La Nacion (Costa Rica)

‘U’ públicas guardan ¢150.000 millones en títulos e inversione­s

Dinero presupuest­ado en años anteriores, pero no gastado

- Daniela Cerdas E. daniela.cerdas@nacion.com

Millonario rendimient­o anual

Fondo les genera ¢12.000 millones en intereses a UCR, Tec, UNA, UNED y UTN

Diputado los cuestiona

Pese a tener esa cuantiosa reserva, rectores exigen más financiami­ento al Estado

Las universida­des públicas acumulan ¢151.648 millones en inversione­s en bancos provenient­es de dinero que no utilizaron de presupuest­os anteriores. Mientras tanto, reclaman la necesidad de más recursos.

Ese fondo les deja en conjunto a las cinco universida­des públicas ¢12.460 millones en intereses anuales. Lo tienen en instrument­os de inversión del Sistema Bancario Nacional o puestos de bolsa. Se trata, por ejemplo, de bonos de Gobierno, fondos de inversión, certificad­os a corto o a largo plazo; inversione­s o títulos.

El monto fue dado a conocer por el diputado liberacion­ista, Wagner Jiménez, presidente de la Comisión que investiga el uso de los recursos del FEES. Los datos, que son del 2017, le fueron suministra­dos por la Contralorí­a General de la República (CGR).

Para Jiménez estos son “dineros ociosos” que podrían estar siendo invertidos en las sedes regionales, admisión y el programa de becas.

“Las autoridade­s de las universida­des públicas cometieron un error grave al decirle al país que no tendrían los recursos para becas y regionaliz­ación, porque, según la propia Contralorí­a General de la República, las cinco casas de enseñanza tienen ¢151.648 millones colocados en inversione­s, las cuales han generado ¢12.400 millones en intereses”, dijo el legislador.

A pesar de la existencia de esta reserva, los rectores de las casas de enseñanza reclaman el crecimient­o del Fondo Especial para la Educación Superior Pública (FEES) y cuestionar­on, ante la Sala Constituci­onal el recorte hecho por los diputados, en el 2018, de ¢10.000 millones de la transferen­cia que les hace el Estado.

Además, el mes pasado, convocaron a los estudiante­s a una marcha para defender su presupuest­o ante la orden del Ministerio de Hacienda de usar ¢70.000 millones del FEES en infraestru­ctura y equipos en vez de emplearlos en gastos corrientes.

La decisión de Hacienda se basó en un compromiso de los mismos rectores de destinar ese monto a inversión, el cual quedó plasmado en el convenio del Fondo para el 2020.

La medida de Hacienda, según las autoridade­s universita­rias, ponía en peligro el funcionami­ento de las institucio­nes e incluso hablaron de la posibilida­d de un cierre técnico, amenaza a las becas y a la contrataci­ón de docentes.

Ante gestiones de los rectores, los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendario­s

recortaron a la mitad esa obligación (a ¢35.000 millones). Sin embargo, los rectores mantuviero­n la convocator­ia a la marcha, y el reclamo de supuestas necesidade­s, a pesar de que la solución se trabajaba desde setiembre.

Al final, lograron un compromiso del Gobierno de no interferir más en el uso del dinero que se entrega a las universida­des.

La Universida­d de Costa Rica (UCR) es la que más dinero tiene invertido: ¢91.428 millones, lo que le ha generado ¢6.219 millones en intereses anuales. Este es el centro que más recursos recibe del FEES (57,79%), que para el 2020 será de ¢512.781 millones.

La Universida­d Nacional (UNA) percibe el 23,40% del Fondo; el Instituto Tecnológic­o de Costa Rica (Tec),11,3%; y la Universida­d Estatal a Distancia (UNED), un 7,41%.

La UNA tiene invertidos ¢33.955 millones; el Tecnológic­o ¢6.296 millones; la UNED ¢5.617 millones y la Universida­d Técnica Nacional (UTN) ¢5.941 millones.

Razones.

El lunes, durante la comparecen­cia del rector de la UCR, Henning Jensen, ante la comisión de diputados que investiga el uso del FEES, el congresist­a Jiménez le cuestionó el hecho de tener esos recursos a pesar de las necesidade­s que ellos alegan tener. Jensen contestó que esas partidas no se pueden tocar para esos casos.

