Adolescente tica aspira a convertirse en tenista profesional
››Este año jugó 17 torneos y pasó cuatro meses fuera de Costa Rica
Desde hace algunos años Nicole Alfaro lo tiene claro: su meta es ser tenista profesional. Por eso optó por estudiar en línea, dedicar más de cinco horas a entrenamientos y, con el apoyo de su familia, invertir en el deporte.
Por ahora está cumpliendo los primeros pasos para aspirar a ese sueño. “Amo el tenis, daría todo por esto”, afirma con seguridad.
Este año entró al ranquin mundial junior de la Federación Internacional de Tenis (ITF) con solo 14 años. Esa es su principal ventaja sobre otras ticas que también están en esta clasificación. En este momento es la más joven de las cinco nacionales.
Su margen de crecimiento es alto, pues en el escalafón junior las jugadoras se pueden mantener hasta los 18 años.
Alfaro empezó en el puesto 2.990, luego subió al 1.959 y ahora bajó al 2.028. La posición puede variar mucho, porque si durante unas semanas no compite, otras deportistas empezarán a sumar.
El reto mayor no es estar ahí, sino mantenerse y después dar el salto al listado mayor profesional de la Women’s Tennis Association (WTA).
Eso sí, para eso deberán pasar algunos años. Lo primero es defender los puntos de esta temporada.
La categoría junior funciona de forma muy similar a la profesional. Por ejemplo, un jugador que en el 2019 llegó a semifinales de un torneo, debería volver a ese certamen en el 2020 e intentar escalar hasta la final para ganar unidades.
El papá y entrenador de Nicole, Fred Alfaro, lo explica:
“Este año estamos casi obligados a jugar el mismo programa, agregando uno que otro torneo. Es todo un juego de dónde conviene más”.
En junior hay seis categorías de torneos: grado A (los Grand Slam), grado 1 (como la Copa del Café), grado 2, grado 3 (Costa Rica tiene dos), grado 4 y, finalmente, grado 5.
Actualmente, Alfaro compite mayoritariamente en torneos que están en el último o penúltimo escalafón, en su categoría de 14 años.
Aunque podría ir a un torneo 3 o 2, la estrategia está más enfocada en mejorar en esa división, para después ir superando niveles.
“Si uno es bien ordenado y sabe el nivel que tiene, lo ideal es llegar a semifinales o finales para brincar a grado cuatro. Nicole, en su segundo torneo, llegó a segunda ronda y en dobles, a cuartos de final”, agregó su papá.
Este año Nicole disputó 17 torneos, necesitó pasar al menos cuatro meses fuera del país, y para el 2020 podría ser más tiempo, porque la idea es hacer giras a Suramérica y Europa, no solo para jugar partidos, sino también para entrenar con tenistas de alto nivel.
Cuando una jugadora se sienta lista para brincar de junior a profesional, debe tener los puntos suficientes y canjearlos por unidades de categoría mayor; así puede entrar al ranquin WTA. Si en el camino se arrepiente y todavía no tiene 18 años, puede devolverse.
“Soy el papá y entrenador, ningún carnicero habla mal de su carne. Pero no lo digo yo lo dicen desarrolladores de la ITF, otros entrenadores que la han visto. No nos engañamos hay muchas expectativas en llegar a meterse en un ranquin adulto”, comentó Fred.
Además del talento, es cons ciente de otros elementos fun damentales, como el dinero Entre los 14 y 16 años hay que invertir unos $30.000 (cerca de ¢18 millones) por año, según e cálculo hecho por el entrena dor. De los 16 a 19, se duplica a $60.000. En ese punto, se supo ne que ya podría ganar dinero para seguir compitiendo.