Agresiones sexuales y embarazo adolescente sin freno en Latinoamérica
››La situación que reflejan las cifras no es halagadora a lo largo y ancho de nuestra región
NAIROBI. GDA. En América Latina la agenda de los derechos sexuales y reproductivos ha avanzado a marchas forzadas por las condiciones políticas, sociales y económicas que experimentan algunos países desde hace dos décadas.
En consecuencia, los embarazos en adolescentes y la violencia sexual contra las mujeres no han descendido como se esperaba y, en algunos casos, incluso la estadística se ha estancado.
Han pasado 25 años desde la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo, en la que líderes mundiales se comprometieron a luchar para hacer avanzar los derechos de las mujeres y garantizarles un mayor y mejor acceso a la salud.
Con el tiempo se determinó que esos derechos incluían los sexuales y reproductivos.
Sin embargo, la situación hoy no es tan halagadora como se esperaba en Latinoamérica y El Caribe.
Cifras del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) revelan que la tasa de embarazo en adolescentes es de 61 jóvenes por cada 1.000, a nivel mundial la misma tasa es de 40 por cada 1.000.
En el caso de los derechos sexuales y reproductivos, la región latinoamericana se ha partido en dos: de un lado están los países con un avance constante y, por el otro, los que han mostrado marcados retrocesos en sus estadísticas.
El primer grupo lo encabeza Uruguay, que pasó de tener una tasa de fecundidad adolescente de 63 por cada 1.000 en el 2000, a 36 por cada 1.000 en el 2018; en una situación parecida se encontró Puerto Rico con una tasa de fecundidad de 72 adolescentes por cada 1.000 en el 2000 y en el 2016 disminuyó a 29 por cada 1.000.
Mientras, un estudio elaborado por La Nación determinó que en Costa Rica la tasa de fecundidad pasó de 0,20 a 0,11 hijos por adolescente, entre el 2000 y el 2018. Esa cifra es la más baja registrada a lo largo del siglo XXI.
Del lado contrario se encuentra Argentina, que en el 2000 registró una tasa de 64 adolescentes embarazadas por cada 1.000 y en el 2015 la cifra aumentó a 65 por cada 1.000. Mientras que en Perú hace 19 años se tenía una tasa de 59 adolescentes embarazadas por cada 1.000 y para el 2012 ya eran 65 por cada 1.000.
El Unfpa hizo la recolección de estos datos de los 11 países que conforman el Grupo de Diarios América (GDA).
La información fue recabada, en algunas ocasiones, de más de dos fuentes de información debido a que las autoridades no actualizaron sus estadísticas con regularidad.
Brecha. Pablo Salazar, asesor regional de Población y Desarrollo de la Oficina Regional para América Latina y El Caribe del Unfpa, explicó que la desigualdad económica ha generado una brecha entre los países de la región y eso afecta sus indicadores de salud sexual. Las naciones más afectadas, detalló, son: Perú, Bolivia, Honduras, Guatemala, Haití y República Dominicana.
Según Salazar, la persistencia en los embarazos en adolescentes también puede ser explicada por la falta de educación sexual hacia la población, así como por la disminución de inversión en métodos anticonceptivos por parte de países como Argentina.
“Hay un asunto vinculado al tabú y el acceso a anticonceptivos antes de los 19 años. También hay un tema educativo, en Centroamérica la mitad de las adolescentes embarazadas dice que tuvo intenciones de tener a ese hijo. No se piensa en la carga que implica a esa edad”, señaló Salazar.
HAY UN ASUNTO VINCULADO AL TABÚ Y EL ACCESO A ANTICONCEPTIVOS ANTES DE LOS 19 AÑOS. TAMBIÉN HAY UN TEMA EDUCATIVO (...) EN CENTROAMÉRICA LA MITAD DE LAS ADOLESCENTES EMBARAZADAS DICE QUE TUVO INTENCIONES DE TENER A ESE HIJO. NO SE PIENSA EN LA CARGA QUE IMPLICA A ESA EDAD”.
Pablo Salazar Asesor regional de UNFPA
¿Cuál debería ser la meta regional? Al respecto, Salazar manifestó que “un ejemplo a seguir” sería “Noruega, con tasas de fecundidad en adolescentes de 7 cada 1.000”.
Respecto al uso de métodos anticonceptivos entre adolescentes, el Unfpa muestra un dato preocupante: en Argentina se ha registrado una disminución en el uso de cualquier método, ya que en 2001 el 65% de los jóvenes se cuidaban y en el 2012 solo fue 55%.
Caso contrario es Colombia. Allí, en 1990 el 66% de los adolescentes usaban métodos anticonceptivos y en 2016 la cifra se incrementó a 81%.
Pablo Salazar agregó: “En Venezuela ha habido una regresión: se estima que crece la mortalidad materna e infantil, poco acceso a anticonceptivos. Pero quitando Venezuela, hay países con demandas insatisfechas de anticonceptivos cercanas al 25%.
“Los países andinos, centroamericanos y algunos caribeños (exceptuando Cuba) la tienen más complicada”.