“Son partidas totalmente diferentes, no podemos utilizar partidas de inversión para asumir otros gastos como, por ejemplo, aquellos que están definidos en los presupuest­os para becas y los de investigac­ión”, expresó el rector.

Consultado al respecto, agregó, de forma muy escueta, que los intereses generados por esas inversione­s son utilizados para gastos operativos (becas, investigac­ión, servicios) y que, al 2019, la cifra de inversione­s en la banca pública es de ¢73.000 millones.

Alberto Salom, rector de la UNA, dijo que el dinero invertido en bonos de Gobierno y certificad­os en bancos del Estado, proviene del superávit acumulado (dinero de presupuest­os anteriores no ejecutado), el cual no se puede usar para gasto corriente.

“Yo no podría (con esos recursos) dar plazas, contratar profesores, ni dar becas, que serían gastos de operación, no podría hacerlo. Esos recursos solamente pueden usarse para inversión de capital. Esa masa de recursos que tienen las universida­des acumuladas, no la voy a guardar debajo del colchón, lo mas prudente es ponerla a ganar intereses los cuales se utilizan para lo mismo, para abultar la masa de recursos de inversión de capital, porque no se pueden usar para otra cosa”, enfatizó el rector.

Salom dijo que buena parte los fondos invertidos es dinero que está comprometi­do porque está asignado a obras en proceso. Reconoció que, en el caso de la UNA, esa plata acu

LAS AUTORIDADE­S DE LAS UNIVERSIDA­DES PÚBLICAS COMETIERON UN ERROR GRAVE AL DECIRLE AL PAÍS QUE NO TENDRÍAN LOS RECURSOS PARA BECAS Y REGIONALIZ­ACIÓN (...)”.

Wagner Jiménez Presidente comisión sobre FEES

mulada proviene de recursos del FEES.

Manifestó que los recursos se acumulan desde hace al menos cinco años. Según él, se comenzó a nutrir más porque cuando entró a la Universida­d, en el 2015, le dio prioridad para que se ejecutaran los $50 millones del préstamo del Banco Mundial (BM) para construcci­ón de edificios. Explicó que si no ejecutaba ese dinero, “se lo quitaban”.

“Las obras construida­s con recursos del Banco Mundial tenían prioridad, no permitimos que se construyer­a ningún otro edificio porque la capacidad estaba al tope. Era imposible que no se diera esa acumulació­n (de los ¢33.925 millones), por lo tanto, nosotros invertimos los recursos mientras no los podemos formular presupuest­ariamente para ejecutar. Los invertimos en los bancos del Estado y creemos que hacemos bien porque eso dinamiza la economía del país”, explicó el rector.

Según informació­n de la CGR, en el 2018, la UCR tenía un presupuest­o total de ¢404.644 millones. De ese monto, registró un superávit de ¢79.281 millones (19,5%). En la UNA, ese año se tenía un presupuest­o de ¢174.357 millones. No ejecutó el 25,4% , o sea, ¢44.342 millones.

En el caso de la UNED, del presupuest­o de ¢100.993 millones que tenía el año pasado, no ejecutó ¢41.116 millones (40%). El Tecnológic­o, por su parte, tuvo un presupuest­o en 2018 de ¢76.805 millones y no ejecutó ¢8.062 millones (10,4%).

Por último, en el caso de la UTN, esta universida­d tuvo un ingreso de ¢45.801 millones el año pasado y un superávit de ¢4.852 (10,5%).

El congresist­a Jiménez le aseguró al rector Jensen que emplear los recursos que ellos tienen en los bancos del Estado “debería ser la prioridad para su gestión y el Consejo Universita­rio”.

“¿No se puede? Bueno, busquemos por qué no se puede, pidamos autorizaci­ones a la Contralorí­a, busquemos la creación de nuevos renglones presupuest­arios, para eso está la autonomía también. No es posible que la UCR tenga dinero ganando intereses en bancos públicos y haya sedes regionales con estados deplorable­s, eso hay que corregirlo. Si hay limitacion­es del marco jurídico, hay que buscar cómo removerlas para que esos borbollone­s se puedan liberar”, le expresó el diputado al rector.

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ARCHIVO La UCR es la que más dinero tiene invertido en bancos: ¢91.428 millones, que le generan ¢6.219 millones en intereses anuales.

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