INA busca salir del Servicio Civil para ser más eficiente
Reforma le permitiría contratar profesores con agilidad, según lo requiera el mercado
Salirse del régimen de Servicio Civil para poder contratar personal más ágilmente y de acuerdo con las necesidades de capacitación que tenga el mercado, es el propósito de las autoridades del INA con un proyecto de ley para reformar la institución.
La modificación básicamente está orientada a excluir al Instituto de las entidades adscritas a ese régimen de contratación de funcionarios públicos.
Si logran esa separación, el INA podría emplear a profesores y capacitadores de forma rápida y oportuna, bajo otros esquemas, explicó Andrés Valenciano, presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
El otro cambio que pretenden es que la creación de plazas no requiera de la aprobación de la Autoridad Presupuestaria, órgano adscrito al Ministerio de Hacienda y encargado de verificar que se cumplen los lineamientos en esa materia.
Valenciano explicó que estos cambios permitirían, por ejemplo, que si una empresa requiere capacitación para un curso básico de embarque,
la institución le resuelva en cuestión de días y no de meses, como ocurre actualmente.
Además, que el docente pueda contratarse por la modalidad de servicio profesional, medio tiempo, horario nocturno o un periodo de meses, solamente. Actualmente, esto no es posible.
“Hoy, para la creación de nuevas plazas hay que pasar por la Autoridad Presupuestaria y después hay que ir al Servicio Civil. Para algunos puestos es valioso, pero para otros es importante tener la
flexibilidad de poder contratar servicios profesionales, medio tiempo, y hoy eso no se puede hacer, no tenemos esa flexibilidad.
“Cuando la gente se acerca al INA y dice ¿por qué no abren un curso de noche o por qué no nos ayudan en un programa de tres meses y después lo cambian?, muchas veces obedece a esa rigidez”, manifestó el jerarca.
Alfredo Hasbum, director de Servicio Civil, manifestó que la posibilidad
de desvincular al INA del régimen es un asunto del que se habla desde hace tres décadas, pues lo escuchó desde que fue auditor en esa institución y luego, en el gobierno anterior, como ministro de Trabajo.
“Efectivamente, el INA necesita agilidad para poder responder a los requerimientos de capacitación que son tan dinámicos, en esa parte estamos de acuerdo, no hay duda de que se necesita buscar un esquema que por un lado respete los derechos adquiridos y por otro le permita flexibilidad a la institución en las nuevas contrataciones que realiza” explicó el funcionario.
Hasbum reconoció que e INA tiene una situación espe cial debido a que su demanda de servicios es muy dinámica y. varía, a diferencia de otras instituciones adscritas al régi men.
“Necesita cierto grado de flexibilidad para contratar lo servicios de los distintos ins tructores conforme los reque rimientos productivos”, aña dió el funcionario.
Según estadísticas del Ins tituto, solo el 25% de los gra duados del INA en la actuali dad logran conseguir empleo en la especialidad estudiada y eso se debe a que la entidad no responde a las necesidades de mercado laboral, tal como han advertido las cámaras empre sariales.
Valenciano afirma que si se tiene a todo el personal dando cursos, no puede ofrecer otro más que se requiera.
“Si pasáramos por el pro ceso de abrir una nueva pla za (con el Servicio Civil), eso podría tomarnos meses y esa persona puede perfectamente quedar en propiedad y, des pués, la comunidad nos dice que ya no necesitan ese curso y que ahora se necesita otro Ese proceso no nos permite responder a la velocidad”, in sistió el jerarca.
El presupuesto del Instituto Nacional de Aprendizaje para el 2019 es de cerca de ¢145.000 millones.