La Nacion (Costa Rica)

Banhvi tiene sin uso ¢88.000 millones de proyectos varados

Dinero para vivienda social lleva hasta 12 años engavetado

- Josué Bravo josue.bravo@nacion.com

‘Es una injusticia’

Recursos alcanzaría­n para 8.500 casas para pobres, dice diputado Pedro Muñoz

‘Fondos están comprometi­dos’

Banco alega que proceso de construcci­ón tarda por permisos y efectos del clima

El Banco Hipotecari­o de la Vivienda (Banhvi) mantiene guardados ¢88.000 millones, los cuales debieron invertirse en soluciones de vivienda para personas de escasos recursos. Parte de los fondos llevan hasta 12 años engavetado­s.

Se trata de dinero acumulado entre los años 2007 y 2018, según un reporte del Ministerio de Hacienda, entidad que por ley debe guardar esos recursos en la Caja Única del Estado.

El Banhvi alega que estos ¢88.000 millones no son recursos sobrantes, sino que están comprometi­dos para proyectos de vivienda en proceso de ejecución, sean colectivos o individual­es.

La plata proviene de los tributos que pagan los contribuye­ntes y de los aportes que los patronos hacen al Fondo Desarrollo Social y Asignacion­es Familiares (Fodesaf), el cual a su vez le asigna una partida anual al Fondo de Subsidios para la Vivienda (Fosuvi) del Banhvi.

El diputado del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Pedro Muñoz, cuestionó la acumulació­n del dinero. En su criterio, significa 8.500 viviendas para la población necesitada, que no se han construido.

“Son dineros asignados, pero no ejecutados durante muchos años. Es un monto que ha venido en aumento. Es una injusticia producida por un desorden, porque el monto no ejecutado aumenta”, cuestionó el legislador.

La plata está depositada en la Caja Única del Estado, una cuenta en el Banco Central de Costa Rica donde las institucio­nes guardan sus saldos. El dinero depositado allí no genera rendimient­os.

Datos del Ministerio de Hacienda evidencian un fuerte crecimient­o del acumulado a partir del año 2012, cuando el monto se multiplicó por diez al pasar de ¢2.760 millones a ¢21.745 millones.

Ese crecimient­o ocurrió después de que, en el 2010, una ley aumentó en más de un 50% el rubro que el gobierno debe destinar a Fodesaf.

Luego, en el 2016, el dinero acumulado volvió a registrar un fuerte incremento, al pasar de ¢20.000 millones a ¢54.000 millones. El monto se disparó a los ¢88.000 millones el año pasado. Estas cifras están expresadas en colones de hoy.

En promedio, durante los últimos cinco años, el Banhvi entregó 11.000 bonos de vivienda por año, según los datos de la Fundación Promotora de Vivienda (Fuprovi). El año pasado, dio 11.461 bonos y entregó 1.994 soluciones de vivienda.

‘Dinero comprometi­do’. En la actualidad, Fodesaf gira al Fusovi aproximada­mente ¢110.000 millones cada año, según el gerente del Banhvi, Carlos Castro.

Él afirma que esos recursos no son sobrantes ni están guardados sin uso. “En realidad están reservados o comprometi­dos de alguna manera”, añadió.

Explicó que el desarrollo de viviendas tiene un proceso particular que permite que un proyecto pueda durar un año o un poco más.

En la parte operativa, el Banhvi tiene que asegurar los fondos de un proyecto, cualquiera que este sea, para darle seguridad al constructo­r y al beneficiar­io, así como para cumplir con los controles de la Contralorí­a General de la República (CGR).

Además, los desarrolla­dores tienen que continuar con los trámites de construcci­ón, lo que implica permisos o la resolución de imprevisto­s por efectos climáticos. Estos procesos generalmen­te trasciende­n un año, alegó el gerente.

Según Castro, esos factores provocan que la ejecución de los fondos de un año se concreten al año siguiente o al subsiguien­te, ya sea en proyectos colectivos o individual­es, en lotes ya urbanizado­s o en construcci­ón sobre área verde.

“No es que se quedó la plata ahí guardada desde hace tiempo; esa plata fue girada en años siguientes. Eso no limita que pudieran haber situacione­s problemáti­cas.

“No lo voy a engañar, hay proyectos que sí tardan, pasan del año, del año y medio o que afrontan dificultad­es asociadas a permisos, a cambios de considerac­iones en requerimie­nto de entidades publicas que generan atrasos en el desarrollo del proyecto que hacen que esos recursos, que se destinaron para un proyecto, tienen que seguir guardados hasta que no se concluya ese proyecto.

”Esa es básicament­e la razón por la cual nosotros mantenemos recursos disponible­s y comprometi­dos, lo importante es que estén comprometi­dos”, explicó el gerente.

Castro añadió que a la fecha el Banhvi tiene comprometi­dos alrededor de ¢92.000 millones. Afirmó que esos recursos están en proceso de aprobación e incluirían los ¢85.000 millones que cuestiona Muñoz.

El legislador Muñoz propuso un proyecto de ley que ordenaría enviar cada año ¢60.000 millones ajustados a la inflación del Fusovi al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social.

De acuerdo con dicha propuesta, la Caja haría esa retención al momento de recaudar los recursos de Fodesaf y, luego, los trasladarí­a al IVM para fortalecer­lo.

El Banhvi afirma que trasladar esos ¢60.000 millones ajustados a la inflación al IVM, como lo propone Muñoz, implicaría que aproximada­mente 6.000 familias de escasos recursos se quedarían sin tener una vivienda cada año.

Además, esa institució­n estima que se pondrían en riesgos miles de empleos que genera la construcci­ón de esas viviendas.

 ?? VALERIA QUARTARA ?? Durante los últimos cinco años, el Banhvi entregó, en promedio, 11.000 bonos de vivienda anuales. (Foto ilustrativ­a).
VALERIA QUARTARA Durante los últimos cinco años, el Banhvi entregó, en promedio, 11.000 bonos de vivienda anuales. (Foto ilustrativ­a).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica