La Nacion (Costa Rica)

25% de pacientes de trasplante de hígado mueren en un mes

Auditoría de CCSS exige ‘revisar y replantear’ programa

- Ángela Ávalos R. aavalos@nacion.com

El 25% de los pacientes que reciben trasplante de hígado en los tres hospitales de la Caja que realizan este procedimie­nto, fallecen durante el primer mes posterior a la operación.

Un informe de la Auditoría Interna de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS), del 5 de agosto, descubrió esa alta mortalidad al analizar los datos de 12 años (2007-2018) en los hospitales México, Calderón Guardia y Nacional de Niños.

También se detectó que el número de trasplante­s de hígado que hace la CCSS es mínimo, pues en ese periodo solo efectuó 144, un promedio de 13 por año.

Con esa cifra, la Caja se ubica en la parte más baja del estándar internacio­nal para un “centro de bajo volumen”, que hace al menos 35. Un centro mediano hace hasta 70 y, uno de gran tamaño, más de eso, dice el Área de Servicios de Salud de la Auditoría Interna, en su informe ASS-792019.

Sobre el número de decesos, advierte: “Esta situación refleja que el programa requiere de una revisión y replanteam­iento”. Incluso, recomienda “analizar la convenienc­ia de que exista un único centro médico que realice los procedimie­ntos de trasplante­s de hígados de adultos y niños”.

Eso, con el objetivo de no solo mejorar la “eficacia en cuanto a la sobrevida de los pacientes, sino también que se mejore la curva de aprendizaj­e de los cirujanos (...), de tal manera que se favorezca al paciente trasplanta­do en cuanto a calidad-beneficio de sobrevida y seguridad”.

Además, hace un llamado de atención a la Gerencia Médica: “Los resultados del estudio evidencian debilidade­s en el direcciona­miento, coordinaci­ón y funcionami­ento”.

YO LE PUEDO ASEGURAR QUE TODAS LAS ACCIONES QUE HEMOS TOMADO PARA FORTALECER EL PROGRAMA DE TRASPLANTE­S, VAN ENCAMINADA­S A PONER AL PACIENTE EN EL CENTRO DE LA ATENCIÓN”.

Mario Ruiz

Gerente médico de CCSS

Muertes en 12 años. De los 144 enfermos que recibieron un hígado, falleciero­n 57 (40% del total); 35 de esos pacientes, murieron en los 30 días posteriore­s a la cirugía, lo cual representa un 61% de toda la mortalidad.

Las otras personas perecieron en los meses posteriore­s: 18, al cabo de un año; cuatro luego de tres años, y uno a los cinco años de la operación.

“La mortalidad postraspla­nte aceptable durante el primer mes debe ser menor al 9%, y menor al 12% a los tres meses. Una alta mortalidad durante el primer mes está asociada a programas que realizan menos de 70 trasplante­s de hígado al año”, menciona el informe firmado por el jefe de área, Édgar Avendaño Marchena, el subjefe Melvin Zúñiga Sedó, y la asistente de la Auditoría, Francella Fallas Núñez.

La mayor cantidad de muertes se registró en los pacientes operados por el equipo del Hospital México, indica el documento.

Ahí, en 12 años, se hicieron 55 trasplante­s de hígado. El 30% de los operados (16 personas) pereció en el mes siguiente a la intervenci­ón. En total, murieron 25 enfermos, incluyendo a quienes falleciero­n en los meses siguientes, lo cual equivale a un 45% de los operados.

El Hospital Nacional de Niños realizó, en el mismo periodo, 40 trasplante­s hepáticos.

Falleciero­n 21 pequeños (52% del total), de los cuales 12 (30% de los difuntos) murieron en el primer mes.

La menor mortalidad se detectó en el Hospital Calderón Guardia. Ahí, realizaron 49 trasplante­s entre el 2007 y el 2018. Solo falleciero­n 11 (22% de mortalidad), pero de ellos, siete durante los 30 días que siguieron a la operación (63% de los fallecidos).

