Keylor Navas se apoderó del Santiago Bernabéu
››El nacional fue figura y se robó los aplausos de su antigua afición
Keylor Navas se encontraba detrás de Thiago Silva, pero la presencia a su derecha de quienes hace cuatro meses eran sus compañeros, lo tenía inquieto.
De pronto, pasó de lado y se abrazó fuertemente con Marcelo, doble choque de manos; seguidamente, otro efusivo reencuentro con Sergio Ramos, mientras que al fondo se asomaba Thibaut Courtois. El tico caminó hasta el belga y, con un frío estrechamiento de manos, lo saludó.
Luego de ese contacto con quien fue su competencia en la última temporada, el costarricense retomó su lugar en la fila del París Saint Germain, fijó su mirada en el césped del Santiago Bernabéu y caminó sin bajar la cabeza, frente en alto y espalda erguida. Así se inició para Navas el encuentro que terminó 2 a 2 entre blancos y parisinos.
El morbo invadió el estadio del Real Madrid; el regreso de Navas se había consumado y al frente estaba Courtois, quien había llegado para dejarse el puesto de titular y, como efecto colateral, afectó al centroamericano. Todas las cámaras iban tras el Halcón, quien fue recibido con aplausos por los ultras sur merengues.
Del otro lado, un tímido gigante de 1,99 m colgó su toalla para secarse el sudor en su red, mientras observaba el escenario.
Duelo de arqueros. El partido empezó con el antecedente de que los dos porteros llegaban bien a su cara a cara. El de Bélgica con una racha, sin recibir gol, en España de 534 minutos, mientras que el nacional, con el cartel de figura en el partido de liga del PSG ante el Lille, además de su imbatibilidad de cuatro juegos en Champions League.
Todo el mundo quería ver un duelo de arqueros, más que de equipos. El primer tiempo fue un monólogo del Madrid, al punto que Courtois fue el espectador más cercano, mientras Navas emergió como figura.
El oriundo de Pérez Zeledón
probó sus reflejos con un riflazo de Toni Kroos, la pelota salió hacia la izquierda del arquero luego de un manotazo certero.
Karim Benzema, delantero francés y uno de los más cercanos en el camerino del Real, fue el encargado de golpear al
nacional. En una acción que la pelota pasó por todo el frente del área, el galo la empujó al fondo de la red.
La diana fue como el despertar para los madridistas. Marcelo empezó a ganar su banda y dos trallazos salieron de sus botines, Navas se revolcó y los sacó.
Toni Kroos lo intentó desde fuera y bombardeó a las esquinas dos veces, también sorprendió con un cobro rápido de tiro de esquina, que casi es gol, pero con los dedos desvió, y Dani Carvajal sacó un remate cruzado que provocó un estironazo.
Si no estaba Keylor en el marco del PSG, la goleada era segura; no obstante, el Halcón dijo no.
El nacional, a como pudo, sostuvo a su escuadra, que salió viva del primer tiempo.
Espectáculo. Recién iniciando el complemento, Benzema tuvo el segundo en sus pies, pero una desviada con la pierna de Navas lo hizo lamentarse. Los aficionados del Real se tomaban sus cabelleras incrédulos, ante el espectáculo del tico.
Thibaut Courtois, a esta altura, solo tenía una parada, un manotazo después de un zurdazo de Mbappé.
El ingreso de Neymar le dio al París un nuevo aire, pese a que el plantel nunca se encontró. Keylor le sacó otro derechazo a Dani Carvajal; empe ro, el rival continuó asediando hasta conseguir el segundo Otra vez, Benzema, ahora de cabeza, castigó.
Falla. Thibaut Courtois, 30 se gundos después, incurrió en un error con Raphael Varane la pelota pasó al segundo palo y Mbappé descontó. El 2 a 1 empezó a atemorizar a los es pañoles y entonces volvieron a apretar.
Dos remates sencillos: uno de Marcelo y otro de Kroos quedaron en manos del gene raleño. Thibaut continuaba sin tener su mejor noche, por que de lo poco que le llegó, no lograba destacar con su traba jo en el arco merengue.
El 2 a 2 sentenció la gran jornada de Keylor. Sobre la hora, hasta la buena fortuna lo acompañó, cuando Bale dispa ró al vertical de mano izquier da del tico.
Al final, sobre la grama de estadio del Real, solo quedó Keylor; él levantó sus manos aplaudió y la grada lo vitoreó El costarricense se apoderó de Bernabéu ante la mirada de Courtois y los madridistas.