Hampa deja en ruinas el Estadio Nuevo de Limón
››Atleta clama por seguridad privada y pide que alguien lo administre
“
ES MUY MOLESTO QUE SUCEDA ESTO. SE ESTÁ TRATANDO DE SALVAR A CHICOS DE LA CALLE CON EL DEPORTE Y PASA ESTO”. Sharolyn Scott
Atleta olímpica
En los últimos tres meses, desmantelaron el Estadio Nuevo de Limón. Se robaron las pilas de los baños, las mallas, los portones, algunas baldosas y hasta el cableado eléctrico.
También, rompieron los bombillos de las lámparas que lo iluminaban y dejaron los baños inservibles.
Un día después de cortar el zacate de la cancha y amontonarlo en pequeños puños, lo incendiaron sobre la gramilla.
Más tarde, desaparecieron unas tablas que utilizaban los atletas de salto largo para entrenar.
De pronto, el vandalismo vació el reducto y lo destruyó, con poca respuesta de las autoridades del Instituto Costarricense del Deporte (Icoder) y el Ministerio de Educación Pública, responsable, hasta hace apenas unos meses, del mantenimiento del inmueble.
La atleta olímpica Sharolyn Scott lanzó el grito al cielo en sus redes sociales cuando empezó la historia de terror.
El Colegio Deportivo de Limón,
que en principio se instaló en el estadio con unas aulas construidas bajo la gradería, se movilizó a otro sitio en busca de mejores condiciones.
Con el inmueble vacío y sin seguridad, fue cuestión de días para que los delincuentes lo destruyeran.
De julio hasta hoy, la lucha de la atleta y de la comunidad consiste en frenar el desastre, a la espera de que el Icoder, que al final retomó la administración total del sitio, coloque seguridad permanente para evitar que el descalabro sea aún mayor.
“Me dieron ganas de llorar cuando vi el estadio”, confiesa Scott a La Nación.
Solución no llega.
Las actas del Consejo Nacional de Deportes
del Icoder del pasado 29 de julio detallan que se discutió sobre la urgencia de encontrar una solución. Ese día, el ministro de Deportes, Hernán Solano, manifestó que “la problemática es grave”.
A la vez, la directora del Icoder, Alba Quesada, advirtió durante la reunión de que “la pista sintética ha sido quemada en varias partes”. Solo esa obra costó ¢660 millones.
Se acordó crear un plan de acción para impulsar la creación de la Junta Administradora a la que pertenece Sharolyn Scott, así como otras medidas urgentes, entre las que destaca la necesidad de contratar seguridad privada y analizar la idea de donar el estadio.
Víctor Alfaro, representante de las federaciones deportivas ante el Consejo de Deportes y vicepresidente de la Fedefútbol, reconoce que el Icoder no tenía presupuesto para contratar la seguridad necesaria durante este año e insiste en que el estadio está muy dañado, en parte, porque, “el Colegio Deportivo de Limón lo dejó destrozado. Es decir, el responsable en este caso es el MEP”.
Se pensó que la Municipalidad de Limón o la Federación Costarricense de Fútbol podrían interesarse en asumir su administración; al parecer, el organismo local aún muestra anuencia, aunque no hay nada concreto. La Fedefútbol no tendría interés.
“El tema es complicado. No teníamos un presupuesto para invertir allí. Es muy caro mantener un estadio”, recalcó Alfaro, en su cargo de vicepresidente de la Federación de Fútbol.
Algunos meses después de la reunión del Consejo, todavía se está a la espera de que se defina a la empresa encargada de la seguridad.
‘In fraganti’.
Sharolyn Scott explicó que hace algunas semanas la Policía Municipal entró al estadio y capturó a un ladrón. A partir de ese día, disminuyeron los robos.
En primera instancia, la idea del atleta es crear un plan de contingencia para generar recursos frescos que permitan arreglar los baños, la principal urgencia para que el reducto pueda ser utilizado con más frecuencia por los atletas.
La Junta Administradora espera impaciente a que, por fin, aparezca la seguridad privada.
“Es algo nuestro y debemos defenderlo”, concluyó Sharolyn Scott.