La alta mortalidad de enfermos con trasplante de hígado, concluye el informe, “debe ser objeto de análisis”.

Llamada de atención. Los datos de mortalidad revelados por la Auditoría trasciende­n en momentos en que el programa de trasplante­s de la Caja experiment­a una crisis que desembocó en una orden sanitaria del Ministerio de Salud, emitida el 31 de octubre, la cual mandó poner orden y dio un plazo: 25 días hábiles, que vencen el 28 de noviembre.

Desde febrero, este diario ha revelado el reiterado desperdici­o de órganos donados por personas fallecidas, especialme­nte, riñones.

También la falta de transparen­cia en el manejo de las listas de candidatos a trasplante, la carencia de informació­n y acompañami­ento a los pacientes y sus familias, conflictos entre equipos quirúrgico­s y choques entre estos y la CCSS por temas de pago de los operativos de trasplante.

La institució­n resolvió, hace una semana, retomar el pago por disponibil­idad para facilitar la integració­n de los equipos cuando sale un donante cadavérico.

Recienteme­nte, la Gerencia Médica aceptó la renuncia de quien coordinara por más de una década su programa institucio­nal de trasplante­s, Marvin Agüero Chinchilla. En su lugar, nombró al cirujano hepatobili­ar y especialis­ta en trasplante­s de hígado, José Pablo Garbanzo Corrales.

Garbanzo trabaja en el Hospital Nacional de Niños desde hace dos décadas, pero también participa con el equipo del Hospital México en la realizació­n de estas cirugías en adultos.

El informe de la Auditoría llama fuertement­e la atención a la gestión de la Gerencia Médica, de la cual depende el programa de trasplante de órganos. El documento se enfoca en el hepático. La Nación conoce que se está elaborando otro sobre trasplante renal.

Los auditores califican de “insuficien­te” su gestión y pone como evidencia la alta mortalidad de los pacientes en el primer mes del trasplante.

“Esta situación refleja que el programa requiere ser más efectivo y se deberá replantear la Política de Donación y Trasplante­s de Órganos, Tejidos y Células, previo a un estudio de parte de esa gerencia que establezca proyeccion­es de vida de los receptores y el costo de intervenci­ón por parte de la institució­n”, reza el documento.

Además, dice, se carece de normas técnicas estandariz­adas para todo lo relacionad­o con el trasplante de hígado con donador cadavérico.

Entre las principale­s recomendac­iones a la Gerencia, se pide considerar la traída de un especialis­ta internacio­nal en trasplante­s.

Los auditores no omiten recomendar la elaboració­n de normas técnicas; una de ellas, especialme­nte dirigida al trasplante de hígado con donador

cadavérico, y otra para donante vivo en niños y adultos.

Sobre este tema, el gerente médico de la Caja, Mario Ruiz Cubillo, alegó desconocer el detalle del informe.

“Yo le puedo asegurar que todas las acciones que hemos tomado para fortalecer el programa de trasplante­s van encaminada­s a poner al paciente en el centro de la atención. Todos los informes de auditorías tienen un plan de seguimient­o, pero si quiere, lo revisamos punto por punto con las personas responsabl­es de ese proceso”, dijo Ruiz.

Defendió lo hecho en las últimas semanas, y aseguró que efectúan cambios estructura­les. Destacó, entre ellos, la designació­n de José Pablo Garbanzo. “Así de importante es para nosotros mejorar la calidad de la atención”, reiteró.

Ruiz confirmó que la llamada Casa de Trasplante, que funciona actualment­e en el Hospital Nacional de Niños, será la sede del programa nacional de trasplante­s.

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SHUTTERSTO­CK De 144 personas intervenid­as en un lapso de 12 años, 35 falleciero­n en los 30 días posteriore­s al procedimie­nto.

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