mantenimiento lo podía realizar solo la empresa fabricante y el Estado costarricense debía comprometerse a suscribir un contrato”, indicó.
Añadió que otros inconvenientes tenían que ver con funcionalidades que se requerían y de las que los equipos carecían.
La Embajada de China, con insumos de la empresa, dijo que esas funcionalidades se podían añadir a los equipos, pero tenían un costo adicional, lo cual se presentaba como una erogación para el Estado y todo eso llevó al criterio técnico con el que Conafac rechazó por unanimidad la donación.
Un día antes de que terminara labores la administración Solís Rivera, llegó a la Cancillería la carta de rechazo a la donación, por lo que correspondió al actual gobierno responder a su homólogo de China, el 27 de julio del 2018.
Epsy Campbell, canciller al inicio de la presente administración, se lo hizo saber al embajador Teng Hang.
El 7 de agosto, el diplomáticp chino le contestó que “la parte china lamenta profundamente el acuerdo tomado por esta entidad (Conafac) y al mismo tiempo no concuerda con los análisis y la evaluación que evidentemente no corresponden a los hechos”.
En una posterior reunión con el embajador y representantes de Nuctech, las autoridades actuales le hicieron ver que “de ninguna manera la empresa actuó de mala manera y que el Gobierno no cuestiona ni pone en duda la buena fe y la excelente disposición del Gobierno de la República Popular China, pero se hizo referencia a que las condiciones de la donación no eran las idóneas”.