La Nacion (Costa Rica)

La dieta de la embarazada incide en su hijo toda la vida

››En la gestación, expertos aconsejan: no coma ‘el doble’, coma para ‘dos’

- Irene Rodríguez S. irodriguez@nacion.com

Cuando una mujer queda embarazada, una de las frases que más escucha es que durante los siguientes meses deberá comer “para dos”, en vista de que su alimentaci­ón será clave para que tenga un bebé saludable y con buen peso.

Sin embargo, lo que pocos toman en considerac­ión es que lo que una madre consume durante el proceso de gestación va más allá del tiempo que lleve a su hijo en el vientre: la nutrición influirá en su hijo durante toda la vida de este.

Este fue uno de los temas presentado­s en el último Congreso Médico Nacional, realizado hace poco en La Fortuna de San Carlos. Varios estudios científico­s consultado­s por La Nación también respaldan esta tesis.

“Se dice que la alimentaci­ón en los primeros 1.000 días es clave para el bebé, pero lo que se consume desde la concepción, a través de lo que come la madre, también es vital”, dijio la médica Alicia Boza Mora, quien impartió la charla en el congreso.

Dentro de los nutrientes a los que se les debe dar mayor relevancia durante la gestación, porque inciden directamen­te en el bebé en desarrollo, destaca el ácido fólico. Este es un suplemento que la mujer debería, en la situación ideal, consumir incluso antes de planear el embarazo.

El ácido fólico ayuda a prevenir defectos congénitos graves como la anencefali­a (el bebé nace sin partes del encéfalo porque este no se desarrolla bien), y la espina bífida (afectación en la columna vertebral que podría dejar a la persona sin caminar y sin movilizar algunas partes del cuerpo).

Algunas investigac­iones también sugieren que el consumo de pescados contribuye en el desarrollo cerebral del feto. Un estudio de la Universida­d de Tohoku, en Japón, por ejemplo, indicó que esto podría ser así debido a los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 presentes en algunos de estos productos del mar.

No obstante, los científico­s admiten que este estudio, publicado en la revista Stem Cells Journal, apenas está en sus fases preliminar­es y no puede ser del todo concluyent­e. Además, cabe recordar que hay otras investigac­iones que piden a las embarazada­s moderar la ingesta de pescados, pues el mercurio presente en algunos de ellos más bien podría generar el efecto contrario en el cerebro de los fetos.

El menú. La Agencia de Alimentos y Medicament­os de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), recomienda comer de dos a tres raciones de atún por semana y solo una ración de atún blanco.

Otros alimentos y nutrientes que no deberían faltar en la dieta de la embarazada son las proteínas, que ayudan a la formación de las células y la sangre; los carbohidra­tos (con moderación), que están relacionad­os

con la producción de energía, y el calcio, que fortalece los huesos del bebé y permite el buen funcionami­ento de los nervios y músculos. También destaca el hierro, que es clave en la producción de glóbulos rojos.

Incluir muchos alimentos altos en grasa no es una buena idea. En el 2017, un estudio de la Universida­d de Oregon, en Estados Unidos, publicado en la revista Frontiers in Endocrinol­ogy,

exploró las dietas altas en grasas en embarazada­s y encontró que estas aumentan la producción anormal de neu ronas que contienen serotoni na, una sustancia crítica en e desarrollo del cerebro de los bebés.

Por lo demás, si la futura mamá es saludable y tiene un peso normal, podrá tener una alimentaci­ón similar a la que tenía antes del embarazo con algunas adaptacion­es que le indicará específica­mente su ginecólogo o su nutricioni­sta Ahora bien, si mediante exá menes de sangre se comprue ba que ella tiene deficienci­a de algún nutriente o presenta exceso de colesterol o trigli céridos, entonces sí requerirá una dieta especial con el debi do asesoramie­nto profesiona­l.

Para la nutricioni­sta Melis sa Durante, lo más importan te, en todos los casos, es que la embarazada mantenga una alimentaci­ón constante, sin que pase largos periodos de ayuno.

“El bebé debe tener un flu jo constante de nutrientes; s dejamos de comer por muchas horas, él va a resentirlo”, ex presó.

Para dos, pero no el doble. Otra cosa importante, según Du rante, es aclarar que se debe comer “para dos” y no “por dos”, es decir, si la mujer come el doble de lo que comía antes del embarazo, más bien podría perjudicar a su bebé.

En ese sentido, un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universida­d de Colum bia, en Estados Unidos, encon tró que los hijos de mujeres que suben mucho de peso du rante el embarazo tienen ma yor riesgo de nacer y vivir con sobrepeso. Este reporte fue pu blicado en la revista Materna & Child Nutrition.

“Ganar algo de peso en e embarazo es normal, pero las mujeres deben saber que subir mucho de peso puede poner a su hijo en riesgo de ser obeso en la niñez y también cuando crezca”, señaló, en un comuni cado de prensa, Elizabeth Wi den, coordinado­ra del estudio.

Entre las investigac­iones algunas mencionan que una dieta balanceada y adecua da para la madre, así como e mantener un buen peso duran te el embarazo, aumentan las posibilida­des de que el menor nazca a término, sin complica ciones y que tenga un desarro llo normal.

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SHUTTERSTO­CK Las embarazada­s no deben pasar largos periodos sin ingerir alimentos.

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