Pornovenganza
Como yo, miles de mujeres han vivido lo que la gente llama la pornovenganza. Confiar en alguien, entregar cuerpo y alma. Dar a esa persona la oportunidad de mostrar lo que creíamos que respetaba. Mi cuerpo, conocido por todos mis amigos y los que no son amigos. Las redes sociales han sido un campo fácil para divulgar todo tipo de información, reproducir imágenes y videos en unos cuantos segundos. WhatsApp o Facebook son el medio más fácil para llevar a cabo la venganza de la cual hemos sido víctimas.
Como mujeres en esta sociedad, somos blanco fácil de las críticas, por el simple hecho de ser nosotras quienes debemos mostrar pudor. Pero ¿y las personas que están a nuestro lado? Estas, a las cuales entregamos nuestra confianza para que sea destruida en lo que dura enviándose una imagen por WhatsApp. Esta acción trae consigo dolor, vergüenza y, sobre todo, críticas de la gente. ¡Pero, claro! La culpa es de una, y la persona responsable de esto ¡es una campeona! Montserrat González González
El Consejo de Concesiones se convirtió hace tiempo en un abotagado elefante blanco. Lo confirma el hecho de que casi todo su presupuesto se destina al pago de planillas, pues dispone de 54 funcionarios administrativos y solo 9 técnicos.
Ahora pretende concesionar obra pública más allá de la construcción de carreteras, pese a que renombradas empresas constructoras han dejado sin terminar proyectos