Alajuelense metió freno a la fuga y robo de sus talentos
En la rendición de cuentas que presentó Fernando Ocampo como presidente de Liga Deportiva Alajuelense ante los socios del club, uno de los rubros que menciona en su informe dentro del área deportiva es que Agustín Lleida metió freno a la fuga de los talentos que se forman en el semillero manudo.
Para eso, los rojinegros tomaron la decisión de hacerle contratos profesionales a jugadores de liga menor como Geancarlo Castro, Anderson Rosales, Ariel Arauz, Bryan Morales, Caleb Arroyo, Carlos Cordero, Maykel González, Dorian Rodríguez, Esteban Mata, Fabián Álvarez, Gary Leiva, Javier Castro, Josimar Alcocer, Josimar Gómez, Juan Pablo Arce, Maikel Rojas, Ricardo Espinoza y Sebastián García, entre otros.
“Lo que hicimos es que unos 25 jugadores de ligas menores tienen un contrato profesional y de esa manera ya están registrados como profesionales, ya son propiedad de Liga Deportiva Alajuelense y con eso no pasa lo de antes, que eran jugadores libres”, comentó el gerente deportivo de los rojinegros, Agustín Lleida, quien es consciente de que probablemente algunos cachorros terminen en otros clubes.
Según él, ese fenómeno también es positivo, porque indica que el semillero es tan grande y se forman tan bien a los jugadores, que alcanza hasta para abastecer a otros clubes.
La Liga reorganizó sus ligas menores y desde principios de año implementó una estrategia para mejorar la base de sus jugadores, lo cual significó que salieron de 47 talentos y llegaron 40, mediante las visorías que están coordinadas por Víctor Badilla y Enrique Vásquez.
Según el informe de Ocampo, uno de los avances más importantes en el desarrollo del proyecto de liga menor fue el establecimiento de las instalaciones para una residencia provisional en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Turrúcares, con el objetivo de facilitar la adaptación y los horarios a los nuevos microciclos que se establecieron desde la dirección del club.
“Un total de 34 jugadores vivieron y estudiaron en el primer semestre dentro de la residencia de la Liga; mientras que 42 viven y estudian en este segundo semestre dentro de la residencia. Los jugadores de residencia tienen establecidas unas normas de conducta y unas tareas a cumplir cada semana para ayudar al buen funcionamiento de la estructura del club. También se empezaron a dar clases en el convenio que se generó con el Ministerio de Educación”, versa en el informe anual del jerarca.
En vista de que todos los futbolistas de liga menor saben que están en evaluación constante y que para mantenerse en el club deben rendir, han incrementado el nivel.