ONU clama por medidas radicales para reducir el CO2
››Aplazar la acción más allá del 2020 hace inalcanzables objetivos de París
NUEVA YORK. AFP. El mensaje nunca fue tan alarmante: la ONU advirtió de que el mundo ya no puede seguir aplazando las acciones radicales necesarias para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) si quiere evitar una catástrofe climática.
Para mantener viva la esperanza de limitar el calentamiento a +1,5 grados Celsius (ºC) –el objetivo ideal planteado en el Acuerdo de París– habría que reducir anualmente las emisiones de gases de efecto invernadero en 7,6% entre el 2020 y el 2030, según el informe anual del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Es decir, un recorte de 55% entre los años 2018 y 2030.
Cualquier aplazamiento más allá del 2020, pondría “el objetivo de +1,5 ºC rápidamente fuera del alcance”.
E incluso para respetar la meta mínima de +2 ºC respecto a la era preindustrial, habría que reducir las emisiones de 2,7% al año, entre 2020 y 2030.
Pero estas emisiones, generadas en particular por las energías fósiles, aumentaron 1,5% anual en la última década y “no hay ninguna señal de que alcancen su techo en los próximos años”, subraya el PNUMA.
En el 2018, se emitió un nuevo récord de 55,3 gigatoneladas de CO2.
El mundo ya se calentó 1 ºC, lo que llevó a la multiplicación de catástrofes climáticas. Los últimos cuatro años fueron los más cálidos jamás registrados. Y cada medio grado adicional agravará el impacto de los desarreglos climáticos.
“Diez años de procrastinación climática nos condujeron a esta situación”, lamentó a la AFP Inger Andersen, directora del PNUMA.
Según la ONU, si las emisiones siguen al ritmo actual, el planeta podría calentarse de 3,4 ºC a 3,9 ºC a finales de siglo. E incluso si los Estados firmantes del Acuerdo de París respetan sus compromisos de reducción de emisiones, el mercurio subirá 3,2 ºC.
El PNUMA asegura que pese a todo, aún es posible permanecer bajo +2 ºC e incluso +1,5 ºC.
Por ello, los firmantes del Acuerdo de París deben triplicar sus ambiciones respecto al primer objetivo y multiplicarlas por cinco respecto al segundo. Asimismo, a estos compromisos les deben seguir acciones inmediatas.
Esta constatación “sombría” envía un mensaje claro pocos días antes de la conferencia sobre clima de la ONU (COP25) en Madrid, que comienza el 2 de diciembre.
“Este informe es un aviso contundente”, reaccionó la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa
Ribera. “Nos dice que las emisiones deben tocar techo en el 2020, eso es pasado mañana (...), y empezar a descender de manera acelerada a partir de esa fecha. Por tanto, la COP25, en Madrid, tiene que ser un hito decisivo”, sostuvo en una declaración a periodistas.
Mientras que el Acuerdo de París prevé una revisión de las ambiciones de los Estados en la COP26 de Glasgow, a finales del 2020, por ahora, solo 68 naciones se comprometieron a ello, entre estas ninguna de las que más emiten gases del G20, que aglutina el 78% de las emisiones del planeta.
Y si bien China, la Unión Europea e India (integrantes del G20), van camino a cumplir sus compromisos iniciales de reducción de CO2, al menos siete miembros, entre estos Japón y Estados Unidos –que firmó su salida del Acuerdo–, no los respetarán.
La ONU presentó sus recomendaciones a los miembros del G20; entre estas, destacan prohibir nuevas centrales de carbón en China, desarrollar masivamente la red de transporte público en India, y contar con nuevos autos de “cero emisiones” de aquí al 2030 en Estados Unidos.
Estas transformaciones radicales de la economía no podrán hacerse sin una evolución profunda “de los valores, las normas y la cultura del consumo”, subraya el informe.
Esta transición a gran escala chocará con “obstáculos y desafíos económicos, políticos y técnicos”.